Comenzar una carrera profesional cuando todavía eres un adolescente, y mudarte al otro lado del mundo con tan solo veinte años para hacer lo que más te gusta, solo está al alcance de unos pocos privilegiados que encuentran prematuramente aquello que les apasiona y son capaces de canalizarlo productivamente. Por esto, hay gente que hace videos y luego está Tomás Peña. Autodidacta, desborda creatividad, entusiasmo y buen rollo en sus trabajos, consiguiendo que te apetezca entrar en su ecléctico universo plagado de color y buena música. Hoy, hace una parada en el camino para contarnos su último proyecto para Reebok Creative Hub, en colaboración con otros tres creadores, y muchas otras cosas más.
Fue antes de cumplir los dieciocho en un estudio de diseño gráfico muy modesto de Murcia. La verdad es que en esa época era muy inocente y no sabía nada de la industria. Me gustaba dibujar y hacer pósters. Con el paso del tiempo veo todos esos proyectos del principio con cariño.
No sabría definir muy bien definir mi estilo, supongo que es un poco ecléctico. Me gustan las estéticas eléctricas y misteriosas, las historias con un twist inesperado, las imágenes eróticas, las animaciones de cualquier época y técnica. Hace unos años pensaba que mi estilo era todo lo que había visto en mi vida a la vez... y creo que sigue siendo algo así. Como soy autodidacta, he llegado a mi estilo a base de ser sincero conmigo mismo y de buscar las cosas que de verdad me gustan para luego reproducirlas a mi manera.
¡Uf, esta pregunta siempre es difícil! Tengo un mix bastante amplio y me parece imposible listar mis favoritos sin dejarme a nadie.
En una situación ideal, el cliente y yo somos amigos o me llaman porque hay algo en mi portfolio que les gusta. Mi trabajo al principio es escucharle, conocer sus necesidades y ver las cosas en las que somos afines. De ese modo, busco las conexiones que compartimos e intento dirigir el proyecto a una parcela donde el cliente esté contento y yo también.
Supongo que depende mucho del tipo de encargo. Hay proyectos donde puedo plantear un modus-operandi basado en la improvisación, y hay otros en los que tengo que medir cada detalle antes de hacer nada para que todo salga como debe. Lo divertido de mi trabajo para mí es esto, que cada proyecto sea diferente y me deje afrontarlo de distintos modos.
La idea es juntar a un grupo de creativos para crear el videoclip de una versión del hit de los 80 La ciudad en movimiento, de Aviador Dro. Bflecha está a cargo de la música, Krizia Robustella del estilismo, Elena Gallén de la dirección de arte y yo de la realización del videoclip. Estamos buscando a un quinto miembro para crear la portada del single en una convocatoria abierta a fotógrafos, ilustradores y diseñadores en la que se sortea un viaje a Nueva York.
Mis amigos de Soon in Tokyo me invitaron a formar parte del proyecto hace unas semanas y la verdad es que cuando conocí los nombres del resto del equipo me hizo mucha ilusión, pues está formado por profesionales que también admiro desde hace años. Me encanta colaborar con distintos artistas y es algo que se puede apreciar en mi trabajo desde el principio.
Me gustaría crear una historia fantástica, donde vemos como una ciudad toma consciencia propia y los edificios tienen distintas personalidades. No quiero contar mucho más para no romper el factor sorpresa (risas).
Me gustaría explorar formatos largos, es decir, hacer películas. Tengo algunos proyectos en marcha en fase de financiación y espero que pronto pueda hacer historias de más de cinco minutos.
Creo que ahora mismo está en el camino correcto. Siento que tengo un buen balance de encargos y trabajos personales. Por suerte, la línea que los separa se va difuminando y cada vez más los clientes me buscan por lo que hago en mi trabajo personal.
La vida de feriante es así, ¡hoy estás aquí y mañana allí! Me gustaría ir a alguna playa paradisíaca con mi chica antes de que termine el año.