Delicadeza, elegancia y una belleza singular definen a las piezas de Wihelmina Garcia, una firma de joyas surgida en el corazón de Barcelona. Las colecciones, producidas de manera artesanal y con mucho mimo, se nutren del caos y los contrastes de la ciudad, en combinación con la atracción enigmática e instintiva de la naturaleza. A continuación, Rocio Canals, la polifacética creadora de la firma, nos explica en detalle como consiguió hacer su sueño realidad a base de determinación, esfuerzo e ilusión.
¿Cómo surgió Wihelmina Garcia?
Wilhelmina Garcia comenzó hace ya más de un año. Siempre he trabajado como directora de arte en publicidad de moda. Durante un tiempo trabajé en Nueva York y París en boutiques creativas de “luxury goods”, pero por motivos personales volví a Barcelona. Decidí darme un respiro del mundo de la publicidad y me apunté a un taller de orfebrería. Allí comenzó Wilhelmina Garcia.
¿Cuál fue el mayor reto a la hora de crear la firma?
El mayor reto fue empezar desde cero y abrirme camino, poco a poco, cada día, sin perder la ilusión. Crear una marca no es solo diseñar, también hay que buscar los mejores proveedores, comunicar de manera atractiva, conseguir visibilidad, hacer que cuadren los números... Todo esto sigue siendo un reto diario que comienza cada mañana al levantarme.
¿Cómo definirías la personalidad de Wilhelimina Garcia?
Es especial y única, llena de imaginación y fantasía, pero a la vez muy orgánica y humana.
¿Nos podrías hablar sobre el proceso creativo que llevas a cabo para idear cada colección? ¿Dónde buscas inspiración?
Siempre digo que busco inspiración en Wonderland. Para mi wonderland es un lugar, una escena o simplemente un estado mental de delicadeza y belleza donde me siento cómoda para crear la joya perfecta. Me inspiro en un mundo de curiosidad e intuición, estoy bastante influenciada por la naturaleza y el caos de la ciudad. Me fascina la naturaleza muerta, el surrealismo en todas sus vertientes, los objetos raros...
¿Qué parte del proceso es con el que más disfrutas?
¡La creación! Mi cabeza nunca deja de trabajar... (risas). De repente estoy en el metro y se me ocurre algo, una pequeña idea que podría llevar a algo más, entonces, cojo la libreta y hago cuatro garabatos para no olvidarme ¡Es genial! Me divierte mucho.
¿De todas las piezas que has creado, hay alguna de la que conserves un recuerdo especial?
Cada una es especial y conservo bonitos y anecdóticos recuerdos. Por ejemplo, el Bird Skull Necklace y el Bird Claw Ring son piezas que creé gracias a una pequeña codorniz que nos encontramos un fin de semana caminando por un bosque de Inglaterra, y las piezas de los corales son de un viaje que hice a Brasil.
¿Con qué materiales te gusta trabajar?
Wilhelmina Garcia es una firma de joyas. Trabajamos con plata y oro. Para que el precio sea más accesible, empleamos plata chapada en oro en combinación con piedras preciosas y semipreciosas.
¿Nos puedes adelantar algún detalle sobre la próxima colección?
Mucha naturaleza y formas orgánicas.
Si pudieras elegir cualquier lugar ¿Dónde te gustaría ver expuestas las piezas de tus colecciones?
Pues, no lo sé, la verdad… En sitios donde la gente las aprecie y se vendan bien (risas).
¿Qué consejo darías a otros jóvenes diseñadores que quieran crear su propia firma?
Que se animen, pero que tengan en cuenta que verdaderamente hay que querer hacerlo y tener muchas ganas. Es un sacrifico enorme, aunque muy satisfactorio a la vez.
Para terminar ¿Qué planes tienes para el futuro?
Seguir haciendo lo que más me gusta, apostando por este pequeño proyecto que, a la vez, es un gran sueño.
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