Cada nuevo año de vida es motivo de alegría y celebración. Tratándose de una vida tan fructífera y exitosa como la de un símbolo que representa la constante creación, evolución y reinvención de una de las marcas españolas más exitosas del mundo, Tous, el festejo ha de ser por todo lo alto, y así ha sido. Con el Museu d’Art Contemporari de Barcelona como hogar durante una noche, la voz de Amaia amenizando la velada y cientos de amigos cercanos reunidos para soplar las velitas y cantar el cumpleaños al queridísimo Oso, la firma de joyería conmemora cuatro décadas de su icono, imagen de una historia que aún se sigue escribiendo.
Las paredes blancas e inmaculadas del MACBA se han tornado fucsias y se han llenado de corazones, todo por cuenta del icónico Oso. La firma fundada por la familia Tous en 1920 demuestra su amor hacia el que es quizás uno de los símbolos más reconocibles de la joyería con un festejo en la ciudad que lo ha visto crecer. El cuatro ha sido el número clave de la noche. Cuarenta años cumple el eternamente joven Oso, y en cuatro actos ha sido dividida la experiencia sensorial preparada por la artista gallega Marta Pazos para el evento: coctel, cena, concierto y fiesta. Con buen gusto, hasta para cuando de elegir propuestas culinarias se trata, al cóctel de bienvenida le ha seguido un menú inspirado en el arte del dim sum, diseñado por Meilan Kao y servido en una extensa mesa coronada por una pepita gigante de oro.
Recientemente nombrada embajadora de la marca y con una voz que siempre es un gusto escuchar, Amaia y su piano han dado ritmo a la celebración, con un concierto privado del que han podido disfrutar los más de 300 invitados, dentro de los que se cuentan nombres de figuras clave de la industria y amigos cercanos de la casa como Ángela Molina, Clara Galle, Esmeralda Pimentel o Rossy de Palma. Después, soplar las velitas, comer la tarta y a bailar, porque cuarenta años no se cumplen todos los días, y el Oso, que tantas alegrías ha dado a Tous, merece ser celebrado como la estrella que es.
