María Ramírez, tras deleitarnos con sus piezas serigrafiadas y los usos estéticos del textil, lanza su primera colección de camisetas: Blomma Collection. Una línea que enraíza con diferentes ciudades que la han marcado de una manera especial: Estocolmo, Campoamor y Burdeos. Para María, cada una de estas ciudades guarda recuerdos muy importantes, y cada una de las flores y colores le traslada a esa ciudad. Todo un proceso de sinestesia que le ha hecho viajar de un color a un lugar.
Blomma nace de un proceso de investigación y creación. A principios de verano, María comenzó a trasladar la fotografía a técnicas serigráficas, y a la hora de seleccionar las imágenes descubrió que cada una la llevaba a recuerdos en distintas ciudades. Esos recuerdos inspiraron los colores centrales que componen el eje del proyecto. Burdeos, Estocolmo y Campoamor son los nombres de lugares que tienen una gran carga sentimental para la artista. “Tengo muchas experiencias que me han marcado, sobre todo en Campoamor y Estocolmo, porque he pasado más tiempo allí. Mi familia por parte de padre tenía una casa allí, por lo que he pasado gran parte de mi infancia junto a toda mi familia en ese lugar”, explica la diseñadora.
“He aprendido mucho de mi familia y sobre todo de mi madre, que siempre nos ha querido proteger de no ver muchas cosas. Ninguna familia es perfecta y es bueno darse cuenta”, confiesa. “Estocolmo fue choque cultural. Es increíble lo cerca que estamos y lo diferentes que somos. Me di cuenta que realmente los españoles tenemos muchas cosas que me avergüenzan y desprecio, pero a la vez empecé a valorar muchos de nuestros valores. Una vez más me di cuenta que ninguna ciudad es perfecta. Por otro lado, Burdeos me ha aportado experiencias más intimas y personales.”
Uno de los retos, a la hora de lanzarse a la creación de su propia línea de camisetas ha sido la investigación en cuanto a la cadena de producción. “Esta vez he aprendido sobre el tallaje de las camisetas y lo mal que producen algunas marcas de textil. He tenido que ver muchas firmas de camisetas hasta encontrar la que más encajaba con lo que yo quería. Creía que iba a ser fácil encontrar una camiseta con un patrón que se amoldara tanto al cuerpo masculino como femenino, pero ha sido difícil.”
María Ramírez une colores con lugares, una sinestesia que nace de los recuerdos y aquello que las ciudades te hacen sentir. Cuando le preguntamos acerca de qué color tendría Madrid, donde vive, no duda en decir que sería ocre. Blomma, ya disponible en su tienda online, es colección en la que se muestra el lado más personal de la artista, siguiendo al mismo tiempo un proceso 100% artesanal, ya que la diseñadora ha serigrafiado todas las camisetas a mano.