En un mundo lleno de sonidos predecibles, Cara Hart emerge como una artista que ha logrado encontrar su voz en la intersección de lo etéreo y lo terrenal, lo luminoso y lo sombrío. Su música es una exploración visceral de las emociones humanas, un espacio donde la feminidad, la libertad y la dualidad del ser se entrelazan de manera única. A través de su nuevo EP, No Angel, Cara nos invita a sumergirnos en un universo que no teme desafiar las normas ni explorar las profundidades de la mente y el corazón.
Desde su herencia multicultural hasta su constante búsqueda de autenticidad, cada nota y cada palabra en su música son una extensión de su ser más profundo. Hoy, en esta entrevista, nos adentramos en el proceso creativo de Cara Hart, explorando cómo ha evolucionado como artista, cómo ha logrado equilibrar sus diversas influencias culturales y musicales, y cómo su trabajo refleja una constante lucha por integrar las distintas facetas de su identidad. Un viaje donde la vulnerabilidad se encuentra con la fuerza y la música se convierte en un medio para expresar lo que las palabras a veces no pueden.
Para romper el hielo, ¿quién es Cara Hart?
Cara Hart es la voz de mis emociones, la parte de mí que vive sin miedo en la dualidad de la vida: lo etéreo y lo terrenal, la euforia y la melancolía. Más que un nombre, es un universo donde las emociones se transforman en arte.
Cara, ¿cómo ha influido tu herencia multicultural en tu música y en el proceso creativo de No Angel?
Crecí viendo el mundo a través de dos filtros diferentes, y eso inevitablemente ha influido en mi música. Hay momentos en los que me siento más parte de un lado que del otro, pero eso no significa que no pertenezca a ambos. Es algo que viene y va. No Angel es un reflejo de eso: un EP que abraza la diversidad, tanto en emociones como en sonidos. Hay una fusión natural de influencias, desde el pop más limpio hasta sonidos más electrónicos y underground, porque así soy yo: una mezcla de muchas cosas que conviven en armonía. Pertenezco a muchos lugares y a ninguno a la vez.
¿Cómo crees que ha evolucionado tu sonido desde tus primeros trabajos? ¿Cuán orgánica y cuán premeditada ha sido esta evolución?
Ha sido un proceso orgánico pero con una dirección clara. Nunca me he impuesto un sonido fijo pero siempre he sabido cómo quiero hacer sentir a quien me escucha. En mis inicios experimentaba con muchas texturas y narrativas, buscando mi identidad. Ahora, mi sonido se siente más pulido, más intencional. No porque haya dejado de explorar, sino porque he aprendido a encontrar el equilibrio entre la emoción pura y la producción que la realza. Es como si con cada canción me acercara más a la esencia de lo que realmente quiero decir, pero nunca sin dejar de explorar.
En este EP exploras temas como la feminidad, la libertad y la integración de las distintas facetas del ser humano. ¿Cómo se tradujeron estos temas en las letras y en la producción de las canciones?
Para mí, la feminidad no es solo una expresión estética, sino una fuerza, una energía en constante transformación. En No Angel, la libertad se siente tanto en las letras como en la producción. Hay momentos de vulnerabilidad absoluta, como en Stay, donde la producción es más contenida, casi como un susurro. Y luego hay momentos de completa liberación, como en Glitter, donde todo es euforia y movimiento. Cada canción es un reflejo de un estado del ser, de una faceta distinta de lo que significa existir sin miedo a ser juzgado.
No Angel tiene una fuerte conexión con la dualidad entre la luz y la sombra, lo celestial y lo terrenal. ¿Cómo encontraste ese equilibrio en tu música, especialmente en términos de producción y sonido?
Siempre he sentido que la belleza real está en la contradicción, en lo que no es del todo claro. En la producción de No Angel, busqué ese equilibrio jugando con contrastes: melodías que parecen inocentes pero que esconden algo más oscuro, letras que pueden sonar dulces pero que llevan una carga emocional fuerte. Es un vaivén constante entre lo que brilla y lo que se esconde en la sombra porque así es la vida. Nada es completamente luz y nada es completamente oscuridad.
I Wanted To es una fuerte declaración de empoderamiento personal. Según mencionas, esta canción es un mensaje para ti misma. ¿Hubo alguna experiencia o momento específico en tu vida que inspiró su creación?
Sí, I Wanted To nació de un momento de claridad. Durante mucho tiempo hacía cosas esperando la aprobación de los demás, hasta que entendí que la única validación que realmente importa es la propia. Es un recordatorio de que todo lo que hago, lo hago porque quiero, porque me nace, porque es parte de mi verdad. No hay una experiencia concreta que la inspiró sino una acumulación de momentos en los que sentí que tenía que recuperar mi poder.
“He aprendido a encontrar el equilibrio entre la emoción pura y la producción que la realza. Es como si con cada canción me acercara más a la esencia de lo que realmente quiero decir.”
En cuanto a la producción, has trabajado con nombres como Johnny, Danny y Nicky. ¿Cómo surgen estas colaboraciones y cómo fue tu experiencia?
Johnny y yo somos amigos desde hace tiempo. Empezamos I Wanted To en su habitación hace unos años. Nos presentó mi amiga Bec, con quien escribo habitualmente y con quien también escribí esta canción. De hecho, originalmente se llamaba Denim Blue antes de transformarse en I Wanted To. Johnny tiene un oído muy refinado para el pop, así que era natural terminar y reescribir la canción con las mismas personas con las que la empecé.
Cuando conocí a Danny a través de mi amiga AJ Sports, entendió al instante el sonido que quería capturar en el pop. Quería alejarme de lo básico y hacerlo más único, más mío, más especial. Danny supo exactamente cómo darle textura y traducirlo en algo que realmente me atrapara. Además, compartimos una pasión por la comida, así que cada sesión fue una experiencia explosiva, tanto musical como gastronómica.
Finalmente, conocí a Nicky en el backstage de Pegasus, un club underground en LA durante la semana del Pride. Me vio en mi estado más libre y supo capturar esa esencia en la canción. Ahora que lo pienso, fue Wally (Lopez) quien me abrió las puertas a ese mundo mágico underground, de donde nació Glitter. Así que, al final, si lo piensas, todo regresa a sus raíces cuando cierras un capítulo.
Cuando conocí a Danny a través de mi amiga AJ Sports, entendió al instante el sonido que quería capturar en el pop. Quería alejarme de lo básico y hacerlo más único, más mío, más especial. Danny supo exactamente cómo darle textura y traducirlo en algo que realmente me atrapara. Además, compartimos una pasión por la comida, así que cada sesión fue una experiencia explosiva, tanto musical como gastronómica.
Finalmente, conocí a Nicky en el backstage de Pegasus, un club underground en LA durante la semana del Pride. Me vio en mi estado más libre y supo capturar esa esencia en la canción. Ahora que lo pienso, fue Wally (Lopez) quien me abrió las puertas a ese mundo mágico underground, de donde nació Glitter. Así que, al final, si lo piensas, todo regresa a sus raíces cuando cierras un capítulo.
¿De qué manera influyó su estilo en el resultado final de las canciones?
Cada canción es una parte de ellos tanto como lo es mía. No estaría cumpliendo mi rol como artista si no permitiera que otros artistas exploren su talento.
Según declaras, la música siempre ha sido tu medio para expresar lo que las palabras a veces no pueden. ¿A dónde más acudes cuando esto sucede?
Cuando la música no es suficiente, recurro al movimiento. Bailar, caminar, simplemente moverme me ayuda a procesar lo que siento. También escribo, no necesariamente canciones, a veces solo palabras sueltas, melodías, pensamientos que después pueden tomar forma o quedarse ahí. Y, por supuesto, hablo con las personas que me rodean, aunque no siempre sea fácil poner en palabras lo que siento. Pero la música sigue siendo mi refugio principal, porque ahí es donde realmente puedo soltar todo sin límites.
Te mudaste a Los Ángeles en búsqueda de nuevas oportunidades. ¿Cómo ves la escena musical de la ciudad actualmente y qué lugar crees que ocupas dentro de ella?
Los Ángeles es donde encontré mi hogar, mi propósito y mi verdadera esencia. Es el único lugar donde me siento completamente yo. Aquí he vivido las experiencias más especiales, pero también las más difíciles. Esta ciudad te castiga, te enseña y te libera a la vez.
La escena musical de LA es diversa, vibrante y siempre en constante evolución. Me siento parte de una nueva ola de artistas que buscan ir más allá de lo convencional, fusionando géneros y desafiando las expectativas del pop. Mi lugar está en la intersección de lo mainstream y lo experimental, siempre empujando mis propios límites.
La escena musical de LA es diversa, vibrante y siempre en constante evolución. Me siento parte de una nueva ola de artistas que buscan ir más allá de lo convencional, fusionando géneros y desafiando las expectativas del pop. Mi lugar está en la intersección de lo mainstream y lo experimental, siempre empujando mis propios límites.
¿Qué mensaje te gustaría que calara en los oyentes después de escuchar No Angel?
El mensaje es único para cada persona. Me gusta la idea de que cada uno pueda encontrar su historia dentro de estas canciones, ya sea el ángel o el demonio de su propio relato. Al final, todos tenemos ambas cosas dentro de nosotros.
¿Cuáles son tus próximos pasos?
Seguir creando, explorando y llevando mi música a más lugares. Lo mejor siempre está por venir.
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