Filip Custic no es sólo un artista. Es un ilusionista, un malabarista que se divierte con el arte, la gravedad y las leyes de la atracción. Su mente, generosa y abierta al mundo, explora y juega con la patafísica, la ciencia que estudia las irregularidades, las rarezas y la excepción. Su intelectualidad reside atenta y deseosa de comerse el mundo, y en las siguientes líneas nos cuenta cómo.