Si pensamos en Barcelona, una de las primeras imágenes que se nos vienen a la mente es la de Casa Batlló, un símbolo indiscutible de la ciudad y una de las obras maestras del modernismo catalán. Ahora, el edificio emblemático de Gaudí une fuerzas con la marca barcelonesa MAM para dar vida a una colección de joyas donde se unen naturaleza, diseño y arquitectura.
Esta colección nace a través de la mirada atenta de los elementos cerámicos que coronan el tejado de Casa Batlló. Esas formas ondulantes y orgánicas que evocan al dragón de la leyenda de Sant Jordi y que ahora, de la mano de MAM, se transforman en líneas suaves y dinámicas para dar vida a pendientes, brazaletes, anillos o earcuffs. Sea con las bolas que forman cada una de las crestas de la espina dorsal del dragón o reinterpretando sus formas curvilíneas, cada una de las piezas está diseñada, más que para ser simples adornos, para fluir con el cuerpo, como una segunda piel que nos recuerda que, de alguna forma, también somos naturaleza. Dos universos creativos que, al encontrarse, no solo dialogan, sino que se potencian. Porque esta no es solo una colección, sino una experiencia simbólica que conecta legado, innovación, tradición y futuro.
Una de las piezas más especiales de esta colaboración es el azulejo cromado en plata, concebido como un objeto artístico a gran escala. Una pieza que no solo reinterpreta la azotea de Casa Batlló, sino que trasciende su función decorativa para convertirse en un símbolo de la unión entre estas dos casas creativas, rindiendo homenaje a Gaudí y proyectando su legado hacia el futuro.
Y como no podía ser de otra forma, Gaia, el avatar conceptual de MAM, está muy presente en esta unión. Protagoniza una instalación situada en la planta baja de Casa Batlló donde la fachada se transforma en un lienzo vivo donde convergen el arte, la tecnología y el diseño. Gaia se convierte, una vez más, en el símbolo del vínculo entre la humanidad y la naturaleza, emergiendo como una reencarnación contemporánea de la creatividad.
