“Uno de octubre, el centenario de la huelga de La Canadiense, chalecos amarillos, huelgas feministas, protestas sobre el cambio climático, la lucha de Salvem l’Alzina en Gràcia…” enumera Xènia Gasull, cofundadora de Mecànic. Comenta que “estamos en un contexto convulso y, a pesar de ser preocupante, es muy interesante y estimulante a nivel colectivo.” Por eso ha comisariado la exposición Desobediencias, una muestra que te hará reflexionar sobre la rebeldía civil mediante la fotografía, la música o el arte, y tomar parte en el cambio.
Mecànic, un espacio dedicado a la fotografía en el barrio de Gràcia, en Barcelona, quiere generar espíritu crítico a través de Desobediencias: una caja de herramientas, la exposición que se inaugura el 4 de abril. Desobediencias es la primera exposición colectiva en este espacio, y en ella participan artistas locales e internacionales –serán quienes guíen las diferentes sesiones enfocadas a cada disciplina implicada en el camino hacia la desobediencia. Ellos son los fotógrafos Tanit Plana, Felipe Abreu y Nicolas Descottes, DJ Diego Armando, la videasta y creadora web Telma Llos, el escritor Martí Sales, el grupo Archipielago –dedicado a programas educativos–, y el colectivo Gentrific.Action, enfocado en los cambios urbanos-sociales de su entorno.
Y, ¿qué podremos encontrar? Un lugar de experimentación, sesiones protagonizadas por los artistas, talleres y herramientas; elementos para llevarse a casa. Xènia lo explica: “Nosotros mostramos una ‘caja de herramientas’, lo básico: el pensamiento, el cuerpo, la escritura/el papel, el teléfono móvil, la fotografía, la música y algunos artefactos curiosos.” Porque, como comenta, la exposición está enfocada a “empoderar al público, cuestionar la realidad y despertar conciencias”.
A lo largo de la historia, el arte ha sido ese espacio para expresar y manifestar inquietudes, desacuerdos, aspectos sociales y políticos. Al final, “el arte debe ofrecer nuevas visiones de realidades existentes, generar debate” como dice Xènia. Y señala que el arte puede ser semilla para cambiar el mundo –y no va desencaminada. Son esos nuevos puntos de vista los que nos invitan a cuestionar y analizar nuestro alrededor, fomentando el espíritu crítico. No olvidemos que sin desobediencia no hay cambios, y sin cambios, no hay evolución.
Sin embargo, la exposición va un paso más allá. El 16 de abril, el público adolescente tiene una jornada dedicada y pensada para ellos, titulada Imágenes desobedientes. ¿Qué podremos aprender? Cómo desobedecer las normas de las redes sociales creando autorretratos que nacen de la poesía y la literatura. La intención es la de romper con aquello que adoptamos sin cuestionarnos, cambiar los selfies por autorrepresentaciones fotográficas –una invitación a la introspección. Diversidad, igualdad y solidaridad.
El 7 mayo se celebrará la jornada Músicas desobedientes, de la mano de DJ Diego Armando, un recorrido por la música que ha contribuido al cambio social y, de nuevo, una herramienta para llevarnos a casa: la lista de Spotify creada por él. El tercer taller se presenta el 16 de mayo, y serán los miembros de Gentrific.Action quienes nos expliquen un poco más sobre la gentrificación en Acción –Antigentrificación. Un dato curioso es que las puertas de Mecànic sufrieron ataques en forma de pintadas donde les acusaban justamente de eso, “pijos y gentrificadores”, pero Xènia nos comenta que algo importante para ellos es escuchar su alrededor para tener el impacto más positivo posible en su barrio, y en la ciudad.
Y la desobediencia y la rebeldía, normalmente relacionadas con el caos, tienen un lado muy positivo. “Es importante ver la revolución como algo que se puede hacer con alegría” finaliza Xènia, porque ese es el espíritu con el que la exposición abraza la lucha, desde la reflexión y conversación. “Hay esperanza”.
Y, ¿qué podremos encontrar? Un lugar de experimentación, sesiones protagonizadas por los artistas, talleres y herramientas; elementos para llevarse a casa. Xènia lo explica: “Nosotros mostramos una ‘caja de herramientas’, lo básico: el pensamiento, el cuerpo, la escritura/el papel, el teléfono móvil, la fotografía, la música y algunos artefactos curiosos.” Porque, como comenta, la exposición está enfocada a “empoderar al público, cuestionar la realidad y despertar conciencias”.
A lo largo de la historia, el arte ha sido ese espacio para expresar y manifestar inquietudes, desacuerdos, aspectos sociales y políticos. Al final, “el arte debe ofrecer nuevas visiones de realidades existentes, generar debate” como dice Xènia. Y señala que el arte puede ser semilla para cambiar el mundo –y no va desencaminada. Son esos nuevos puntos de vista los que nos invitan a cuestionar y analizar nuestro alrededor, fomentando el espíritu crítico. No olvidemos que sin desobediencia no hay cambios, y sin cambios, no hay evolución.
Sin embargo, la exposición va un paso más allá. El 16 de abril, el público adolescente tiene una jornada dedicada y pensada para ellos, titulada Imágenes desobedientes. ¿Qué podremos aprender? Cómo desobedecer las normas de las redes sociales creando autorretratos que nacen de la poesía y la literatura. La intención es la de romper con aquello que adoptamos sin cuestionarnos, cambiar los selfies por autorrepresentaciones fotográficas –una invitación a la introspección. Diversidad, igualdad y solidaridad.
El 7 mayo se celebrará la jornada Músicas desobedientes, de la mano de DJ Diego Armando, un recorrido por la música que ha contribuido al cambio social y, de nuevo, una herramienta para llevarnos a casa: la lista de Spotify creada por él. El tercer taller se presenta el 16 de mayo, y serán los miembros de Gentrific.Action quienes nos expliquen un poco más sobre la gentrificación en Acción –Antigentrificación. Un dato curioso es que las puertas de Mecànic sufrieron ataques en forma de pintadas donde les acusaban justamente de eso, “pijos y gentrificadores”, pero Xènia nos comenta que algo importante para ellos es escuchar su alrededor para tener el impacto más positivo posible en su barrio, y en la ciudad.
Y la desobediencia y la rebeldía, normalmente relacionadas con el caos, tienen un lado muy positivo. “Es importante ver la revolución como algo que se puede hacer con alegría” finaliza Xènia, porque ese es el espíritu con el que la exposición abraza la lucha, desde la reflexión y conversación. “Hay esperanza”.
La exposición Desobediencias inaugurará 4 de abril y se podrá ver hasta el 25 de mayo en Mecànic, carrer Verntallat 30, Barcelona.