Al ave agapornis se la conoce popularmente por su condición de inseparable. Concibe su existencia unida a la de una pareja con la que pasa cada día de su vida. Así entienden la relación entre animales de compañía y personas Iván Jiménez, Toni Chaquet y Laura Mata, fundadores y editores de Agapornis Magazine. Una nueva publicación bianual e internacional que interpreta el amor sincero y recíproco entre estos seres desde una perspectiva actual y genuina: Cómo los animales influyen en la cultura visual contemporánea. Hablamos con ellos del lanzamiento de este proyecto.
Agapornis se declara como la conexión entre el mundo animal y la cultura, la moda, el arte... ¿Cómo se construye esta unión para vosotros? ¿de qué forma influyen y confluyen los animales con lo estético?
Desde siempre, el hombre ha encontrado inspiración estética en la naturaleza. Los animales, como parte de ésta, han guardado una estrecha relación con lo bello y lo artístico. En la actualidad podemos percibir su influencia en la cultura contemporánea, y creemos que ello se debe al auge de animales de compañía en los hogares y al protagonismo que está ganando su rol en la vida cotidiana.
American Apparel, por ejemplo, cuenta con una línea de moda para caninos. También existen muchos perfiles de redes sociales protagonizados por animales, como @mensweardog, donde un Shiba Inu se ha convertido en precursor de estilo como si de una persona se tratase...
A eso me refiero. Hoy los animales son protagonistas de series de televisión, películas, libros, redes sociales o estampados de moda. También diseñadores y arquitectos crean juguetes, ropa y casas especiales para ellos. Creemos que todo esto es síntoma de que la relación animal-persona está evolucionando.
Y queríais reflejarlo mediante Agapornis.
Básicamente, la idea surgió pensando en nosotros mismos. Los tres tenemos animales en casa y un día nos dimos cuenta que echábamos en falta una publicación sobre ellos, pero más acorde con nuestros gustos. Es decir, que fuera más allá de los simples consejos para cuidar bien a tu animal y explorase otros aspectos suyos.
¿Podremos conocer a los animales del equipo Agapornis en alguna ocasión?
Joy es el perro de Laura y aparece en uno de los primeros editoriales. Una pista, su madre era Dálmata... ¡A ver si le encontráis el parecido! (risas).
¿Qué significado tiene la elección del nombre de vuestra revista?
Los agapornis son unas aves que siempre viven en pareja y, si uno de los dos falta, al otro se le hace difícil continuar. Creemos en nuestro proyecto porque esta metáfora refleja muy bien el vínculo que se establece entre los animales de compañía y las personas cuando conviven juntos mucho tiempo.
Un vínculo que podría interpretarse como amor franco entre humanos y animales.
Pasan a ser uno más de la familia. El amor que recibes de ellos es absoluto, son seres fieles por definición.
Desde vuestro punto de vista, ¿de qué manera pueden influenciar estos seres en el día a día de las personas?
Más allá del momento de llegar a casa y que te reciban con una carita de haberte echado de menos, cosa que ya influencia (risas), pueden ayudarnos, servirnos de apoyo en muchos momentos y consolidar con nosotros una relación muy recíproca. En este lanzamiento hay un par de casos en los que hemos querido reflejar esta correspondencia tan particular.
Es como aquello de que el perro es el mejor amigo del hombre...
Estamos de acuerdo. Los animales son puro instinto, no tienen maldad, por lo que son unos compañeros estupendos que además pueden tener capacidades de interacción y soporte increíbles. Aunque, al final, cualquier animal puede ser el mejor amigo del hombre. Ellos lo dan todo sin recibir nada cambio.
Con tanto amor incondicional hacia el tema principal de la revista, la creación del primer número habrá tenido momentos muy gratos. ¿Qué destacaríais?
Lo que más nos ha fascinado ha sido conocer las historias de los protagonistas que aparecen en él. Cada relación de los animales con las personas es un universo distinto. También nos ha sorprendido mucho ver cuánta gente quiere colaborar en este proyecto, con lo que hemos podido deducir la pasión que realmente despiertan los animales entre la gente.
¿Cómo buscáis el contenido y cómo seleccionáis qué incluir?
Desde el principio teníamos claro que queríamos hablar de diferentes aspectos dentro de la relación entre animales y cultura, como el arte, el diseño, las asociaciones... ¡Hay mucho por explorar! Y nos morimos de ganas de contarlo en los próximos números.
¿Qué podemos encontrar en el primero?
Historias y temas muy interesantes, como instalaciones artísticas para perros, cómo los gatos pueden ayudar a tratar el Síndrome de Asperger, un editorial de moda... Pero nos gustaría destacar, sobre todo, el reportaje de Galgos 112, una asociación que lucha por recuperar a los Galgos maltratados. En cada número pretendemos hablar de las asociaciones que defienden el bienestar animal y sus derechos cada día.
¿Cómo se presenta el panorama de estas organizaciones en la actualidad? ¿Irregularidades? ¿Transparencia?
Todas las asociaciones con las que hemos estado en contacto nos han parecido transparentes, aún habiendo tantas. El problema está en que hay muchísimos animales que no se pueden rescatar porque es difícil llegar a abastecerlos sin que haya adoptantes suficientes. Es un pez que se muerde la cola. Hoy en día aún hay un número considerable de animales abandonados y, sin la ayuda de estas organizaciones, no sería posible la recuperación de la mayoría de ellos y la sensibilización de la sociedad frente a esta problemática.
Sin duda, tienen un papel fundamental en la protección de estos seres, aún con los hándicaps a los que deben enfrentarse a diario.
Por suerte hay gente que no tira la toalla y se ocupa de rescatar a estos animales, darles un techo, alimentarles y buscarles un hogar o velar por su salud. Por eso en cada número queremos destacar la labor de una asociación distinta y aportar nuestro granito de arena, ya que nos parece que hacen un trabajo encomiable. Nuestra web incluirá próximamente la opción de pagar un poco más por la revista, diferencia económica que irá destinada a la asociación que aparezca en el número que se esté adquiriendo.
¿Hay alguien en concreto con quien os haría mucha ilusión colaborar en el futuro?
Tenemos una larga lista de gente que nos encantaría que participara, y probablemente la ampliaremos a diario: Ryan McGinley, Annie Leiboovitz, Sølve Sundsbø Ellen von Unwerth, Jürgen Teller, Frederik Heyman, Anton Bundenko, Hart + Leshkina, Oliver Stalmans, Michal Pudelka, Bruna Kazinoti… Y así sin parar. ¡Y esto son sólo fotógrafos! (risas).
¿Y algún homenaje a los colaboradores actuales?
Agapornis lo compone un equipo magnífico de escritores, ilustradores, traductores, fotógrafos... Nos gustaría destacar algunos de estos últimos como Wai Lin Tse, Esperanza Moya, César Segarra, Christian Colomer, Berta Pfirsich, Marçal Vaquer e ilustradores como Susana López o Eszerda. ¡Ha sido un placer tenerles en este arranque!
¿Qué sensaciones esperáis que se lleve la gente de Agapornis? ¿Cuál es vuestro cometido final con la publicación de esta revista?
En general, que empaticen con ella, que se emocionen con las historias y que les resulte visualmente atractiva... ¡Que se queden con ganas de más! Y, si alguien aún no tiene mascota, que se decline por tener una y la adopte. ¡Ojala! (risas).
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