ACERO VOL. 7

¿Son dos años y medio tiempo suficiente para hacer balance de algo? La verdad, no lo sé pero siento que toca hacerlo. Lo que empezó casi como una idea descabellada en plena pandemia a fuerza de darle al coco por puro aburrimiento, ¿y si hacemos una nueva revista de música?, se está convirtiendo en un proyecto cada vez más ambicioso que en este número sobrepasa las doscientas páginas, casi el doble del primero que lanzamos a la calle. Todo un logro tal y como están las cosas. ¿Hasta dónde creceremos? Ni idea: hasta donde nos dejen. 

Por qué suelto todo este rollo, pensaréis aburridos ya a punto de pasar la página, pues porque releyendo la entrevista que publicamos en este número con Natos y Waor, protagonistas de una de nuestras portadas, me he puesto a dar vueltas a todo esto tan manido ya del underground y del mainstream, tratando de ver en qué espacio nos movemos con ACERO. Claramente, no estamos ni en un sitio ni el otro. Ojalá llegar al mainstream algún día, no en la forma ni en el contenido, por supuesto, pero sí en cuanto al número de lectores. ¿Quién no querría llegar a cuanta más gente mejor si tienes la oportunidad de hacerlo? Trabajar desde la, vamos a llamarlo, independencia editorial, es decir, no formar parte de un gran grupo, tiene, como os podéis imaginar, sus pros y sus contras. Vas a lo tuyo sin tener que dar muchas explicaciones a nadie, y eres libre de ir trazando tu camino como mejor te parezca y de establecer estrategias y alianzas con aquellos que consideras afines a tu proyecto. Y luego confías. Confías en que ahí fuera te van a entender y van conectar con lo que haces, te van a apoyar. Y cuando digo ahí fuera no hablo de una masa compacta, hay muchos elementos que pueden ayudar a que una revista se consolide, desde luego el público, los lectores, sois una parte importantísima; también, en este caso, los diferentes agentes de la industria musical, las marcas y, por supuesto, los colaboradores que número a número generan contenido tan fantástico como el de estas páginas. 

En el otro lado de la balanza, los contras pesan lo suyo: presupuestos ajustados, a veces muy ajustados, menor exposición de la que te gustaría o más dificultad a la hora de cerrar acuerdos, ese tipo de cosas que te complican un poco la vida, pero que aprendes con el tiempo a manejar de la mejor forma posible. Es algo que cualquiera que trabaje en una profesión creativa, moda, cine, música, arte… seguro que conoce bien. ¿Se pueden levantar proyectos en estas condiciones? Por supuesto que se puede. ¿Puedes traspasar tu entorno más inmediato y llegar al gran público? Natos y Waor son buen ejemplo de ello, pero también artistas como Dellafuente, Morad, C. Tangana, Bad Gyal o Rosalía. 

En este número se habla un poco de todo esto, de lo importante que es currárselo y confiar en que puedes llegar a lo más alto, incluso desde la independencia, como nos dice Juicy Bae, también en portada: “Yo con mi música pienso que puedo llegar hasta a ganar un Grammy, ¿por qué no? Creo muchísimo en mi proyecto y en mi visión”. Junto a ella, nombres que empiezan a sonar fuerte, cuidado con Metrika aka Madre Fundadora y ojito con Teo Lucadamo, también entrevistamos a Luna Ki y a Huda, apuntad este nombre si todavía no os suena, escuchamos música con Yenesi y Esty Quesada, conocemos mejor a Blanca Miró y Leticia Sala, y hablamos de moda con Sonia Carrasco y de cine con el actor Àlex Monner, que anda detrás de su primer largo como director. ¿El resto de covers? Abhir (lo prometido es deuda), Belén Aguilera, Paula Cendejas y Naiara, la flamante ganadora de OT. ¿Tiene sentido todo esto junto? Para nosotros desde luego que sí. Confío en que os guste y paséis un buen rato leyendo. Más en nuestra web, y por aquí en un par de meses.