Cuando ves actuar a La Dani, toda su performance te hace sentir, en cierta manera, como cuando Bob Hoskins alucinaba al ver cantar a Jessica Rabbit ese mítico Why don’t you do right?, pero con un giro de guión mucho más alocado, cómico y sorprendente. La Dani, con esa melena alborotada y casi siempre vestida con un minúsculo y revelador conjunto de lencería, entona sus canciones con brío y naturalidad, involucrando siempre al público en su personalísimo show. Tan pronto te tira el cubata subiendo de golpe a tu mesa, como salta a la barra a taconear… Ella hace de todo y con todo, también me refiero a crear un gran proyecto musical. Con su álbum Banana Split y su fichaje por la discográfica Subterfuge ha demostrado poseer un trasfondo y unas ganas de contar sus propias vivencias, reflejadas en el vídeo que fusiona dos de sus grandes temas: El Proceso y Metatrans.
La Dani surgió en concreto hace 6 años, cuando te mudaste a Madrid, gracias al anonimato y la libertad que proporciona una gran ciudad. ¿Crees que sin la presencia de esta ciudad hubieses conseguido ser quién eres ahora?
Sí y no. Lo que me ayudó a encontrarme a misma fue ser forastera en una ciudad. Madrid ayudó, claro, la gente es moderna y más abierta.
Pero, ¿y si te hubieses quedado en Málaga?
Yo siempre he sido así. Pero al final de mi adolescencia creo que di un paso atrás por pura adaptación, no lo sé. Seguramente no sería quien soy ahora si me hubiese quedado. Pero Málaga y mis colegas también han influido a la hora de crear a La Dani.
¿Qué supone para tu figura como artista el haber nacido en esa ciudad?
Todo. Pero es algo circunstancial; nadie decide el lugar en el que nace. Aún así, mi forma de ser y mi folclore nacen de allí.
Te defines como no binario. ¿Qué crees que le queda aún a la sociedad española de aprender sobre este concepto?
Muchísimo. Yo aún tengo un montón que aprender. La gente no concibe lo que es no binario. Ahora se percibe más el concepto de trans pero lo no binario no se entiende tanto. Se debe visibilizar, hablar y explicar más. Yo hasta hace poco no me definía así, pensaba que era 'maricón' o 'travesti'. Es tan sencillo como explicarlo y, en mi caso, tengo la suerte de que mi realidad es queer, vivo en una burbuja.
¿Dirías que la industria musical española es amable a la hora de tratar con artistas no binarios?
Es que cuando me preguntan esto pues creo que a mí no se me trata bien por cómo soy o por cómo canto, se me trata bien porque funciono.
Muchos medios afirman que llevas lo de ser artista en la sangre.
Supongo que sí, es cierto.
¿Nunca viste ningún otro camino que seguir durante tu adolescencia?
Toda la vida he pensado que el ser artista era como un especie de fantasía. Estudié bachillerato artístico y luego un grado superior de decoración. Cuando era más niña, pensaba en dedicarme a la moda, incluso me fui a vivir a Bruselas, donde curré con una diseñadora. Ahí lo descarte debido a su superficialidad. Yo siempre he tenido el sentimiento de ser artista, pero nunca llegué a pensar que podría hacerlo, me iba por otros camino para lograrlo.
¡Entonces te interesa la moda! ¿Puedes nombrar algún referente?
Rosario Flores es mi mayor referente estético.
Volviendo a la música, se te ha tildado como 'la esperanza queer' de la música urbana, ¿qué te parece?
No lo creo. Ni soy la única ni tampoco la primera. Eso sí, estoy orgullosísima de esa etiqueta, sobre todo de la de queer. También siento que siempre hay que añadir esa etiqueta, por lo tanto termina siendo algo excluyente. Mi idea es llegar a todo el mundo, aunque sea siendo queer por bandera. Tengo un dilema con todo esto.
¿Crees que ahora se abusa de lo queer para usarlo como estrategia de marketing?
Sí, porque ahora es como novedoso y todos los medios quieren resultar inclusivos. A mí se me escapa un poco el concepto de queer.
Tu música ha sido definida como underground, ligada al mismo tiempo al reggaeton pero, ¿estás de acuerdo con esa definición?
Pues sí. Es underground y también reggaetonera, sobre todo lo último que he hecho. Antes de este proyecto jugaba más con los géneros, hacía algo más parecido al flamenquito. Siempre he escuchado reggaetón y flamenco pero también a artistas como Miranda; pero escucharlo no es lo mismo que poder defenderlo o representarlo. En mi casa, en la feria, siempre he escuchado los dos géneros. Yo quería hacer un disco que fuese sólido, con cierta cohesión. Pero ahora lo que quiero hacer no es solo puro reggaeton, no busco encasillarme.
¿Qué artistas te molan?
Chencho Corleone, Plan B, Queen, Lorna… siempre digo los mismos, pero es que son los que escucho.
“Como consejo yo diría, mira, ya que vamos a morir todas tienes que quererte y vivir como quieras. Nadie debe tolerarte, nadie está por encima de ti, el problema es de los demás, no tuyo.”
Eres una artista que se lo ha currado y que ha trabajado en mil cosas antes de poder dedicarse a la música. ¿Crees que esta industria no lo pone fácil?
Cuando me hablas de la industria pienso: ¿quién es esa? No, no es fácil. Puede pasar que llegues y triunfes, que se cumplan todos los requisitos: que tengas encanto, sex-appeal y que estés en un momento en el que funciones. Pienso que todo hay que trabajárselo y que es muy difícil, casi imposible lograrlo sin ayuda, sin gente con la que colaborar. Yo no puedo quejarme. Todo esto es algo que empecé de broma y que ha terminado funcionado. El apoyo es fundamental y, actualmente, estoy muy contenta con Subterfuge.
¿Qué consejo darías a todos los músicos que también se están abriendo paso?
Topicazo, pero diría que seas tú mismo, que seas fiel y buena gente. No puedes hacer música solo, al menos en mi caso. Debes ser agradecido, trabajar y currártelo y siempre pasártelo bien.
Banana Split, tu primer EP, podría decirse que ha sido tu primer gran trabajo, tu presentación oficial. ¿Cómo describirías la experiencia vivida a través de ese proyecto?
Yo lo tenía todo pensado antes de la pandemia pero, gracias a ella, pude dedicarle más tiempo y lo he interpretado como una señal divina de que debo dedicarme cien por cien a esto. Yo nunca me quedo únicamente en la música, nadie me viene a ver solo a cantar, es una performance que engloba también un baile, un vestuario y una actitud. Elaborando este disco lo he pasado muy bien y ha sido muy revelador. Ahora que he podido sacarlo adelante, he podido comprobar que las cosas pueden conseguirse.
Puede decirse que este EP ha sido un punto de partida. Ahora has estrenado los temas El Proceso y Metatrans. ¿Cómo dirías que ha surgido este doble proyecto?
Alejo Serra y Jorge Colomer me escribieron para hacer un vídeo. Yo no estaba muy activa, no me apetecía. Estaba hasta el coño de cantar todo el rato lo mismo, y les dije que deseaba hacer cosas nuevas y que si surgían, les llamaría. Pasó mucho tiempo y ellos mientras siguieron insistiendo. Cuando se me ocurrió lo del disco, les hablé y cuando quedamos para currar en Barely Legal, ellos me comentaron que querían coger las dos canciones para juntarlas creando un hilo narrativo. Muchos colegas nos ayudaron, como Celia Nacimiento, quien se ha ocupado del estilismo. Todos hemos puesto de nuestra parte y gracias a eso puedo decir que es lo mejor que he hecho hasta ahora. Ninguno forma parte del colectivo, pero han sabido entenderme así y colaborar conmigo, incluso empatizando y eso me hace sentir especialmente contenta con el resultado. Fíjate, por ejemplo, que no quería bailar, pensaba que era un cliché, pero me la colaron y dije: venga. Quedé con Merce, la coreógrafa, y me encantó la experiencia. Así que gracias a Alejo he descubierto que también puedo bailar y que por miedo al ridículo no lo hacía.
Entonces vamos a verte bailar más.
Sí, quizás lo meta en los vídeos o en el directo. Yo me veo capacitada. Deseo mejorar lo que ya hago para poder ir más lejos.
En este doble proyecto hablas de la identidad, de quienes se ocultan y engañan y de quienes desean encontrarse verdaderamente a sí mismos. ¿Dirías que has encontrado tu lugar?
Cien por cien. Tengo 28 años, debo seguir aprendiendo, pero ahora mismo soy todo lo que he soñado de mí misma. Nunca me he sentido tan yo como ahora, me reconozco en lo que hago.
¿Por qué crees que hay gente que sigue enterrando bajo convencionalismos su verdadera naturaleza?
Eso depende de tantas cosas. Alguno será por su contexto social, familiar… es muy fácil decir “sal del armario, sé tu mismo”, pero, chocho, cada uno tiene sus circunstancias y sus movidas. Yo tengo la suerte de venir de un sitio en el que, por expresarme como soy, no me matarían o me tirarían piedras. Como consejo yo diría, mira, ya que vamos a morir todas tienes que quererte y vivir como quieras. Nadie debe tolerarte, nadie está por encima de ti, el problema es de los demás, no tuyo. Que conste que yo no hago apología de nada, todo lo contrario, me río de eso. Lo que pasa en el vídeo es algo que he vivido, pero no ahora, que no lo permitiría. A mí nadie me esconde pero sí lo he vivido en algún momento de mi vida…
Por cierto, ¿tiene La Dani tendencia a pensar y masticar el pasado?
Tengo memoria, sí, pero el pasado es solo para recordar cosas guays, me ayuda a escribir canciones chulas pero sin anclarme en él.
¿Entonces prefieres abrazarlo o simplemente dejarlo atrás?
Prefiero vivir el presente y ya veremos lo que viene, pero sin agobiarse por el futuro. Hay muchas circunstancias externas, por eso es mejor abrazar lo que está pasando justo ahora.
En 2020 lanzaste tu primer EP que dio el disparo de salida a tu faceta como cantante. ¿Cómo fue para ti todo ese año marcado también por la pandemia?
Si te soy sincera, ojalá no hubiera pasado el 2020 y toda la pandemia pero yo no lo he vivido tan mal. Dentro de lo malo, este tiempo sola en casa me ha venido bien. Gracias a eso he podido hacer el disco y por eso diría que ha sido un año agridulce. Puede sonar egoísta, pero mi familia está bien y no he tenido que lamentar nada grave por culpa del Covid. Ahora sí me está pesando todo más, pues daba por hecho que todo iba a volver poco a poco a la normalidad. Me mudé sola pensando que iba hacer bolos, pero no. El 2021 me está ya dando por culo. Aún así, el próximo 30 de abril actúo en un evento online llamado Espacio Sonoro junto a Samantha Hudson y Rea Silver.