Un papel y unos rotuladores son todo lo que Adrià Colorado necesita para ponerse manos a la obra e idear una nueva colección. Quizá esos sean tan solo los utensilios, ya que para idear sus diseños también se necesita una gran dosis de imaginación infantil y un gran conocimiento de patrones y técnicas de diseño de moda. Lo que comenzó como un idilio con el dibujo y las pocas revistas disponibles en el kiosko del pueblo acabó transformándose en pasión, y de ahí a profesión. Tras dos colecciones, dos fashion films, varios desfiles y un éxito arrollador en redes sociales, charlamos con él para descubrir cómo fueron sus comienzos y cómo es capaz de seguir creando sin perder la inocencia de un niño tras adquirir las tablas de la sastrería y la innovación.
¿Qué fue lo primero que dibujaste de pequeño?
No lo recuerdo, pero seguramente algo del mundo animal o natural. Me apasionaba dibujar árboles y animales.
¿Cómo recuerdas que te sentías entonces al dibujar?
Recuerdo que era mi momento de mayor felicidad. Me encantaba quedarme solito y disfrutar de ese rato, estar en mi mundo... Mientras otros chicos jugaban al fútbol, yo dibujaba. Siempre ha sido una de mis pasiones. Sobre todo recuerdo mi estuche de plastidecors, siempre iban conmigo.
¿Qué significaba para ti dibujar?
¡Pasármelo bomba! ¡Ser feliz! Poder plasmar cosas que tenía dentro. Como el que va al psicólogo y se desahoga hablando. Yo lo hacía dibujando. Aparte de pasármelo bien, también lo veo como una terapia. Entro en un estado de relajación mientras lo hago.
¿Se te daba bien?
Los profesores de plástica o dibujo siempre le decían a mi madre que me veían con muchas ganas, y que me apuntara a clases de dibujo. Y así fue, se convirtió en uno de mis cursos extraescolares.
¿Qué representó para ti la moda durante la infancia?
Recuerdo ir a la librería del pueblo y pedirle a mi madre que me comprara alguna revista de moda de las que había en el pueblo en aquel entonces. La finalidad era recortar las chicas que aparecían allí, para yo hacer mis propios collages. Recuerdo que jugaba a cambiarles la ropa que iba recortando.
¿Cuándo te diste cuenta de que lo que de verdad querías era dedicar tu vida a la expresión artística?
Es algo que siempre he tenido bastante claro. Desde pequeño siempre me fascinó el mundo del arte en general. Al principio siempre decía que quería ser pintor, luego tuve una época en que estuve apasionado por el mundo de la escultura y durante el bachillerato ya fue cuando acabé decidiéndome por el mundo de la costura.
¿Cómo fueron tus inicios en el mundo de la moda?
Todo comenzó en el bachillerato, como te digo, con el proyecto final de investigación. Mi trabajo consistió en analizar la trayectoria de Josep Font, a quien admiraba muchísimo, y a quien sigo admirando, y la posterior creación de una versión propia. Ese trabajo me permitió inspirarme en él para crear mi propia visión. Una vecina del pueblo que es costurera me ayudó, y una amiga de clase hizo de modelo. Siempre recordaré esa presentación, ¡fue muy divertido! Evidentemente, si miro ahora mismo el resultado de aquel trabajo final, no tiene nada que ver conmigo en la actualidad. De hecho, el producto final de aquel trabajo fue un vestido de volantes, muy romántico. Pero fue mi primera experiencia, mi toma de contacto con la máquina de coser.
¿Cuáles son los diseñadores que más admiras a día de hoy?
Walter van Beirendonck es mi mayor referente. Creo que compartimos una visión de la moda como arte y expresión artística, y veo su estética como algo muy familiar. J. W Anderson actualmente es uno de los diseñadores con más talento. También me gusta mucho Marques Almeida. Y aunque no tenga que ver con mi estilo, sigo admirando mucho el trabajo de Josep Font.
En términos de marca, me chiflan Kenzo, Marni y Prada.
Para mucha gente ser diseñador de moda es una especie de sueño abstracto antes de empezar una carrera, o antes de ponerse manos a la obra. ¿Cómo imaginabas la profesión al empezar?
Reconozco que me parecía más fácil visto inocentemente desde fuera. Cuando vas avanzando ves que hay mucho trabajo. Incluso en el primer año de carrera te das cuenta de que muchas cosas no se pueden llevar a cabo por cuestiones de patronaje y costura. Hay mucho que aprender, además de la constancia y el esfuerzo. Es una profesión muy sacrificada, ¡pero preciosa!
¿Qué fue lo más importante que descubriste en la escuela de diseño de moda a la que asististe?
La mayor lección fue que siempre debes seguir aprendiendo, la constancia es muy importante. Y también conocer cómo expresarme a través de los tejidos. Ahí fue donde descubrí que se me daba bien el mundo de la estampación, y que me apasionaba. Me di cuenta de que era mi mejor arma para expresarme visualmente.
¿Puedes contarnos un poco más sobre el proceso de creación de estos dibujos y sobre cómo se adaptan al terreno de la moda?
Siempre suelo partir de un tema de inspiración que luego me da mucho juego a la hora de crear estampados, ya sea por formas o colores. Cojo una hoja en blanco y suelo utilizar siempre la misma técnica, los rotuladores. Comienzo a esbozar hasta conseguir el dibujo deseado. Siempre busco una técnica manual que me dé ese trazado imperfecto, naif, e incluso infantil que tanto me gusta. Para finalizar, paso los dibujos al ordenador con pequeños retoques digitales y allí creo los definitivos.
Define uno de tus días de trabajo. ¿Tienes algún ritual o manía?
Mis días son variados. Algunos de ellos me dedico sólo a buscar referencias sobre lo que estoy trabajando, sobre todo mucha imagen. Soy muy visual y necesito esa inspiración. Hay días en los que me dedico a hacer patrones, o modificar algunos ya hechos. Luego a cortar las piezas de tejido y ponerme manos a la obra con la máquina de coser. Al final acaba siendo muy rutinario. Excepto durante la parte inicial de buscar temas e inspiración y trabajar con ello, la más creativa y la que más disfruto. Por lo demás... No soy supersticioso. No tengo ningún ritual, sólo empezar con muchas ganas el proyecto, mucha ilusión, pasión y una gran sonrisa.
Adrià Colorado empezó como una marca de moda masculina. ¿Por qué decidiste centrarte en este género?
Es más difícil trabajar el hombre, ya que no se puede jugar tanto con él como con la mujer. Pero yo siempre pienso antes en un look para hombre, me gusta más el hombre, me apetece más. Será porque me imagino a mí llevándolo, o imagino lo que me gustaría llevar.
Tu última colección desmonta las barreras tradicionales de género, algo que encaja con la actualidad respecto a la androginia, el transgénero y la diversidad. ¿Fue una decisión premeditada?
Me gusta tener siempre prendas unisex en la colección para poder jugar con los looks. Por ejemplo, la mujer que yo imagino no marca curvas. Es una silueta suelta que viene más del armario masculino. Y la silueta del hombre a veces ha pasado por el armario femenino, siempre sin perder la masculinidad. No es algo premeditado, son mis gustos e instintos.
Tus dos principales colecciones, Le Maroc y Rupestris, muestran una gran coherencia entre sí en términos estéticos. Sin embargo, se observa una innovación importante en Rupestris. ¿Crees que representa una madurez en tus diseños, al ser tu segunda colección?
Claramente. Además, con Rupestris he podido crear más looks, y se puede ver de forma más clara la idea de colección y la coherencia entre todos ellos, lo que me permite también explicar una historia más rica.
¿Qué opinas sobre la tendencia actual a la producción de moda sostenible? ¿Crees que es viable? ¿Crees que es necesario aplicar cambios a la industria actual?
Me parece una preocupación necesaria, es evidente que se necesitan cambios en la industria. Hay muchas marcas que nacen actualmente con ese branding y ADN, y les funciona muy bien, ya que hay una gran parte de consumidores que se interesan por el tema y cada vez más. Aunque también creo que es una tendencia actual. Incluso las grandes empresas se han dado cuenta del filón y ya empiezan aplicarlo en muchos de sus productos...
Uno de los puntos más destacables de tu marca es su presencia en las redes sociales, en especial Tumblr. ¿Cómo fueron tus inicios en la red social? ¿Por qué crees que tu Tumblr ha conseguido tanto éxito y qué te ha aportado?
Fue todo muy extraño y rápido. Me hice el Tumblr sin saber muy bien cómo funcionaba. Iba subiendo mis cosas, y un día recibí un e-mail por parte de Tumblr que me informaba de que me ponía como favorito en el apartado de moda. El número de seguidores que entraban día a día era una locura. Aún no sé decir cuál fue el motivo de atracción, pero creo que me ayudó a tener visibilidad, y ayudó a que mucha gente me conociera.
Actualmente creo que está un poco parado. La red social actual es Instagram, claramente.
Has realizado diversas colaboraciones con artistas visuales y músicos. ¿Puedes contarnos algo más sobre estas experiencias?
He colaborado dos veces con Josep Prat Sorolla para la realización de los dos fashion films para mi marca. Nos entendemos a la perfección, es como mi otra mano. En el primero, Le Maroc, contamos con la música de Slow Magic, y en el segundo, Rupestris, contamos con la música de Branded James. Además, tuve la oportunidad de vestir a Meneo durante la última edición de Sónar.
¿Cuál es la experiencia que más satisfacción te ha producido en tu carrera como diseñador?
Recuerdo la primera vez que me escogieron para poder mostrar mi colección en el showroom de la Mercedes Benz Fashion Week Madrid. También he disfrutado el poder realizar dos fashion films con un equipo que es un amor para poder mostrar las colecciones. Y sobre todo poder haber realizado el desfile de este verano.
¿Cuál es el mejor consejo que alguien te ha dado alguna vez?
Si algo te gusta, lucha por conseguir que se haga realidad. Y el consejo de mami: confía en ti, fuera vergüenzas y sé feliz con lo que te gusta.
Y Si pudieras darle un consejo a Adrià Colorado durante su infancia, ¿qué le dirías?
Nunca dejes de ser feliz, y lucha por tus sueños.
Abzzfrudnuxcmobwbibc.jpg
Eqrbwaynltc9vnizvg1s.jpg
Ec0v8npxehixvpfqpgim.jpg
Hytfauz47utphp6nwtqf.jpg