Transitando las calles del conocido barrio chino de Madrid, las modestas puertas metálicas de los estudios suelen pasar bastante desapercibidas. Pero en un día como el de Artistas de Usera, cruzarlas es una positiva sorpresa garantizada. El sábado 1 de junio se celebró la cuarta edición de una jornada de puertas abiertas para conocer diecisiete estudios de artistas del barrio. Un recorrido que, junto a Círculo Carabanchel (anteriormente, Obertura Carabanchel) celebrado en otoño, acerca al público de manera gratuita los procesos creativos del ecosistema artístico de Madrid.
Cada vez son más los estudios (y galerías, en el caso de Carabanchel) que se han ido incorporando poco a poco al otro lado del río, y es que, a principios de 2010, este famoso éxodo se convirtió en una alternativa necesaria frente a la crisis. Pedro Gallego de Lerma, codirector de la galería La Gran, explicó que “por aquel momento, muchas naves habían cerrado, en su mayoría antiguas imprentas, y que, además, los precios de aquellas grandes infraestructuras estaban mucho más bajos que ahora. Para muchos galeristas, era un buen momento para invertir y para los artistas, una vía de supervivencia”.
Si bien es cierto que ahora que la comunidad artística está más asentada en estos clásicos barrios obreros, Usera y Carabanchel cada vez logran captar más la atención del público por las características industriales de los espacios, jornadas de puertas abiertas más recurrentes (como el Open Studios Carabanchel en el marco del MMMAD Festival 2024), así como por su firme apuesta por la creación visual innovadora, desde la consolidada hasta la emergente. 
Este mismo espíritu rompedor y atrayente es el que se ha percibido en Artistas de Usera 2024 (@artistasdeusera en Instagram), donde muchos confirmaban con satisfacción que estuvieron recibiendo muchos visitantes a lo largo de la jornada. De hecho, también incentivaban la participación y la activación de algunas de las obras expuestas. Tal fue el caso de la DJ, artista sonora y performer, Adina L. Velázquez (@adv_adina) de R70, estudio que comparte con la artista visual y directora de arte, Lucía Cordero (@lucicorde). Adina abrió un portátil mostrando Instrumentos de Cocina (2024), un software que representa el sonido de varios objetos expuestos en el Museo de Artes Decorativas a modo de performance. “Mediante un sistema de sensores, el usuario podía componer canciones al tocar cualquiera de las réplicas de su alrededor”, explicaba Velázquez señalando la pantalla. “Esta grabación puede parecer un experimento simplemente visual por las formas de los objetos que aparecen en esta línea temporal, pero lo importante es la experimentación más orgánica del sonido con el uso de objetos a priori rígidos e inertes”.
Nos vamos del estudio R70 cuestionándonos la naturaleza de las cosas. Pensando que muchas ideas y conceptos no dejan de estar férreamente establecidas en nuestro imaginario contemporáneo por el propio peso del tiempo y mismas herencias físicas e intangibles. La artista transdisciplinar y antropóloga Mirjam Kroker (@kromirjam), de Estudios Chinatown (@estudioschinatown), nos mostró una mesa con varios sellos de diferentes tamaños para estampar, junto con un estuche cuadrado lleno de tinta y varias hojas apiladas. En todos ellos ponía en diferentes idiomas: “El mundo del arte planetario. Quiero ser parte de un mundo del arte que absurdamente aún no existe, dentro de un mundo que no se ha visto antes, en un planeta que en cambio ya habitamos. Para esbozar este deseo, apodaré a este mundo ‘El mundo del arte planetario’. En y alrededor de este mundo del arte planetario, todos somos ciudadanos planetarios en lugar de meros objetos de biopolítica”. Así, Kroker cuestiona el constructo social de las identidades y las nacionalidades, imaginando cómo se plantearían los pasaportes interplanetarios con nuevas preguntas y códigos creados por la artista. Por supuesto, nos fuimos de allí con nuestros nuevos pasaportes interplanetarios.
Y hablando de galaxias, en el El Arco Azul (@el.arco.azul) nos esperaba Luisa Ordóñez (@luisaordonez). A través de las claraboyas, una suave luz iluminaba una instalación en curso; un conjunto señalético formado por listones de madera (de metro y medio de alto aproximadamente), coronados por cuatro aspas de las que colgaban telas bordadas con las constelaciones del hemisferio sur, según los estudios astronómicos del siglo XV. En la pared, un folio del tamaño A3 enmarcado; una maquetación, cuyas tipografías estampadas en dorado simulaban una especie de tratado. Pregunté si simulaba alguna clase de documento histórico, a lo que Ordóñez se sonrió negando: “En realidad es una reflexión mía sobre ‘el descubrimiento de América o el Nuevo Mundo’. Me lo pidió la galería La Ecléctica para una exposición individual en Huelva este mismo año. La instalación se llamó No-va descriptio… ¡Espera! ¿Quieres que te enseñe algo?”. A lo que los visitantes asintieron con expectación. La artista desdobló una de sus grandes telas en las que se podía leer “Americae Sive Novi Orbis. No-Va Descriptio” y prosiguió su explicación: “Un error muy común sería traducirlo como ‘América o el Nuevo Mundo, sin descripción’ en lugar de ‘nueva descripción’, lo que me lleva a reflexionar sobre cuánto conocimiento ha podido perderse debido a esta clase de errores”. También sobre las relaciones de poder y, en este caso, en la configuración de nuestra mirada en cuanto a la invención de lo descubierto frente a lo que ya existe. Próximamente, Luisa Ordóñez participará como residente en la Bienal de Arte Contemporáneo Antofagasta Chile.
A su lado se encontraba uno de los integrantes de Role Studio (@rolestudio_es), el informático Alejandro Romero, mostrando tres impresiones 3D y cuatro láminas enmarcadas de las obras. “Junto a mi compañera Lara Marín, lo que hicimos fue capturar mediante la técnica MoCap (Motion Capture) los movimientos de la bailarina, coreógrafa y neurocientífica Eva Sánchez para representar físicamente los sentimientos encapsulados en dichas coreografías. Mismamente, en 2021 ya empezamos con este tipo de investigaciones durante nuestra colaboración con el Ballet Nacional de España (BNE)”, relataba Romero. Este trabajo, todavía en sus primeras fases de experimentación, se llama Del movimiento a la forma > De la forma al objeto (2024), sirviendo también como una plasmación de la dualidad constante, presentando un paralelismo entre la danza y la vida: momentos de gran vitalidad frente a los de bajas energías, de lo pasivo a lo activo, “o dicho en términos freudianos: entre la pulsión de la vida y la muerte”, apuntó Alejandro. 
Persiguiendo lo primitivo, Nicoläs Villamizar (@acondieresis) presentó sus pinturas y jarrones en su estudio de la Calle Juan Zofío 14. Una luminosa nave blanca con el graffiti por bandera y grandes referentes que pueden apreciarse en sus obras, como Haring, Basquiat, Modigliani y Matisse. El artista colombiano ha explorado así la esquematización de sus escenas, llevándolas hasta las líneas esenciales que bailan entre el trazado más contundente y el naive: desde las rayaduras hasta la propia mancha de color, pasando por los trazos de diferentes grosores. Sus personajes, generalmente mujeres, danzan en el caos entre formas vegetales, animales (sobre todo perros y pájaros) y otros personajes, atravesados de vez en cuando por letras de canciones o reflexiones del artista: “Risk is always better than regret” o “Cuando quiero paz te busco en mis recuerdos”. 
Y es que, en cuanto a la esquematización de lo pop, no podía faltar la visita a Factory Of Dreams de Óscar San Miguel Erice, más conocido como Okuda San Miguel (@okudart). Allí nos recibe la directora creativa Jen Martínez, junto a la gran cabeza de dragón que presidió el Corte Inglés de la Castellana por el Año Nuevo Chino 2024. “Ante todo, se trata de una búsqueda del yo que, evidentemente, pasa por atravesar los diferentes iconos de la cultura popular. Estos personajes nos influyen a nivel identitario y por eso aparecen de una forma o de otra en las obras de Okuda, además de encontrar su recurrente ‘estrella del caos’ o rosa de los vientos, por eso de la búsqueda introspectiva hacia el exterior, y claro, la dicotomía sobre la vida y la muerte con las calaveras”, explica Martínez mientras enseña obras, algunos productos en las estanterías y la pantalla de televisión mostrando vídeos de instalaciones. “Como puedes ver, también colaboramos con diferentes marcas e instituciones. De hecho, dentro de poco inauguraremos el nuevo revestimiento del Teatro Cánovas y, por otra parte, también anunciaremos una exposición colectiva por la Semana del Orgullo LGBTQIA+ en este mismo espacio el próximo 2 de julio”.
Sin duda, el recorrido no nos dejó indiferentes, ya que los artistas se mostraron cercanos y atentos con todos los visitantes. Una forma diferente de recorrer Usera y su actividad artística a través de una gran variedad de discursos que pasan de la exploración estética del arte urbano hasta el textil, el arte tecnológico y la cerámica, pasando por la deconstrucción de sesgos coloniales, la memoria de los lugares y las cuestiones de identidad, entre farolillos rojos y el incipiente calor del casi verano.
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