Los diamantes son eternos, y nuestra fascinación por ellos, también. Su brillo, valor y pureza les confieren un aura de algo inalcanzable. Y casi siempre lo son, pero gracias a Aristocrazy, ya no tanto. Si te pasas por su tienda en la Gran Vía de Madrid, puedes hacerte piercings en la oreja con piezas de joyería (la primera marca española que ofrece algo así) gracias a la colaboración con el estudio Customizarte. ¿Lista para querer hacerte un pinchacito más?
Sí, (muchas de) nuestras madres han luchado para que no nos ‘agujereemos’ el cuerpo. Pero lejos quedan los piercings de una adolescencia rebelde que demostraban ese deseo de ir contracorriente. Si supieran lo que hacen en Aristocrazy, hasta nos lo regalarían por nuestro cumple –o por cualquier otra ocasión porque, desengañémonos, un diamante siempre es una opción ideal (si no la mejor). ¿Pero qué hace que estos piercings sean tan especiales?

Para empezar, sus materiales: las once joyas exclusivas están hechas en oro de 18 quilates (kt), así que puedes usarlas como pendientes de primera puesta. También, lo bien hechas que están: los diamantes se engastan a mano por joyeros expertos, que tratan con mimo hasta el último detalle para que las piezas sean tan duraderas como las propias piedras. Y, cómo no, el estilo: huyen del clasicismo pero no de la clase. Las joyas son sofisticadas, finas, y delicadas, pero tienen ese toque contemporáneo, atrevido y creativo que hacen que puedas expresar tu personalidad sin palabras. Como último detalle, ten en cuenta que no saldrás de la tienda con un piercing medicinal, sino con la joya directamente.

No es la primera vez que escribimos sobre los piercings de Aristocrazy, sin ir más lejos lo hicimos aquí, pero hoy queremos hacer especial hincapié en los diamantes. ¿Sabes cómo se tasa un diamante, todo aquello que hay que tener en cuenta? Te lo contamos. Lo más importante son las ‘cuatro C’: color, corte, claridad y quilate (carat). El color de los diamantes se determina según la escala GIA, que va de la letra D (incoloro/blanco) hasta la Z (amarillo/marrón); en Aristocrazy, solo se usan diamantes blancos o extra-blancos que se encuentran entre las letras D y H. El corte convierte el material crudo en la piedra que todos tenemos en la cabeza, y según el tipo (redondo, marquesa, lágrima, cushion, etc.), hace que brille de una manera diferente y tenga más o menos caras para reflejar la luz. La claridad está relacionada con la pureza, con sus imperfecciones, y es lo que ayuda a distinguir uno de sintético o de imitación del ‘real deal’. Y los quilates, se calculan según el peso.

A estas alturas ya deberías estar convencida. Y si no, recuerda lo que dijo Marilyn Monroe: “Diamonds are a girl’s best friend”. Pero como los tiempos han cambiado, también nos dirigimos a ellos y a ellxs, porque los diamantes no son solo para chicas. Si te animas, puedes pedir cita aquí. Y mientras tanto, solo tienes que pensar qué joya quieres y dónde te la vas a poner.