La Alianza Francesa de Málaga presenta hasta el 7 de abril el primer acto cultural de su programa de 2024 de la mano de la artista plástica Ana Castillo. En él se exploran su biografía y las diversas capas de su identidad a través de la pintura contemporánea. Además de retratar la estética de la Gen Z, Ana rompe los convencionalismos trabajando con el textil, por un lado, de una forma upcycling, y por otro, trabajando sobre tapetes y manteles de estilo andaluz, recuperando recuerdos de su infancia en Granada impresos en su crecimiento, junto a sus vivencias más recientes en Francia, Alemania o Grecia.
Traverser-lier-assembler (travesía-montaje-conexión) me parecía el título perfecto para la exposición, pues son tres términos coherentes con la doble nacionalidad, el apego, las raíces, pero al mismo tiempo cuentan una historia sobre el tiempo en relación con la producción de estas obras”, relata Castillo en cuanto a las motivaciones de su obra. Mediante un ejercicio de descomprensión, la artista ha recurrido a su archivo artístico de la última década para reencuadrar su propio marco contemporáneo para el espacio museístico de la Alianza Francesa de Málaga. Para ello ha planteado un recorrido por su obra, en parte inédita en España, y en parte ya conocida, a través de distintos bloques diferenciados cromáticamente.
A través de estos bloques, Castillo representa retratos de figuras que se ha ido cruzando a lo largo de los últimos años en las diversas escenas artísticas underground de ciudades como París, Leipzig, Ciudad del Cabo, o incluso Málaga. A través de sus pinturas, y sirviéndose de sus acercamientos a la cultura techno y rave, la artista sitúa a estos personajes en parajes utópicos y hedonistas donde el color ofrece un significado de acuerdo con los lenguajes visuales de la generación Z. Pero, y deteniéndose sobre todo en su propia biografía, Ana introduce además elementos de su infancia que se encontraban en casa de su abuela en Granada.
Como artista franco-española autodidacta que vive y trabaja en Atenas, la práctica creativa de Ana Castillo abarca la pintura y el dibujo, utilizando materiales poco convencionales como el denim o los tapetes de crochet. Recientemente, ha cambiado su enfoque hacia su entorno inmediato, y ha encontrado inspiración en sus propias fotografías y se ha apartado de los temas previos influenciados por las redes sociales.
Ana_Castillo_3.jpg
Para conocerte un poco mejor, ¿cómo es un día ‘normal’ en tu vida? ¿Eres de seguir una rutina, o improvisas a todas horas?
Mi rutina diaria implica pasar mucho tiempo en el estudio. Me levanto temprano y trato de salir a la calle para dar un paseo por la mañana. A mi regreso, escribo en un cuaderno donde mezclo pensamientos con listas, y siempre es la misma historia. Intento empezar a pintar o dibujar pero suelo concentrarme al final del día y empezar con lo manual después de todo este proceso de multitareas y procrastinación.
Traverser-lier-assembler se basa en un compendio de tus trabajos anteriores, ¿cómo ha sido el proceso de búsqueda y recopilación de tu vida artística pasada? ¿Te ha resultado complicado de alguna forma?
Como artista autodidacta y con doble nacionalidad, mi trayectoria ha sido un tanto caótica, mudándome cada dos o tres años entre Francia, España y viceversa. Sin embargo, tuve la oportunidad casual de participar en una residencia de artistas en 2019 en Leipzig, Alemania, una ciudad conocida como el nuevo Berlín y un referente en el mundo de la pintura. Fue un privilegio trabajar en un amplio estudio compartido con artistas internacionales durante tres meses, donde pude concentrarme y aprender de los demás durante el invierno hostil. Al final de la residencia, decidí mudarme allí desde París debido a su menor costo y las posibilidades de encontrar un estudio. Continué creando y exponiendo, aprendiendo mucho durante estos cuatro años, y hasta el día de hoy, un año después de mudarme a Atenas, sigo involucrada en la vibrante escena artística local.
Cuando me invitaron a exponer en la Alianza Francesa de Málaga, naturalmente quise contar esta historia, esta obra que he estado desarrollando desde entonces, sirviendo como un punto intermedio desde que dejé Málaga hace ocho años. El proceso implicó enviar toda la producción que he realizado hasta ahora y trabajar in situ. Fue muy espontáneo, creé ensamblajes con los lienzos sin montar perforándolos con ojales y presentándolos colgados junto con accesorios como bolsos pintados, abanicos, cintas. Al final, surgió una cronología con tonos cromáticos. Por ejemplo, hay una pared con ensamblajes con tono azul que representa el comienzo de la historia de la llegada a Alemania, hasta una instalación de una mesa con un tapete y manteles pintados que hice en Atenas especialmente para esta exposición malagueña.
¿Cómo has conseguido la convergencia de dos vertientes tan diferentes como tu pasado tradicional con el mundo de la Generación Z?
Bueno, no sé muy bien a qué te refieres con un pasado tradicional; hasta ahora noto que he pasado por una búsqueda constante, con mucha curiosidad, sin quedarme quieta. El contacto con la generación Z comenzó en 2019 y coincidió con mi interés por la cultura techno en Alemania. Salía a clubs y eventos de la escena artística donde se mezclaban diferentes edades y personas internacionales. Me fascinaban las historias de cada individuo y como se expresaban a través de su arte, música o estilo. Quise retratar a las personas con las que conectaba en la vida real y a través de redes sociales como Instagram, especialmente durante la pandemia.
Eres franco-española, ¿de qué forma ha influenciado la doble nacionalidad en tu obra?
En mi familia, el tema del exilio de los republicanos españoles está muy arraigado con una fuerte nostalgia. Nací en Granada, crecí en el sur de Francia y pasaba mis veranos adolescentes en el pueblo de mi abuelo, cerca de Granada. Después viví en varias ciudades de ambos países. En mi trabajo artístico, creo que se refleja una influencia de colores vibrantes con mucho contraste y cierto entusiasmo, aunque también existe un aspecto oscuro, quizás. Es curioso, porque cuando vivía en Alemania pintaba imágenes de España, y ahora que resido en Atenas, llevo conmigo este recorrido y encuentro interesante mezclarlo en mi obra.
Ana_Castillo_7.jpg
A nivel personal, y tratándose esta muestra acerca de tu propia biografía, ¿qué ha significado para ti configurarla con tanta carga emocional?
Es complicado explicar el significado, ya que cuando pinto o dibujo lo hago de forma muy espontánea, representando lo que me gusta sin pensar realmente en un concepto específico. En este sentido, es muy personal. De hecho, el título de esta exposición en concreto ejemplifica lo que es: etapas, momentos, tanto buenos como malos, como una catarsis.
Tu trabajo confluye entre muchas y diversas disciplinas, ¿cuál es tu favorita? ¿En cuál te sientes más cómoda?
Cuando era niña, mis padres siempre me alentaron a explorar actividades creativas. Mi madre se dedicaba a la fotografía en blanco y negro con una producción muy sensible, mientras que mi padre modelaba personajes en arcilla, lo que me inspiró a aprender a dibujar mientras lo observaba. Nunca dejé de dibujar, y más tarde, alrededor de los treinta años, descubrí la pintura al óleo. Desarrollé mi propia técnica, un proceso de experimentación y descubrimiento constante.
Ahora que vives y trabajas en Atenas, ¿qué diferencias encuentras en el panorama artístico entre la capital griega y una ciudad española como Barcelona, Madrid o Málaga por ejemplo?
Después de mi estancia en Alemania, deseaba regresar al Mediterráneo. Investigué sobre ciudades con una escena artística vibrante y, a través de las redes sociales, ya conocía algunos artist-run spaces. Resultó ser exactamente como lo imaginaba. Me encanta, siento que he encontrado mi lugar y me gustaría quedarme. En las redes sociales también veo muchas cosas sobre la escena artística española y francesa, así como sobre moda y música. Respecto a las diferencias, siento que los artistas a menudo se ven influenciados por sus referencias culturales, que se entrelazan con las tendencias más internacionales. Pero no soy experta (risas).
Atenas está en auge, y hay muchos artistas mudándose allí porque es más barato que otras grandes ciudades europeas. Como artista, ¿notas que se está fraguando algo? ¿Hay sentimiento colectivo, por ejemplo? ¿Cómo lo estás viviendo tú?
Llevo un año conociendo a personas que están involucradas en proyectos interesantes, además de haber participado en una residencia con una exposición individual en un artist-run space llamado Living Room Athens. He notado que, aunque la ciudad sea grande, la escena artística es pequeña y hay una sensación de experiencia colectiva. Por otra parte, el salario es muy bajo, lo que hace que sea más desafiante buscar oportunidades para sustentarse.
Ana_Castillo_9.jpg
¿Qué supone para ti y qué importancia le das al upcycling en tu trabajo?
Me flipa el upcycling. Mi abuela española, Gloria, era costurera y solía realizar experimentos muy innovadores ya. Me inspiran desde diseñadores de moda hasta videos DIY por pequeños creadores en las redes. Estoy interesada en integrar este concepto con mi pintura sobre textil, incluso reutilizando obras antiguas para incorporarlas en nuevas creaciones.
En esta muestra introduces conceptos como las redes sociales, ¿crees que han ayudado a los artistas a promocionar su obra, o, por el contrario, han perjudicado otros aspectos como la propiedad intelectual?
Instagram sigue siendo una buena herramienta para conectar con personas creativas y con profesionales. Es muy cronófago, sigo a muchísimas personas del ámbito del arte, la moda, la música… estoy un poco adicta. He tenido muchas oportunidades de trabajo y colaboraciones gracias a ello. Claro que no es nada ideal, ojalá hubiera una alternativa más equitativa en este mundo capitalista.
Y para finalizar, ¿tienes en mente el concepto de próxima exposición?
Estoy entrando en una fase en la que quiero pintar en grandes formatos, en soportes como textil entre otros. Además, tengo proyectos de colaboración con artistas, músicos y una joven diseñadora de moda, ya sea en Atenas o en otros lugares. ¡Me atraen los proyectos diversos y originales!
Ana_Castillo_5.jpg
Ana_Castillo_4.jpg
Ana_Castillo_2.jpg
Ana_Castillo_8.jpg
Ana_Castillo_11.jpg
Ana_Castillo_12.jpg
Ana_Castillo_10.jpg
Ana_Castillo_1.jpg