Sabemos que las rupturas amorosas son dolorosas, horribles, desgarradoras… Pero para esto, Marita Alonso, periodista de moda y escritora, vuelve con Si echas de menos el principio vuelve a empezar (editorial Temas de Hoy), su nuevo libro para ayudarte a superar este mal trago, pues en sus propias palabras, “el objetivo del libro es hacer reír, hacer llorar es muy fácil. ¡Si hasta la cebolla lo hace, y no se esfuerza lo más mínimo en hacerlo!”
El libro está dividido en las diferentes fases del duelo, acompañadas de actividades que además de provocarte unas carcajadas tienen un porqué. Siempre nos han ensañado cómo amar, pero no cómo aprender de las rupturas y conocernos más nosotros mismos a partir de estas. “Supongo que el autoconocimiento es la nueva limpieza de colon: da miedo, pero sienta bien después”, especifica la escritora.
En 2017 publicaste Antimanual de autodestrucción amorosa, ¿por qué ahora uno sobre las rupturas amorosas?
Desde pequeños nos enseñan que el amor es maravilloso, pero no nos avisan de que el amor es como ese helado que tanto nos gusta: se acaba. Al descubrirlo, te hundes, porque no entiendes cómo te llevan preparando años para ese gran amor pero no para su gran final. Es como si nos enseñaran a despegar y se olvidaran de darnos clases para aterrizar: nos convertimos en terroristas del amor.
Dices que eres una desgraciada en el mundo amoroso. ¿Qué hace falta para considerarse una
desgraciada en este tema?
En realidad, he tenido la suerte de que la mayoría de mis ex no eran Satán (aunque alguno estaba cerca), pero he vivido el duelo asociado a cada ruptura tan mal que no me considero ya ni desgraciada, sino torpe. Sin embargo, siempre doy grandes consejos a los demás al respecto y he aprendido de mis propios errores. Supongo que he madurado o, lo que es lo mismo, me he hecho vieja. RIP, juventud: fuiste preciosa.
¿Cuántas rupturas amorosas son necesarias para poder dedicarles un libro? ¿Cómo ha sido el research, te has inspirado en otras personas?
Lo que hace falta es haber aprendido algo de la(s) ruptura(s) que hayas tenido. Me he inspirado en mis rupturas, por supuesto, pero he preguntado a mis seguidores y he leído decenas de estudios para que cada lector pudiera sentirse identificado. Con mi libro anterior hice algo parecido a publicar mi diario, pero con este he querido ayudar a la gente a crear su propio diario amoroso. Cada actividad tiene un porqué y proviene de un estudio. Es un libro lúdico, pero también didáctico. Como Leticia Sabater.
Los nombres que sí salen son los de tus famosos favoritos: Jennifer Aniston, Miley Cyrus o La Veneno. ¿Si tuvieras que quedarte con solo una ruptura, cuál sería y por qué?
Con la de Miley, porque se lió con su mejor amiga después de divorciarse de Liam Hemsworth y creo que es saludable y necesario que la pansexualidad tenga mayor visibilidad. Lo que me inquieta del caso de Aniston es que la gente está deseando que vuelva Brad Pitt. ¿Por qué le deseáis a esa pobre mujer que vuelva con el hombre que le puso los cuernos delante de todo el mundo? Es tan cruel como desearle la gonorrea a tu abuela.
Si cuando tienes el corazón roto es hasta difícil salir de la cama… todavía lo es más sonreír. Pero con Si echas de menos el principio vuelve a empezar, se me antoja que lo complicado es no echarte unas carcajadas. ¿Este era tu objetivo con su publicación?
El objetivo del libro es hacer reír, pues hacer llorar es muy fácil. ¡Si hasta la cebolla lo hace, y no se esfuerza lo más mínimo en hacerlo!
El libro también se puede considerar un especie de camino para el gozo de la soltería. En el cine, la literatura o las series se habla mucho del amor y del desamor, pero no de lo que viene después. Como dice el libro, una ruptura puede suponer una oportunidad para conocerse a uno mismo. ¿Qué opinas sobre esto? ¿Por qué el autoconocimiento no da tanto ‘morbo’?
Porque lo que más miedo da en el mundo es conocerte a ti mismo. Desde niños, vamos creándonos una coraza e incluso un personaje con el que actuamos por la vida, por lo que tener que tirar abajo ese caparazón y descubrir lo que hay tras él es aterrador. Es como esos realities de Divinity de obras en los que hacen reformas y tiran una pared sin saber qué hay detrás: puede que se encuentren con algo difícil de sobrellevar y la reforma les salga por una fortuna. Las rupturas son tan duras precisamente porque nos incitan a reflexionar y autoconocernos mejor, pero es beneficioso hacerlo. Supongo que el autoconocimiento es la nueva limpieza de colon: da miedo, pero sienta bien después.
Este ‘camino’ está dividido en varias fases, recogidas en varios capítulos del libro. Al leerlo, no he podido evitar sentirme identificada en cada una de ellas. ¿Cómo has creado este ‘proceso universal’?
Ojalá fuera mío, pero el proceso del duelo está más que definido. Lo que he intentado es ahondar en las situaciones que hay en cada fase e intentar plasmar cada uno de los deseos, tristezas, inseguridades y sentimientos que tenemos en cada paso. Creo se habla de forma muy superficial de cada etapa, pero no de lo que realmente acontece en cada una. Por muy bien que te tomes una ruptura, vas a pasar por esas fases, pero depende de cada uno el tiempo que se requiera. A veces es positivo tardar para realmente sanar el corazón roto, que es como un hueso: hay que curarlo bien para que después no de problemas.
Dices que nos tenemos que replantear cómo nos enfrentamos a las rupturas amorosos o la muerte en nuestra sociedad. ¿Crees que eso de la media naranja ha mitificado el amor?
La media naranja proviene de El banquete, de Platón, donde se cuenta que las mitades se esforzaron tanto por encontrar a sus otras mitades que al lograrlo, murieron de hambre e inacción al no querer hacer nada la una sin la otra. Este mito nos hace dependientes, y creo que aprender a ser independiente es clave para que tanto las relaciones como las rupturas sean saludables.
También hablas de la ‘mochila’ llena de traumas que nos llevamos al finalizar una relación. Pensándolo bien, estos traumas, ya sean miedo al compromiso o al rechazo, son las principales causas del fracaso de próximas relaciones. ¿Algún consejo o algún ‘anti-consejo’ para que la maleta no nos pese para siempre?
Pasar por un control de seguridad mental esa maleta emocional, como si estuviéramos en el aeropuerto. En el equipaje de mano no puedes llevar una crema de 150 ml, y en la vida sentimental, no puedes coger el avión a la siguiente relación con un ego pisoteado o celos demoledores, por ejemplo. Hay que saber identificar lo que llevamos en la mochila.
Metiéndome un poco en lo personal, aunque no mucho, ¿cuál ha sido para ti uno de los remedios infalibles para superar la peor ruptura amorosa? ¿O algún buen consejo que has seguid y sí te ha servido?
Los amigos y el humor. Me encantaría dar una respuesta prolija, pero es tan sencillo como rodearte de gente que te quiere y de ayudarte del humor, que es el Gelocatil de las rupturas y de la vida.
Tinder, la aplicación para conocer a otros solteros sedientes, también hace varias apariciones en las 224 páginas del libro. Amor obsesivo u odio son algunas de los sentimientos que desencadena. ¿Cuál ha sido tu experiencia en este universo paralelo?
En el libro anterior me obligué a tener un mínimo de tres citas Tinder para poder documentarme, y he descubierto que Tinder es como el bazar de la esquina de tu barrio: hay de todo, pero poco de lo que encuentres te será útil. Creo que hay que ser muy sincero desde el primer momento al utilizar Tinder, dejar muy claro lo que buscas y no andarte con rodeos ni jugar con los sentimientos de los demás. Bueno, esto vale para Tinder y para los bares, pero la gente se envalentona cuando hay una pantalla de por medio y hace más daño. Y manda más penes, claro. Antes qué pasaba, ¿te pintaban un pene en la servilleta del bar y te la daban?
En el libro aparece el concepto de los estigmas negativos de la soltería en lo que se refiere a mujeres. ¿Por qué crees que esto todavía es vigente?
Gloria Steinem dijo que una mujer sin hombre es como un pez sin bicicleta. Cambiaría ese ‘sin hombre’ por ‘sin pareja’. Una mujer sin pareja es como un pez sin bicicleta. El hombre soltero es un fucker, un soltero de oro, pero una mujer sin pareja a partir de los 30 es señalada como un bicho raro. La sociedad tiene miedo de que una mujer pueda estar acostándose con todo el que le apetece sin tener que dar explicaciones a nadie.
¿Quién no ha llegado a un acuerdo con un amigo del tipo, ‘Si a los 30 no hemos encontrado a nadie, nos casamos’? Este es otro reflejo de la media naranja, que nos está arruinando la existencia. Hay que defender el self-partnered, una nueva forma más positiva de ver la soltería que deja claro que estar soltero NO es estar solo. Aunque si eres mujer, ya sabes que incluso si te vas con tus amigas de vacaciones y os pasa algo, dirán que claro, os fuisteis de viaje solas, dejando bien claro que si no hay un hombre de por medio, prácticamente no existimos…
¿Quién no ha llegado a un acuerdo con un amigo del tipo, ‘Si a los 30 no hemos encontrado a nadie, nos casamos’? Este es otro reflejo de la media naranja, que nos está arruinando la existencia. Hay que defender el self-partnered, una nueva forma más positiva de ver la soltería que deja claro que estar soltero NO es estar solo. Aunque si eres mujer, ya sabes que incluso si te vas con tus amigas de vacaciones y os pasa algo, dirán que claro, os fuisteis de viaje solas, dejando bien claro que si no hay un hombre de por medio, prácticamente no existimos…
¿Qué le dirías a alguien que está viviendo una separación, a parte de que vaya corriendo a comprarse Si echas de menos el principio vuelve a empezar?
Le diría que se compre dos: uno para ese alguien, y otro para su ex.