Cuando pensamos en la Amazonia, lo más probable es que imaginemos una jungla inmensa donde no hay lugar para las relaciones sociales, ni para el arte, ni para el desarrollo cultural. Cuando estamos en contacto con la naturaleza, no pensamos que es el hábitat de pueblos y que vale la pena mantenerla viva y sana. El CCCB ha inaugurado su nueva exposición, Amazonias. El futuro ancestral, comisariada por Claudi Carreras, que se puede visitar hasta el 4 de mayo de 2025. La muestra es una mirada a la cultura amazónica que reivindica las voces autóctonas y, desde el arte, el pensamiento, la ciencia o el activismo plantean otras maneras de vivir.
“La historia indígena es una historia de extractivismo y de violencia. El arte llega en un momento de cura que nos da a todos nosotros la posibilidad de encontrar nuevas formas de entendimiento y de diálogo”, comenta Rember Yahuarcani, artista y activista. La Amazonia es inabarcable, atraviesa nueve estados donde viven más de treinta millones de personas y es imposible que haya una cultura global. Esta muestra abraza todas las amazonias y muestra la singularidad de cada estado.
Esta región es fundamental para comprender los desafíos ecológicos a nivel global: la deforestación, el cambio climático y los conflictos territoriales. Sin embargo, más allá de las visiones catastróficas, la exposición destaca propuestas de vida alternativas. Las inquietudes y realidades de cada estado se reflejan artísticamente de formas diversas. Esa es la esencia, ahí es donde debemos poner nuestro foco.
La exposición nos lleva a explorar los ecosistemas amazónicos y las formas de vida y conocimiento que en ellos se desarrollan. Olores, sonidos y rituales de las comunidades se integran en un recorrido sensorial que busca ofrecer una experiencia única. Para lograrlo, el CCCB ha colaborado con expertos amazónicos de diversos ámbitos, como Jõao Paulo Lima Barreto, chamán y pensador, y la activista Eliane Brum. Su participación aporta autenticidad y profundidad a una propuesta que plantea que, en un contexto de crisis ecológica, recuperar la sabiduría ancestral puede ser una de las respuestas más significativas.
En la Amazonia no hay nada más importante que los mitos; las pequeñas historias que dan sentido y significado a la vida. Para conectar con los ancestros usan alucinógenos vegetales; de esta manera consiguen convivir en equilibrio los humanos y no humanos. A través de materiales audiovisuales y científicos es posible experimentar sueños rituales. Uno de los ejemplos es el mural pictórico de Rember Yahuarcani. La muestra también presenta una Maloca, el espacio comunitario sagrado para el debate y el aprendizaje que se ha construido para Amazonias. El futuro ancestral. Entre otras obras encargadas exclusivamente para esta exposición se encuentran los murales pintados por el colectivo Mahku o la instalación Dioses y espíritus de la nación uitoto, de Nereyda López y Santiago Yahuarcani, y la citada maloka, de Andrés Cardona y Emilio Fiagama.
Amazonias: un futuro ancestral va más allá de una exposición. Para entender cómo funciona otra manera de vivir no sirve con ir al CCCB, ver las obras y salir indiferente, sino que hay que introducirse del todo. Las actividades que se planean van desde talleres de arte y mediación, de arcilla, de creación radiofónica, de chamanismo, debates geopolíticos y de maneras de vivir y actividades para centros educativos, todos ellos liderados y dirigidos por artistas y expertos.