Monjas vestidas de Vêtements, Fernanda Ly y su característico pelo rosa, o los icónicos zapatos Tabi de Martin Margiela son solo algunas de las imágenes más emblemáticas del mundo de la moda que Álvar Alcalde plasma en sus ilustraciones. Sin embargo, y aunque no se le da nada mal, él es en realidad interiorista. De hecho, tras salir de la universidad fundó su propio estudio, del cual todavía hoy vive. En esta entrevista charlamos con él para saber cómo convive con esta dualidad, si algún día la ilustración se impondrá al interiorismo, y qué espera del futuro.
Eres diseñador de interiores de profesión y además ejerces de ilustrador por afición. Para saber un poco más sobre Álvar Alcalde, ¿cómo te definirías como artista? ¿Cuál es tu mayor interés?
Me considero un completo principiante como artista y además creo que nunca me llegaría a denominar como tal. Pero para hacer cualquier cosa que te propongas siempre tiene que haber un comienzo. Soy alguien que hace lo que le gusta e intento disfrutar de cualquier proyecto que empiezo y siempre con el fin de que el resultado final llegue a trasmitir una sensación, ese ‘algo’, como lo llamo yo.
Cuando terminaste de estudiar diseño de interior y siendo muy joven creaste tu propio estudio de interiorismo, un gran paso para una persona que recién ha acabado su carrera. ¿Lo tenías muy claro? ¿Fue una idea que ya contemplabas cuando empezaste la carrera?
En esa época creo que no tenía nada claro, solo pensaba en trabajar y en seguir aprendiendo. Abrir la tienda y el estudio fue en realidad todo un cúmulo de coincidencias –o de catastróficas desdichas. Siempre te planteas tener algo tuyo, crear algo que sea ‘tú’, pero nunca pensé que eso llegase tan pronto.
Cuéntanos un poco más sobre ti como interiorista. ¿Cómo es tu estudio? ¿Qué trabajos realizas y quién te demanda más?
Cuando creé el estudio tenía muy claro que quería ofrecer una propuesta diferente a lo que ya había en mi ciudad, algo mucho más fresco, más joven y accesible. Sabía que podía equivocarme, pero la vida consiste en el método de prueba y error, y sin darme cuenta ya son diez años los que llevo en esta aventura. Mi espacio tiene mi filosofía, lo que a mí me gustaría encontrar en un sitio, un poco ecléctico e incluso a veces un poco caótico, pero ante todo muy yo. Realizo desde soluciones muy simples como la decoración de un único espacio hasta un proyecto de interiorismo integral. Siempre digo que ningún proyecto es pequeño cuando hay ilusión por ambas partes. Eso es lo que intento enseñar a mis clientes: a participar y a disfrutar del mundo de la decoración y del diseño.
Sé que no es algo nuevo que cogieras papel y lápiz y te pusieras a ilustrar, pero nunca decidiste hacerlo profesionalmente. Seguro que tienes muchos dibujos guardados en un cajón, y los más recientes al menos, relacionados con la moda. ¿Siempre te has interesado por la ilustración? ¿Y por la moda? ¿Cómo combinas ambas esferas?
Desde niño me pasaba mucho tiempo haciendo garabatos. Recuerdo los manteles de papel de los bares llenos de pintarrajeadas, las mesas del instituto emborronadas de lápiz, papeles, etc. Aunque cursé estudios artísticos nunca llegué a verlo como un medio de vida sino como un hobby, una distracción. Es mi manera de divertirme al igual que lo es la moda, que me atrae y me apasiona. Creo que ahí está el nexo de unión entre ellas, con ambas puedo disfrutar de una manera única; es como un dos por uno.
Veo que tus ilustraciones son digitales y a veces las mezclas con lápiz. ¿Cómo hiciste el paso del dibujo a papel a la ilustración digital? ¿Ha afectado a tu creatividad o tu forma de trabajar, incluso a tu proceso creativo?
Empecé con el lápiz; siempre me gustó ese toque melancólico que tiene, el colorear sin color, pero notaba que el papel se me quedaba pequeño. Un día viendo artistas digitales y sus trabajos, me dije: “¿Y por qué no probar?” Y sin pensarlo me compré una tableta gráfica. El paso más complicado fue el mirar a una pantalla y no a un papel, al principio te sientes hasta un poco tonto porque tu mano va por un lado y la vista mira hacía otro. Pero en definitiva siento que no ha afectado para nada a mi forma de crear; de hecho, creo que me la facilita mucho más e incluso me resulta más divertido.
¿Te gustaría experimentar y dejarte llevar por otras técnicas? ¿Hay alguna con la que lo hayas intentado pero no te hayas sentido a gusto?
Ahora estoy muy centrado en el dibujo digital y las facilidades que me ofrece. De vez en cuando pruebo con alguna otra técnica como el acrílico, el collage o el papercraft, pero a veces mi trabajo y el tiempo son un poco mis enemigos y no me dejan experimentar todo lo que me gustaría.
“Siempre digo que mi mayor proyecto es seguir. En el fondo, no hay mejor proyecto que el día a día.”
Como comentaba anteriormente, del mundo de la moda sacas muchas imágenes para tus ilustraciones. ¿Qué te inspira tanto de ella? ¿Qué importancia tiene, más allá de a nivel artístico, la moda en tu vida?
Como he dicho antes, la moda es una de mis pasiones, es como mi asignatura pendiente. Pero cuando me inspiro en ella y la dibujo tengo la sensación de que a mi manera formo parte de ese mundo. La moda es otra forma de arte, refleja un poco lo que somos. Muchas veces una imagen es nuestra manera silenciosa de hablar al mundo, nos iguala y nos diferencia. En mi caso me sirve para expresarme, me visto según me siento.
En relación con la pregunta anterior, ¿quiénes son tus diseñadores favoritos o los que más te inspiran?
Mis favoritos son los primeros maestros de la costura, visionarios y revolucionarios, como el maestro Cristóbal Balenciaga, o Monsieur Dior, junto con otros genios más modernos como Margiela, McQueen o Galliano. Aunque en cuanto a inspiración, reconozco que ahora mismo estoy rendido por la frescura y lo atrevido de los diseñadores emergentes, sobre todo del panorama español: Euphemio Fernández, Peter Sposito, 44Studio, Palomo Spain, etc.
Leí en una entrevista que con tus ilustraciones quieres hacer sentir al espectador un ‘algo’. Lo defines como esa misma sensación que, como artista, te hacen sentir tus ilustraciones cuando las miras en la mesa de tu estudio. Cuéntanos, ¿qué te hacen sentir? ¿Y cómo quieres transmitírselo al público?
Es difícil de explicar ese ‘algo’. Es como ese sentimiento cuando miras a alguien y te das cuenta de que te gusta, o cuando estás en algún lugar y sin saber por qué te sientes bien, o incluso cuando miras un cuadro y te quedas inmóvil como si te dijese algo. Eso me pasa cuando dibujo. Cuando lo hago me siento así, mis ‘dibujitos’ me acompañan, crecen, se transforman. Dibujando me relajo, se para el tiempo. No sé si puedo transmitir esto a la gente que ve lo que hago, pero cuando alguien me escribe y me dice que le ha encantado alguna de mis ilustraciones, siento que lo he conseguido.
En tu Instagram se puede ver que te dedicas totalmente a la ilustración, pero vemos poco sobre interiorismo. ¿Alguna vez dirías adiós a ser diseñador de interiores para dedicarte en exclusiva a la ilustración?
El diseño de interiores y la decoración están ya en mi día a día, es una relación formalizada, nos hemos acostumbrado a convivir juntos. Por otro lado, el dibujo para mí representa esa parte de desconexión que todos necesitamos a veces. Dibujo porque me apetece, sin obligaciones, ahora mismo no es mi medio de vida. Pero, ¿sería capaz de dedicarme únicamente a dibujar? ¿Y por qué no?
Teniendo en cuenta el tipo de trabajos que haces, sería fácil colaborar con marcas o diseñadores. ¿Tienes o has tenido alguna propuesta así sobre la mesa? ¿Te gustaría?
Claro que me gustaría, siempre estoy dispuesto a escuchar ideas y propuestas de quien se ponga en contacto conmigo. Me encantan los retos y el poder colaborar con otras personas llenas de ganas, imaginación e ilusión.
¿Qué tienes entre manos actualmente? ¿En qué proyectos –que podamos saber– estás trabajando?
Ahora mismo, miles de dibujos por terminar y miles en mi cabeza por empezar. Siempre digo que mi mayor proyecto es seguir: seguir aprendiendo, seguir creciendo, seguir haciendo lo que me gusta y que la gente siga apreciando mi trabajo. En el fondo, no hay mejor proyecto que el día a día.