La moda no para y el calendario no termina en París. Ha llegado por fin a la capital catalana la ola de creatividad que, cada temporada, inunda el Recinto Modernista Sant Pau y extiende su impacto a escala internacional. No solo la inclusión de marcas que visten a los mayores nombres de la industria, sino el espacio que abre a los nuevos talentos para presentar sus propuestas hacen de 080 Barcelona Fashion una de las semanas de la moda que más están tomando importancia en las agendas de todo amante de la moda que se respete, y desde este 24 de octubre hasta el 27 comprobaremos el porqué.
En su edición número treinta y dos, 080 Barcelona Fashion se dispone una vez más a hacer de escaparate para el inmenso talento de origen español que confluye en ese recinto tan icónico al que ya indudablemente asociamos con la moda y el arte, sin importar la época del año. En esta ocasión y sin mucha diferencia respecto a otras anteriores, la sostenibilidad representa uno de los pilares fundamentales para la organización y los creadores, donde la circularidad y el uso adecuado de las nuevas tecnologías se ponen al servicio de la creatividad para dar testimonio de cómo la consciencia ambiental no es un obstáculo para la construcción de un discurso propio, original y atractivo.
Un total de veinticuatro diseñadores conforman el cartel de esta edición, dentro de los que se cuentan nombres de trayectoria como Custo Barcelona y debutantes como Syndical Chamber. Dentro de nuestro top de imperdibles se encuentra Dominnico, quizás uno de los más internacionales, quien recurre a referencias originarias de la cultura japonesa como las gyaru y las lolitas para la construcción de un nuevo universo tan futurista y mecánico como a los que nos tiene acostumbrados. Carlota Barrera, quien ya ha desfilado en las pasarelas londinenses, trae por primera vez a Barcelona su particular estética y visión creativa, con una colección cuyos valores están bastante en sintonía con los del evento en general: la exaltación de la diversidad y el homenaje a la durabilidad y capacidad transformadora y adaptable no solo de las prendas sino de quien las usa.
Cherry Massia, Habey Club, Eñaut y Outsiders Division son otras de las firmas que prometen. La primera debuta con una colección que retrata la fusión entre el alma y el amor desde una perspectiva mitológica y haciendo uso de los códigos underground que la caracterizan, mientras que Habey Club también habla de este sentimiento, pero de forma mucho más terrenal, donde el cambio de hábitos y los propósitos vitales se traducen en técnicas y manipulaciones donde la preocupación por la sostenibilidad y el buen uso de los materiales se hace evidente.
Eñaut vuelve a la 080 cuatro años después de su debut con un críptico concepto de bajo el título Estertor, donde guiándonos solo por la corta descripción que ha compartido el diseñador, se deja entrever cierta oscuridad, desesperación y asfixia. En el polo apuesto habita Outsiders Division en su propio universo colorido, artístico y tan inadaptado como siempre, donde las manías y obsesiones de David Méndez Alonso se manifiestan a través de su estilo preppy-punk.