Tíscar Espadas no estudia las tendencias, pero sí la sociedad que las lleva. Tampoco le interesa Ifema, el recinto ferial que acoge la mayoría de desfiles en el marco de Mercedes-Benz Fashion Week Madrid. La diseñadora andaluza, a quien invitamos a nuestro podcast coincidiendo con su participación en la última edición de 080 Barcelona Fashion, prefiere las experiencias humanas que trascienden la moda, en las que el significante no esconde el significado y que no contradicen sus códigos éticos y estéticos. Es por ello que la creativa, que acaba de mudarse de Londres a Madrid, ha decidido huir de espacios carentes de alma y llevarse su última presentación a su estudio.
Concretamente, al barrio madrileño de Quintana, donde decenas de personas se agolparon hace poco más de una semana para conocer la nueva propuesta de Espadas, quien ahora pone rumbo a París para aproximarse a los compradores europeos. Todo ello mientras desvela su última colección, Capítulo IV, en Milán en formato digital. Y atención, porque también podremos verla en octubre en 080 Barcelona Fashion desfilando presencialmente. Nos lo cuenta.
Tíscar Espadas Metalmagazine 22.jpg
Tíscar, acabas de presentar tu nueva colección Capítulo IV en Madrid, antes de poner rumbo a Milán y París. Cuéntanos, ¿cómo estás y desde dónde nos respondes?
Te hablo desde el mismo lugar donde presentamos Capítulo IV, en mi estudio de Madrid. Tenemos una agenda cargada de destinos y presentaciones, pero siempre ‘mi lugar’, el sitio donde volver y donde se fragua todo, acaba siendo mi estudio, ahora en Madrid. En cuanto al cómo, la verdad es que estoy feliz. Hacer aquello en lo que una cree, ser honesta con lo que una es, luchar día a día e ir viendo cómo coge forma cada vez más consistente, en mi caso es lo más parecido a la felicidad. Nuestro proyecto va consolidándose de manera firme, a un ritmo que es el nuestro, sin desviarnos de lo que somos; y vamos dando pasos vitales hacia lo que deseamos ser. Este no ha sido un año fácil, hemos mudado el estudio y trasladado la dinámica establecida durante años en Londres a Madrid. Eso supone un sobreesfuerzo enorme pero, cuando me paro y veo lo que estamos sacando adelante y cómo se abren nuevos horizontes, me lleno de satisfacción. El ritmo de trabajo y la agenda es trepidante (Milán, París, Barcelona; sacar adelante la producción, nuevas propuestas…) por lo que no veo el momento de descansar, pero hay algo, tal vez la ‘creencia’ en lo que hago, que me da fuerzas y me hace respirar.
Septiembre es un mes especialmente movido para la moda. Las grandes capitales europeas acogen los desfiles más esperados, prensa y compradores se agolpan en presentaciones y showrooms… ¿Es importante estar presente en estos centros de la industria durante estas semanas?
Supongo que sí, ¡pero también creo que no! La moda, nos guste o no, es una industria, pero la manera de estar en ella cada cual decide la suya, dónde entrar y dónde no. Cada uno debe buscar cuál es su lenguaje, qué quiere hacer y cómo. También dónde.
Las semanas de la moda son importantes en cuanto a que son como una cita con la mayoría de personas que trabajamos en este mundo. Compradores, prensa y diseñadores se encuentran y reúnen estos días en las capitales. Me interesa ese sentido de comunidad, encuentro e intercambio. Su aspecto creativo, intelectual y hasta poético. Su parte frívola y superficial no me interesa en absoluto. Creo que participar en estos eventos es positivo, usarlos como plataformas de encuentros y para dar a conocer nuestro trabajo. Son una buena herramienta para proyectarnos al exterior e ir creciendo como marca, pero sin renunciar a nuestra personalidad y sin que nos devoren en nuestros principios. Tampoco creo que sean imprescindibles. No creo que haya un patrón establecido al que seguir, deberíamos apostar por entender cuál es nuestro lenguaje, la relación que queremos establecer con nuestros clientes y ser fieles a ello.
¿Y qué estarás haciendo en Milán estos días?
En Milán estará nuestro trabajo, ¡nosotros estaremos de camino a París! Cuando Sara Maino nos propuso volver a participar por segunda vez dentro del calendario de Milán Fashion Week, pero de manera digital, nos pareció una oportunidad estupenda para crear otro video que recogiese la esencia y mostrase la colección en un formato más cinematográfico, como anteriormente hemos venido haciendo con cada Capítulo.
La última vez que hablamos, en uno los episodios del podcast de METAL, acababas de participar en 080 Barcelona Fashion. Una apuesta por el formato digital, muy distinta a la fórmula por la que has optado ahora en Madrid. ¿Cuáles son las principales ventajas e inconvenientes de las presentaciones presenciales? ¿Y del streaming?
Creo que lo presencial siempre tiene algo mágico, de momento irrepetible y efímero, de ‘estar ahí’, que un vídeo o presentación digital no adquiere. Es como asistir al teatro o al cine. Cada obra necesita un lenguaje y un espacio para ser presentado, un marco que le da el sentido justo a la obra. Mi trabajo se basa mucho en lo tangible. Las prendas tienen infinidad de detalles que merecen ser tocados, descubiertos, transformados y sentidos. Prefiero, por tanto, lo presencial. Mis puestas en escena no son meros desfiles de modelos que portan la prendas, son experiencias sensoriales donde las prendas son vividas y forman parte de un momento único y de un universo estético mucho más amplio. Nuestra manera de mostrar nuestro trabajo forma parte del mismo impulso creador con que generamos nuestras prendas. Los olores, el sonido, movimientos, texturas, miradas… hacen que una presentación se convierta en un momento único e irrepetible, en algo con una historia mucho más valiosa.
La pandemia, a pesar de sus desastres, me trajo algo positivo. En un tiempo donde lo presencial se hacía imposible, lo digital se convirtió en una herramienta que nunca antes me habría planteado usar y de la que nos hemos beneficiado mucho. Me hizo descubrir otras formas de mostrar mi trabajo y otros formatos y lenguajes que me parecen también muy creativos y sugerentes. El lenguaje cinematográfico, donde los modelos y prendas interactúan en una historia, me permiten fantasear, crear y recrear, armar un argumento estético coherente con las colecciones.
Por otra parte, estas presentaciones en vídeos de nuestros capítulos nos permiten llegar a un público mucho más amplio y lejano, que no tendría acceso a nuestras muestras presenciales. Asimismo, este formato permanece y nos permite observar la evolución de la marca y las colecciones. Es por eso que lo veo como dos herramientas, dos lenguajes compatibles que pueden funcionar simultáneamente. Cuando presentamos digitalmente lo hacemos de manera más ‘cinematográfica’, más guiada. Y cuando presentamos físicamente, la intención es mucho más sensorial, casi como una “ópera” donde se mezclan los lenguajes y los sentidos.
Tíscar Espadas Metalmagazine 9.jpg
Lejos de apostar por grandes recintos o por el nada accesible Ifema, decidiste desvelar tu nueva colección en tu propio estudio, en el barrio de Quintana. ¿Tuviste clara la localización desde un primer momento?
Sí. Fue la ideal principal de donde partimos para la presentación. Queríamos presentar la colección en el lugar donde nació y se desarrolló. En nuestro espacio, nuestra casa y nuestra calle. Presentar nuestro trabajo en un barrio de Madrid donde no suelen pasar este tipo de cosas fue también una experiencia muy especial. Creo que nuestra visión de hacer y comunicar está muy alejada de lo que se presenta en Ifema.
Esta presentación fue muy diversa, precisaba de un espacio, de un ambiente que una pasarela de Ifema no nos permitiría. Deseábamos un intercambio de experiencias mucho más cercano, más humano, más mágico. Y por eso, diferente también. Para mí, el sentido de mi trabajo reside no solo en crear una colección y presentarla, sino en crear una pieza completa donde el espectador, nuestro cliente, viva con nuestras propuestas experiencias que despierten algo en su interior. Le hagan soñar. Por otra parte, la moda a veces se convierte en un sector muy selectivo e inaccesible. Y aunque sé que la ropa que fabricamos, por sus altos costes de producción, no es asequible a todo el mundo, la capacidad de sentir sí lo es. Me pareció muy bonito que entre compradores, estilistas y periodistas, también hubiera amigos, vecinos y gente de a pie de calle que se mezclaban todos juntos participando de un momento único y de un universo muy particular. La cultura sí que es y debe ser asequible.
Antes de adentrarnos en la propuesta, nos ha llamado la atención verte tan asentada en Madrid. Y es que, tras haber crecido como marca durante 4 años en Londres, te acabas de trasladar al que es tu país natal, ¿no es así? ¿Qué te trae por aquí?
Nos trasladamos a comienzos de años a Madrid. Londres me ha aportado muchísimo, me ha ayudado a construir mi universo creativo y me ha hecho crecer como diseñadora, allí valoraron mi trabajo y se abrieron nuevos mercados para mis colecciones. Todo lo que he vivió allí ha sido constructivo y enriquecedor.
Mi traslado a España no es una ruptura con Londres, sino una ampliación y un cambio de dinámica. Mi trabajo está a caballo entre Londres y Madrid, allí aún sigo con parte de la producción, materiales, distribución, etc. Pero me decidí a trasladar el estudio creativo y el centro de producción a Madrid, ya que creo que podía seguir desarrollando mi trabajo con mucha más calidad de vida desde un entorno vital mucho más humano y cálido para mí. Mis prendas encuentran sus compradores en sitios muy diversos (Japón, Estados Unidos, Suiza, Corea del Sur…), por tanto, el sitio desde donde se generen ya da igual. Debía de ser aquel que me ofreciese más posibilidades creativas y mejor calidad de vida. Elegí Madrid de nuevo. Londres es una ciudad maravillosa y más para la industria de la moda. Pero encuentro en Madrid un espacio aún inexplorado o más abierto a mostrar que la idea de la moda (tan dañada y deteriorada) es mucho más diversa y va más allá de los estereotipos creados. Sueño con poder crear –junto a la marca– un espacio de creación y encuentro mucho más amplio. En Londres no me lo podía permitir, en Madrid se abre su posibilidad.
¿Cómo ha afectado el Brexit a los diseñadores no ingleses que residían en Reino Unido?
Cada uno tendrá sus circunstancias. A nivel personal, al tener la producción a caballo entre España y Reino Unido, me ha afectado encareciendo de manera descomunal los gastos de envío de prendas, materiales, producción, etc. También haciendo aún más complejos los trámites y papeleos de aduanas, tasas, etc.
Treinta y dos piezas integran Capítulo IV, una colección en la que llevas trabajando nada más y nada menos que seis meses. Tu ADN sigue presente en forma de siluetas o tejidos que ya asociamos directamente con Tíscar Espadas. ¿Es esta una evolución de tus anteriores propuestas, o estamos ante un punto de inflexión en tu carrera como diseñadora?
Ambas cosas. Como diseñadora o creativa siempre me encuentro en esa dualidad. Yo, como creativa, estoy en permanente huida de lo que sé hacia lo que no sé, es una permanente búsqueda. Disfruto creando piezas nuevas, imaginando, patronando… en el deseo del ‘encuentro’, con la intención de siempre ir a mejor. Pero sí es verdad que todo parte ya de una base trabajada, de unas líneas, de una forma de cortar y componer, que son parte de mi manera de ser que permanece, y que hacen que siempre haya una conexión con el trabajo o colecciones ya hechas. Creo que ese punto de inflexión del que hablas es siempre la intención, pero así mismo no es algo consciente o que me preocupe.
La idea detrás de que cada colección sea un capítulo es básicamente esa; que las colecciones se complementen entre sí para crear una historia global y completa. No concibo mi trabajo como una sucesión de colecciones efímeras que descartan a las anteriores, sino como una obra continua y en permanente construcción y enriquecimiento. Mis prendas aspiran a no pasar de moda y a ser complementadas con prendas futuras que amplíen la narración. Por tanto, cada colección descubre, avanza e innova, pero no puede renunciar ni despreciar lo anterior ya que son partes de un mismo relato, de una misma historia.
Tíscar Espadas Metalmagazine 6.jpg
He leído que la empresa que te proporciona el algodón es la misma que produce los tejidos para los uniformes de la armada británica, ¿es esto cierto?
Sí.
¿Y qué hay de tu equipo? ¿Mantienes a las personas con las que trabajabas en Londres, o ha cambiado radicalmente a raíz de tu traslado a Madrid?
Hay un núcleo de personas con las que trabajaba en Londres y con las que sigo trabajando. Así mismo, me supuso un reto también encontrar nuevas caras y manos con las que contar aquí en España. Me gusta mucho (y necesito) tener una conexión cercana con la gente que trabaja conmigo en cada uno de los ámbitos. Intento hacer partícipes a quienes colaboran conmigo de la ilusión, la ‘creencia’ en el proyecto y el entusiasmo en el trabajo que desarrollamos. Para eso, es necesaria también una cercanía física y un contacto e intercambio permanente.
La puesta es escena de tu última presentación ha sido muy aplaudida por la crítica. Y es que si algo transmite tu universo creativo, es una personalidad arrolladora. ¿Prestan los diseñadores demasiada atención a las tendencias? ¿De qué forma te mantienes conectada con los gustos y la demanda de la calle, y cómo influyen en tu trabajo?
Creo que sí. Todo el mundo hace lo mismo ahora, ¿cuánta gente se casa este año? Veo las propuestas mostradas hasta ahora en Londres, Milán o Madrid, y una gran mayoría se inspiran en el matrimonio como punto de partida de sus creaciones. Eso es una tendencia, como muchas otras. Me sorprende siempre el vacío creativo de estas grandes marcas. Hay un mimetismo carente de personalidad que no me interesa. Creo que lo que diferencia mi trabajo es ese equilibrio en la balanza entre algo fuera de la tendencia, –atemporal– , y algo contemporáneo, real. Yo siempre estoy trabajando, hasta en el metro, simplemente observando y analizando qué y cómo visten la gente, el contexto, imaginando historias a través de su indumentaria, etc. No estudio las tendencias, pero sí a la sociedad que las lleva. Luego ya hago lo que quiero.
Ahora que ya estás instalada en España, desde donde prometes seguir consolidando tu visión y alcance global, ¿cuáles son tus próximos objetivos?
Mis próximos objetivos son seguir creciendo y consolidando la marca. Poco a poco, siendo reales y honestos con nosotros mismos. Ahora vamos a París para acercarnos más a los compradores europeos y encontrarnos con antiguos de lugares donde ya estamos funcionando Después, a finales de Octubre, participaremos en 080 Barcelona con una ampliación de la colección mostrada. Y entre otros proyectos, ¡tenemos que sacar la producción y nuevas ideas adelante!
Tíscar Espadas Metalmagazine 2.jpg
Tíscar Espadas Metalmagazine 4.jpg
Tíscar Espadas Metalmagazine 14.jpg
Tíscar Espadas Metalmagazine 13.jpg
Tíscar Espadas Metalmagazine 21.jpg
Tíscar Espadas Metalmagazine 18.jpg
Tíscar Espadas Metalmagazine 7.jpg
Tíscar Espadas Metalmagazine 8.jpg
Tíscar Espadas Metalmagazine 15.jpg
Tíscar Espadas Metalmagazine 16.jpg
Tíscar Espadas Metalmagazine 10.jpg
Tíscar Espadas Metalmagazine 11.jpg
Tíscar Espadas Metalmagazine 3.jpg
Tíscar Espadas Metalmagazine 12.jpg
Tíscar Espadas Metalmagazine 1.jpg
Tíscar Espadas Metalmagazine 5.jpg
Tíscar Espadas Metalmagazine 20.jpg
Tíscar Espadas Metalmagazine 19 2.jpg