Quirófano y hospital por las mañanas, y micrófono y sintetizadores por las tardes. Y todavía tienen tiempo para la ilustración digital 3D. Así es la doble vida de Isa Fernández-Carrera y Sara Fra, mejor conocidas como r.e.a.l., dos chicas gallegas afincadas en Madrid de las que oirás hablar, y mucho, en los próximos meses. Su primer proyecto juntas fue Ombligo Studio, que comenzó con un fanzine pero que ha evolucionado hasta la animación 3D –prueba de ello, su último videoclip, 2008 (Keep On). Más tarde (y con una tercera integrante), crearon su primer grupo de música, Drama. Y a día de hoy lo están petando con r.e.a.l., un proyecto de música electrónica experimental con toques de minimal, dance y pop noventero.
Isa, Sara, os conocisteis en la universidad y parece que desde entonces no os habéis separado, así que ya os tenéis tomado el pulso. ¿Podríais describiros la una a la otra?
Imposible.
Vuestra banda se llama r.e.a.l. Así, con puntos, como si fuera una abreviatura. ¿Qué significa y de dónde viene? ¿Cada letra corresponde a una palabra, o es una forma diferente de escribir ‘real’?
Estábamos buscando una palabra que tuviese el mismo significado en castellano que en inglés, y se nos ocurrió r.e.a.l., que además nos representa bastante a nosotras y a lo que buscamos con este proyecto. Lo de los puntos simplemente es una forma diferente de escribirlo, darle un toque.
Vuestra historia debe ser bastante curiosa. ¿Cómo acaban dos cirujanas gallegas formando un grupo de música electrónica pop y un estudio de dibujo/diseño 3D en Madrid? ¿Por qué decidís dejar los bisturís, la anestesia y el hospital por los micrófonos, los sintetizadores y los escenarios?
En realidad no hemos dejado la medicina, sino que compaginamos las dos cosas: quirófano y hospital de ocho a tres de lunes a viernes (y en las guardias); y por las tardes (y cuando nos salen bolos), música. Y en algún otro rato, ilustración. Ambas nos mudamos a Madrid en 2018 cuando empezamos la residencia. Aprovechando que estábamos juntas en la misma ciudad y que nuestro anterior proyecto musical había terminado, decidimos empezar r.e.a.l., más orientado hacia la música electrónica. Ombligo Studio es un proyecto que creamos en la universidad al poco de conocernos y que ha ido evolucionando con los años hasta convertirse en un estudio de ilustración digital en 3D –intentamos relacionarlo también con el mundo de r.e.a.l.
Empezasteis en la música con Drama, un grupo que formasteis junto a otra amiga cuando vivíais en Galicia y que se disolvió cuando os mudasteis las dos a Madrid. Entonces nació r.e.a.l. ¿Cómo ha cambiado vuestra concepción y manera de hacer música desde entonces? ¿Es todo DIY y autodidacta, o os habéis ido formando con el tiempo?
Cuando creamos r.e.a.l. decidimos que queríamos dejar de lado los instrumentos analógicos y hacer todo completamente electrónico. Drama era synth-pop low-fi con la conformación típica –bajo, guitarra y base–, y con r.e.a.l. quisimos experimentar no solo en el estilo musical, más electro, sino también en el directo, la puesta en escena –siempre tocamos enfrentadas la una a la otra ahora–, y el diálogo entre las voces. Componemos todo de manera autodidacta, vamos aprendiendo poco a poco con cada tema. Y también echamos mano de un colega, Pablo Martín, que nos ayuda a pulir las bases y los efectos de las voces.
¿Qué es lo que más os atrae de mezclar electrónica, bases tech house y minimal con melodías vocales pop? ¿Y cómo habéis ido definiendo vuestro estilo a lo largo de estos años?
Nuestra intención era hacer algo electrónico, bailable, con una melodía vocal accesible que al mismo tiempo se fusionase con las influencias techno, electro, house, minimal, etc. que escuchamos y nos gustan. Sí que es cierto que nosotras notamos una evolución desde los primeros temas que hemos compuesto a los últimos. Quizá, cada vez somos poco más oscuras.
¿Cómo es vuestra rutina de composición?
Pues nos solemos reunir las dos y vamos componiendo capa a capa. Empezamos casi siempre por las bases para luego ir añadiendo las voces principales, letra, y luego los coros. Es todo bastante dinámico y suele ser un trabajo en equipo, aunque algunas veces una se involucre más que otra en algún tema en particular.
Tenéis una estética muy cuidada y definida. Uno de vuestros objetivos es que la imagen llegue a tener el mismo protagonismo que la música. En el videoclip de No queda perfectamente reflejado. Está claro que la música siempre ha ido acompañada inevitablemente de imágenes potentes (los videoclips, los escenarios durante las giras, las covers de los álbumes, etc.), pero, ¿por qué es especialmente importante para vosotras?
Qué mejor manera de reforzar un mensaje como es el de la música que con un estímulo visual, y por qué dejarlo en un videoclip cuando puedes llevarlo al escenario, a través de todas las disciplinas artísticas disponibles, como la video-creación o la moda. La estética es fundamental para ambas en nuestra vida, quizá por ello también apareció Ombligo Studio. Intentamos darle nuestro toque personal a todo lo que hacemos y crear un universo visual alrededor del proyecto que nos ayude a darle forma y a sentirnos satisfechas con él.
Hablemos del videoclip de No. ¿Por qué habéis contado con Mar Suárez para vuestro primer videoclip?
Mar es amiga nuestra y ya nos había ayudado con el grupo anterior. Nos flipa lo que hace, como trabaja y las ideas que tiene. Justo ella estaba viviendo en Lisboa y nos habló de que había muchas localizaciones que encajaban para grabar algo para r.e.a.l., así que allí nos fuimos a pasar unos días.
¿Cómo fue el proceso creativo y de realización?
Nos apetecía hacer un vídeo que reflejase nuestro rollo, y la verdad que los sitios que hay en Lisboa nos venían genial en cuanto a estilo arquitectónico y gama cromática. Antes de ir ya habíamos preseleccionado con su ayuda un poco los lugares donde nos gustaría rodar, pero luego allí fue todo bastante sobre la marcha. Del resto que supone la realización del video se encargó Mar. En cuanto a los estilismos, también fue todo un poco con ideas y cosas de las tres.
He leído que algunas de vuestras influencias van desde el rollo noventero de las Destiny’s Child a artistas más contemporáneos como Yaeji, Jessy Lanza o James Blake. Pero, ¿cuáles son vuestros referentes visuales y cómo los relacionáis con vuestros temas musicales?
Tenemos muchas influencias desde el punto de vista visual. Desde la arquitectura, con obras de Ricardo Bofill y Tomás Taveira; la ilustración y la animación 3D, con referentes como Hajime Sorayama, Claudia Maté o Jennifer Mehigan; la fotografía de Rebecca Storm, Maya Fuhr, o John Yuyi; el videoarte con toques VHS Super 8 de Julian Klinzewic, hasta el surrealismo de Filip Custic y Keith Ranking. También influencias del mundo de la moda; nos gustan mucho algunos diseñadores y marcas jóvenes como Paolina Russo, Maria Ke Fisherman o Misbhv
¿Qué opináis sobre el panorama de música electrónica en España?
Hay referentes y sellos con peso pero está muy lejos de estar tan explotada como en otros países. Es cierto que se hacen fiestas guays y que cada vez son más los festivales que incorporan escenarios solo de electrónica a su programación, pero por otro lado, se apuesta poco por el producto nacional y los artistas emergentes.
Cada vez hay mayor representación femenina a nivel musical, e incluso en el mundo de la electrónica, que hasta ahora estaba dominada casi exclusivamente por hombres (a excepción de mujeres míticas como Miss Kittin, por ejemplo), no dejan de aparecer nombres como Peggy Gou, Sophie, Avalon Emerson, Courtesy, y un largo etcétera. ¿Como os sentís en este aspecto?
Pues la verdad que todos esos nombres nos flipan, es un orgullo que cada vez suenen más nombres de mujeres cuando ojeas un cartel de un super festival o escuchas un podcast, un mix de un sello tocho o una radio guay. Sin ir más lejos, en Primavera Sound parece que hay bastante presencia femenina este año y nos flipa compartir cartel con Marie Davidson o Yaeji, que son además referentes para nosotras.
Si echáis la vista para atrás, ¿volveríais a seguir el camino de la ciencia para luego descubrir el de la música, o os lanzaríais directamente? ¿Cómo valoráis el cambio de rumbo que tomasteis ahora con más perspectiva?
No cambiaríamos nada, todo lo que hemos hecho hasta ahora nos ha servido y nos ha llevado a lo que somos ahora. Al final, más que un cambio de rumbo lo que hicimos fue un poco coger ‘The best of both worlds’, como diría Hannah Montanna. Las dos partes tienen cosas increíbles y estamos en posición de vivirlas todas.
¿Qué suena en vuestra lista de reproducción ahora mismo?
Fever Ray, Otha, Octo Octa y Coucou Chloe.
Además del musical, tenéis otro proyecto en común, Ombligo Studio, que comenzó con un fanzine pero ha evolucionado hasta la animación 3D. ¿Cómo encaja este proyecto en vuestra línea de trabajo, y qué os aporta trabajar en el estudio a nivel personal?
Cuando empezamos con Ombligo y con Fresh, nuestro fanzine, queríamos por un lado dar una salida a nuestra creatividad y usarla para enviar mensajes que nos parecían importantes, así como para compartir y fomentar el trabajo de otros artistas que nos gustaban, ya fueran colegas nuestros o gente que conocíamos a través de las redes sociales. Fue un proyecto que nos permitió aprender muchísimo así como trabajar con gente muy interesante, fuimos creciendo con él y se fue adaptando un poco a nosotras y a lo que nos iba surgiendo.
A través de Ombligo, cuando dejamos el fanzine, participamos en varias exposiciones colectivas, la mayoría orientadas a reivindicar el papel de las mujeres jóvenes en arte –incluso acabamos exponiendo en Los Ángeles con We don’t care anymore, de espacio Ananas. Fue en esta última etapa cuando nos centramos en la ilustración 3D. Intentamos que todos nuestros proyectos estén relacionados: la portada del EP y todo el artwork de nuestro ultimo videoclip, 2008, en 3D, lo creamos nosotras a través de Ombligo. Esta es la línea en la que estamos creando parte del soporte visual de nuestra puesta en escena con r.e.a.l.
A través de Ombligo, cuando dejamos el fanzine, participamos en varias exposiciones colectivas, la mayoría orientadas a reivindicar el papel de las mujeres jóvenes en arte –incluso acabamos exponiendo en Los Ángeles con We don’t care anymore, de espacio Ananas. Fue en esta última etapa cuando nos centramos en la ilustración 3D. Intentamos que todos nuestros proyectos estén relacionados: la portada del EP y todo el artwork de nuestro ultimo videoclip, 2008, en 3D, lo creamos nosotras a través de Ombligo. Esta es la línea en la que estamos creando parte del soporte visual de nuestra puesta en escena con r.e.a.l.
Sabemos que os podremos ver el 30 de mayo en el Primavera Sound, ¿qué otros planes tenéis para este nuevo año que acaba de entrar?
Hace pocos días publicamos un nuevo tema con video, 2008, todo hecho por nosotras. También estamos también preparando nuestro primer LP y tenemos varias fechas confirmadas que no podemos desvelar todavía, pero nos veremos por ahí.