Explosivo, beligerante, sincero y crudo; así es Napalm, el tema de Mueveloreina cuyo vídeo acaba de salir. El cuarto videoclip oficial de Carne, el álbum que el dúo publicaba la semana pasada, llega con fuerza para enterrar el sufrimiento personal que, tal como dice Karma, es como “casi librar una batalla con uno mismo.”
La letra, que tiene versos tan punzantes como ‘Tú querías jugar a doler. ¿Te pensabas que me iba a doler? Tú para mí no eres nada’, habla sobre “un amante más, alguien con quien sabía que jamás construiría nada.” Para ella, los versos que le dedica a esta persona –que define como “rota”– son “los tropezones de un vómito de lágrimas.” A pesar de ningunearla y demostrar lo bien que está, la cantante usa el napalm como referencia “para erradicar todo rastro de algo que dolió; reducirlo a cenizas y resurgir.” Porque, por qué negarlo, y tal como afirma la mitad de Mueveloreina, “hay amantes que duelen.”
El vídeo, que ha sido grabado, producido y editado por ellos mismos con el arte de Superfuerte, transmite un mensaje de ese concepto ya tan sobado y hasta prostituido de tanto mal usarlo: el del empoderamiento. “Para mí, una mujer empoderada es aquella que no espera que otros la protejan, que no espera que otros tomen las decisiones por ella, o que no necesita de una comunidad para sentirse realizada”, dice Karma. “Para mí, la mujer empoderada es la que no renuncia a su libertad y se responsabiliza de sus actos”, concluye.
Con un discurso en el que habla libremente de dolor, pollas, asco y superación personal, Karma huye de lo políticamente correcto y aceptado para hablar desde lo más visceral. “Es muy fácil ahora llevarte a la gente al bolsillo con un discurso edulcorado. Sencillamente me niego a faltarme al respeto como mujer, como persona, vaya. No puedo decir cosas que no pienso por ganar más likes o más seguidores. Soy feminista, pero de esas malas, a las que les han quitado el carnet.”
Y también como reivindicación, la liberación del cuerpo en toda su naturalidad. Porque, aunque redes como YouTube o Instagram insistan en lo contrario, los cuerpos de las mujeres –en especial, los pezones– no son inherentemente sexuales. “Cada vez me importa menos, aunque no deja de sorprenderme que en todo lo que compone la teta, el pezón, ese detalle que también tienen los hombres, sea el punto de censura.” Como bien reflexiona la cantante, “no acaban de entender que el hecho de mostrarlo con naturalidad acaba quitándole esa carga sexual que arde en redes.” Sin censura, tapujos, eufemismos o palabras edulcoradas, ya puedes disfrutar de Napalm.