Entre tanto escenario, piernas cansadas y emociones acumuladas, hubo un sitio al que la gente volvía. El Primavera Sound Café by Pull&Bear no fue una activación más: fue ese rincón en el que se estaba bien, donde podías parar un momento, tomarte algo, escuchar buena música o simplemente observar el ambiente desde otro ritmo. Porque sí, había buen café, buenos sets y una atmósfera distinta, más relajada pero igual de viva. De esos espacios que no necesitan grandes estructuras para funcionar: solo buen gusto, intención y una programación bien pensada.

El espacio combinaba diseño cuidado, referencias gráficas reconocibles y una funcionalidad que se agradecía. Bajo el nombre Not Just a DJ – Vinyl Edition, la propuesta musical se centró en sesiones que aportaron una energía muy distinta a la del resto del festival. El jueves arrancaron Greta, Brieela y Malena, con sets abiertos, cálidos y contundentes —entrevista aquí—; el viernes, Pachanga DJs subieron la intensidad con su mezcla imprevisible y descarada —entrevista aquí—; y el sábado, Hula Hop cerró con una sesión medida, emocional y elegante —entrevista aquí—. Cada día tuvo su identidad, pero todas comparten algo: una energía cercana, sin artificios, que conectaba con quienes estaban allí.
La colección cápsula que acompañaba la activación tampoco pasó desapercibida. Creada junto a TOT PER RES, el dúo de ilustradores barcelonés, las prendas combinan humor, color y referencias visuales que encajaban con el imaginario del festival. Personajes delirantes, frases como “Wake, Sip, Dance, Repeat” y una estética entre lo infantil y lo irónico decoraban camisetas, sudaderas, tote bags o gorras. Sin necesidad de grandes campañas ni posados, las piezas fueron apareciendo por el recinto con naturalidad, formando parte del lenguaje visual del Primavera casi por ósmosis.
Y si el café fue una parada obligatoria para recargar pilas, también lo fue para quienes iban en busca del mejor street style del festival. A lo largo del fin de semana, el espacio atrajo a asistentes, artistas y figuras del universo digital que sumaron su mirada personal a la propuesta. Entre ellxs, Yuulieta, Alba Miró, Babisevi, Miguel Cobos, Clarice Cazauran, Bruna Bear, Linda Sza, Sophie Yuanlin, Gabriele Greco, Mattia Cividino, Jashlem, Davidson o Rayan Lvtt. Algunos con looks pensados al detalle, otros desde una espontaneidad más honesta, pero todos compartiendo algo: una forma de habitar el festival que tiene más que ver con la actitud que con la ropa en sí.
Con esta edición, Pull&Bear ha reafirmado su capacidad para conectar con lo que pasa, sin forzar ni sobreactuar. Su espacio funcionó como extensión natural del festival, como reflejo de una comunidad que no busca tanto el impacto como la conexión. Y aunque el Fòrum pueda ser un lugar de excesos, el Primavera Sound Café by Pull&Bear logró lo difícil: ofrecer una experiencia distinta sin romper el ritmo. Solo bajarlo lo justo para seguir bailando.













