Asilvestrada es un proyecto, un estilo de vida y una persona: Alejandra Coll. Un día se le pasó por la cabeza aquello que, a más de uno, se nos ha pasado por la cabeza también: desconexión a través de la naturaleza. Y a partir de ahí decidió que ya era hora de devolverle a la tierra el lugar que le corresponde. Jardines, patios, huertos, azoteas, eventos... no hay lugar dónde Asilvestrada no ponga una planta. Alejandra diseña, decora, crea, aprende y nos desvela lo sencillo que es volver a entrar en contacto con nuestro entorno natural.
¿Por qué o cómo surge tu compromiso con la naturaleza?
Me di cuenta de lo desconectada que estaba del entorno natural y tomé consciencia de cuanto bien me hace fomentar mis instintos, tocar la tierra y utilizar mis manos. Es realmente terapéutico y necesario para mí ahora mismo conectar con ella.
¿Cómo nace el proyecto Asilvestrada?
Después de un viaje que, me ayudó a conocerme a mí misma y a plantearme qué servicio quería aportar a nuestra sociedad. Vi la necesidad, en mi entorno, de traer más naturaleza a las vidas cotidianas de las personas, sobre todo en entornos urbanos dónde el color gris es el que predomina. Veo constantemente la necesidad de rodearnos de más verde, ya sea en una pequeña terraza, despachos, un patio trasero inutilizado, interiores o incluso en eventos. Si sientes esa necesidad yo puedo asesorarte sobre cuales son las especies más adecuadas para ese lugar y traértelas. Eso sí, las plantas no son como un mueble, te cambian la vida literalmente aunque sea por el nuevo hábito de tener que observarlas y cuidarlas.
¿Qué es lo que ofrece Asilvestrada?
Asilvestrada soy yo, es un estilo de vida que pretende acercar la naturaleza a las personas. Mi trato es totalmente personalizado. Entro en las casas y aconsejo cual es la mejor planta para ti según tus necesidades y te explico como debes cuidarlas. Cada proyecto es diferente, me emociona aprender cosas nuevas y suelo contagiar mi amor por las plantas. A efectos prácticos, soy un punto intermedio entre una visión global y estética de un paisajista y, la cercanía y practicidad de un jardinero; Asilvestrada integra ambos aspectos.
¿Qué diferencia hay entre un jardinero y un paisajista?
Un jardinero es el que trata principalmente con la tierra, las plantas y los viveros. A mí me gusta decir que es él que tiene las manos curtidas. Tiene mucho conocimiento de cuidados de plantas y su sentido estético particular de los jardines. Un paisajista es un arquitecto del paisaje, diseña a partir de conceptos, colores, formas, texturas, y trabaja con planos, bocetos y diseños. Es fundamental que ambos colaboren, ya que de la buena sinergia entre ambos dependerá que el proyecto final sea un éxito.
¿Cuál es el proyecto más especial que has realizado?
Cada proyecto es un mundo, todos son diferentes y especiales porque aprendo algo nuevo en cada uno. Ahora mismo estoy muy emocionada con la construcción de un huerto de plantas medicinales en el tejado de un hotel en el centro de Barcelona. Hay muchos factores nuevos en los que pensar y es un proyecto auténtico. No están buscando el “titular”, sino recuperar el verde que le han quitado al suelo por el edificio, pero en el tejado. Crear un entorno para volver a tener un ecosistema natural que nos beneficiará a todos me resulta apasionante.
Si alguien quiere tener algo de naturaleza en su hogar pero no tiene jardín ni un espacio grande, ¿qué le recomendaría?
Hay que tener en cuenta cuatro factores básicos: qué cantidad de luz directa tiene ese espacio, si hay corrientes de aire, cuánto espacio quieres que ocupe la planta y cuándo puedes regarla. Con esos factores ya puedes acudir al vivero más cercano para que te asesore, pero siendo consciente que la aventura sólo acaba de empezar. Debes escuchar atentamente los consejos de sus cuidados y hacer bien los deberes.
A la hora de realizar proyectos, ¿has recibido algún tipo de apoyo por parte de las administraciones públicas?
Nunca, aunque tampoco lo he pedido. No veo a las instituciones públicas de nuestro país muy interesadas por lo verde. Solamente hay que mirar los parques y las zonas verdes de Barcelona, o las nuevas plazas construidas donde el hormigón es el protagonista. Parece que uno de los principales motivos de tanto gris es para ahorrarse costes de mantenimiento, y si es así, únicamente tendrían que ponerle algo más de estudio. Siempre hay una planta para cada espacio, sólo hay que saber escogerla adecuadamente. Tenemos que probar cosas nuevas, es una pena la falta de variedad para todo.
¿Qué opinas de la jardinería en los espacios públicos de las ciudades españolas?
Destinaría mucho más cuidado y estudio. Dinero creo que se utiliza, pero para medios equivocados, desde mi punto de vista. Debemos pensar más a largo plazo, plantar árboles y dejarles más espacio para que se desarrollen. No tenemos suficientes zonas verdes. Madrid me da la sensación que está más cuidada y en el Sur he visto pequeños parques de ensueño, pero nada en comparación con otras ciudades europeas importantes que están a años luz de nosotros porque tuvieron más visión de futuro. Creo que el futuro está en una mejor gestión de nuestras zonas verdes, escogiendo las variedades adecuadas y buscando soluciones creativas, pero se necesita también la colaboración ciudadana. ¡Ya está bien de esperar sentados! He visto ciudades dónde empiezan a cultivar huertos en las zonas públicas.
¿Crees que España es un país con cultura de jardinería?
Un NO rotundo (risas). Estamos a años luz de otros países que por historia y tradición han cultivado una cultura mucho más sólida y desarrollada de la jardinería, sobre todo en lo que a implicación y concienciación ciudadana se refiere. Es una lucha constante dedicarme a lo que me dedico y todavía hay gente aquí que se sorprende de que existamos los paisajistas y diseñadores de jardines. Hay un conformismo general y poca voluntad de invertir recursos en cuidar terrazas, jardines y azoteas de los edificios. Hay poca educación ambiental y es clave que la inculquemos a la sociedad, empezando por los más pequeños pero también pensando en los adultos, ya que el cambio lo debemos hacer entre todos.
¿Cómo convencerías a un urbanita patológico de acercarse a la naturaleza?
Sólo hace falta ver como se siente la gente después de un fin de semana en la montaña, por ejemplo. Volvemos a ser niños, exploramos, cruzamos barreras. Pero entiendo que no todas las personas somos iguales y no intento convencer a nadie. Yo sólo sé que es muy beneficioso para mi, vivir más conectada ha mejorado mi calidad de vida. En realidad le propondría que pasara un día conmigo.
Además de la naturaleza, ¿qué más te apasiona?
Utilizar mis manos. Suelo crear objetos a partir de elementos de naturaleza que encuentro en mis paseos y también creo piezas únicas de cerámica con métodos artesanos. Me apasiona aprender cosas nuevas, soy muy curiosa.
¿Cuál es el jardín más bonito que has visto? ¿Y el bosque más espectacular? ¿Cuál es tu planta favorita?
Siempre me ha encantado el parque del laberinto de Horta. Me fascinan los jardines de las casas abandonadas y ver como la naturaleza va ganando espacio con el tiempo. Me perdería por cualquier bosque de la Garrotxa. Las plantas me gustan todas pero siempre que puedo utilizo la Nandina doméstica en mis jardines. Es muy versátil y asilvestrada.
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