Gracias por apreciarlo. Yo creo que esta es una de las mayores aportaciones de nuestra película. Es cierto que hay vida y hay personajes enormes en esa primera secuencia. Para grabarla hicimos un esfuerzo de minimizar el equipo técnico al máximo y buscar un equipo humano que conectase inmediatamente con la sensibilidad de la sesión, todas técnicas mujeres cercanas a los feminismos. Tratamos de respetar el círculo emocional de las protagonistas, entrar en él despacio y lentamente, estar atentas a sus ritmos, dejarlas hablar. Se trataba, en todas las secuencias, de facilitar espacios para que sucediesen cosas interesantes, mágicas, y, una vez habían surgido, tratar de grabarlas de la mejor manera posible. Nunca al revés: diseñar la escena en función de la grabación. El cine documental a veces pierde el norte con el aparato visual. Yo creo que el objeto siempre tiene que ser prioritario y respetado.