En el instituto, cuando me di cuenta de que para ser veterinaria no bastaba con que me gustaran mucho los animales. Empecé a destacar en plástica, empecé a escribir unos diarios, empezó a interesarme mucho la literatura... Aunque la primera vez que destaqué fue mucho antes: en el colegio me mandaron una redacción cuando tenía 8 años y me inventé una historia, una especie de guerra entre plátanos y fresas. A la maestra le pareció muy original y la leyó en voz alta delante de toda la clase, yo me puse roja pero me sentí muy bien. A la semana siguiente nos mandó otra redacción y yo lo tuve muy claro, ni lo pensé: escribí la misma historia pero cambié las fresas por peras y los plátanos por manzanas. La maestra leyó la de otra niña y yo no entendí nada.
Estoy intentando huir de eso ahora, pero es verdad que hasta el momento todo ha sido velado con una capa de lo que fuera. Si ha sido mi nombre, lo he hecho de forma inconsciente, pero ahora que soy más consciente estoy intentando evitarlo con las fotos nuevas y con los poemas nuevos.
Es tan secreto que, si lo cuento, alguien de mi familia podría morir. Pero me he cortado el flequillo hace un par de meses para simular que no escondo nada.
El desencanto y la falta de agallas para decir las cosas a la cara en su momento. Todo eso que me callaba lo transcribía así, me salía solo. Me purgaba, como mi perra cuando sabe que tiene que comer césped. En aquel momento, escribir estos poemas era una necesidad que no pensaba mucho, y no sabía que iba a reunirlos después bajo este título ni sabía que estaba escribiendo todo el rato de lo mismo. Yo he llegado a una conclusión: hago fotos cuando estoy bien y escribo cuando estoy mal. En la fotografía me gusta que todo sea bonito, y con las letras me sale ensuciarlo todo o coger las cosas sucias y enseñarlas con buena cara.
Los que me marcaron fueron Vicente Aleixandre, Emily Dickinson, Sylvia Plath y Rafael Cadenas, entre otros. Más adelante me deslumbraron nombres vivos en recitales en Málaga, como Carmen López, María Eloy García, Cristian Alcaraz, David Leo...
Supongo que, para el que tenga tiempo y energía, sí; yo le dedico poquito y ya me parece un trabajo. Pero si te pones a mirar documentales de cuando no había redes sociales, te das cuenta de que la gente se conocía igualmente, lo importante es estar dentro de un circuito. Pero vaya, que sí, que claro que sirve. Cuando antes llegabas a 20, ahora llegas a 2000.
He conocido a personas maravillosas que estaban muy lejos, la magia de darle a un botón y que pasen muchas cosas físicas y reales al cabo de un tiempo, fuera de tu ciudad.
Me recuerda a cuando estudiaba en el cole los latifundios, los siervos de la gleba y la agricultura de subsistencia. Pero afortunadamente algunos ‘siervos’ emprenden, otros se van, otros luchan desde dentro de las instituciones y saben hacer muy bien su trabajo. Un lugar con mucho potencial. Está muy entretenido.
Porque no es cursi, ni rimbonbante, ni plasta, ni pesado, ni solemne.
Estoy trabajando codo con codo con Beatriz Ros en una exposición que inauguramos el día 21 de abril en la Sala El Palmeral, en Málaga. Preparando proyectos para el MaF, que es un festival que se celebra en Málaga justo antes del de cine y, gracias a eso, en el mes de marzo no hay ni un solo día sin actividad. Estoy metida en otros asuntos todavía secretos que me hacen mucha ilusión. Y también echando mi CV en establecimientos para conseguir un trabajo alimenticio.
Me han salido un par de proyectos muy buenos y alguien me mandó un whatsapp de madrugada muy bonito y por la mañana me dijo que no era para mí, que se había equivocado. El hit.
un cuadrado largo en el suelo rectángulo izquierdo
un agujero cuadrado en el suelo largo
un vacío rectángulo en el hueco izquierdo
y nada dentro
paseo contigo en bicicleta estática
el manillar no gira
y por más que corra
la bicicleta estática
a la fuerza
los bultos de mi cuerpo
se hacen más pequeños
el deporte será entonces
que pasen los años
y pierdas peso
mientras yo sudo
cuando no puedo más me tomo un relajante muscular
como si la tristeza fuera un músculo que se queda dormido
veo en la ventana el luminoso please EXIT
y lo confundo con please EXIST
cierro los ojos abro los brazos
soy un pájaro
soy un avión
mamá, mamá, yo de mayor
tú y yo cacareando
por separado
eso sí que es underground