La situación actual para empezar en la música es complicada, pero en este caso, las ganas pudieron a la falta de presupuesto y favoreció la unión de este grupo de amigos creativos, actualmente conocidos como Suave. La cara visible y al mismo tiempo la voz del grupo es Jon Rodrigo Arranz, su necesidad por componer canciones simplemente fue una evolución de su primera pasión, escribir guiones. En 2019, tras salir de su ciudad por primera vez, la vida le fue aportando aciertos y errores, los cuales un poco más adelante se convertirían en canciones. La soledad de esta primera experiencia en el extranjero, junto a una ruptura personal y el fin de sus estudios, dieron sentido a este nuevo EP titulado, El diccionario de las flores, en el que la reflexión y la soledad son los pilares fundamentales.
Thalamas, el productor del grupo, es un elemento clave en la ecuación de Suave, sus conocimientos de electrónica y el estilo particular de sus pistas eran lo que este grupo necesitaba. El diccionario de las flores te invita a tomar el control sobre tu propia vida, a dialogar contigo mismo y a deshacerte de todo aquello que no te gusta. En conclusión, a no dejarse llevar por lo establecido y a cuestionarse todo lo que has hecho hasta ahora, por muy estable y correcto que parezca, esto es Suave.
¿Quién forma Suave? En la biografía de Spotify pone que sois “a bunch of people”.
Suave es un grupo de amigos haciendo cosas creativas. Y yo, por ser la cara visible y voz del colectivo, también respondo a este nombre a nivel individual. Esta mezcla de gente, este grupo, surge en primer lugar por varias relaciones de amistad que pretendían trascender más allá de nuestro corrillo, pero también por la necesidad de agrupar ideas para combatir la falta de presupuesto. Cuando te metes en un tinglado como este, y quieres publicar piezas de las que realmente te sientes orgulloso, necesitas varias mentes y otras tantas manos. Yo tengo la suerte de tener amigos talentosos que pueden realizar ese trabajo. Ya hay varios ejemplos por ahí que nos interesan mucho como Cutemobb o Little Spain, que creo que representan una nueva forma de trabajar el arte y de retroalimentarlo.
¿Cuál es la historia detrás de ese nombre artístico?
El nombre como tal surge de forma orgánica y sin demasiado debate. Nos molaban palabras cortas, sonoras y en castellano. También representaba muy bien nuestras vibras en general.
¿Cómo fueron tus inicios en el mundo de la música? ¿Cuándo comenzaste a interesarte por la música electrónica y los samplers?
Empecé a escribir canciones por la misma razón que tiempo atrás escribía guiones: por una necesidad natural de comunicar. Siempre he ido detrás de esa sensación de estar creando algo. Mi movida es contar historias.
Se juntaron un par de cosas en 2019. Salí de mi ciudad para vivir fuera por primera vez, lo que supuso un puñado de aciertos y cagadas que podía contar en canciones. Por otro lado, apareció Thalamas en la ecuación, lo que era necesario para mi confianza. Él venía de un mundo mucho más ligado a la música electrónica, y tenía algunas pistas en esa onda que me interesaba depurar para llegar a un punto más pop. Esa era mi vaina, todo lo popular siempre me ha tenido enganchado y tratar de entenderlo era una obsesión para mí. Nos ha llevado un par de años ejecutar ese plan y pulir el sonido.
Tu estilo parece que sigue lineal desde la última canción que publicaste a la que has estrenado en primicia, S.O.L.O, ¿es así? El mensaje de soledad reparadora y como elemento de reflexión se mantiene, ¿es este tu legado musical?
Comparten atmósfera porque forman parte del mismo proyecto. Ambas se nutren de sonidos y drops mayormente electrónicos. Pero ese mensaje predominante del que hablas también responde al trabajo general. El EP no solo mantiene una relación sonora, también pretende unificarse en un concepto único e irrompible.
La soledad es sin duda un pilar importantísimo porque todas las canciones del álbum están escritas cuando me encontré solo por primera vez. Se me juntó una ruptura, salir de casa, terminar los estudios… Estaba yo solo y era un plan que no tenía. Tuve que digerir todo eso y este trabajo es mi primera reflexión sobre mí mismo, y de cómo me imagino en el futuro y de cuáles son mis inquietudes mientras, a ratos, se apodera de mí la nostalgia.
En este single dices que viajas solo para conocerte a ti mismo, ¿qué has descubierto que no supieras antes?
He descubierto casi todo de mí. Supongo que la primera vez que uno no busca el cariño en otra persona y tiene que alimentarse del suyo propio se da cuenta de cómo es. Había muchas cosas que no me gustaban de mí, pero florecieron otras tantas a las que tuve que agarrarme para moldearme y tener más claro lo que quería ser. Es entonces cuando llegan un montón de preguntas que ni se te habían ocurrido antes, porque tú solo querías ser un tipo más de la orla, normal, tranquilo... con tus cosas.
Es decir, probablemente me gustan las chicas porque a todos mis amigos les empezaron a gustar con 8 años y ya está. Fui a la universidad porque toda la gente de mi alrededor iba y no tenía ni idea de cuáles eran las alternativas. Y es probable que me enamorara de esa chica porque era la más guapa de sus amigas y poco me importaba entonces todo lo imbécil que pudiera ser. Yo tuve que tener esta conversación conmigo mismo y deshacerme de lo que no me gustaba. Como tomar el control.
Háblanos de la portada de El diccionario de las flores, ¿quién está detrás de ella? ¿Eres tú el cuerpo que aparece resurgiendo de las flores?
El artwork ha sido cosa de Jon Sánchez. Es una bestia y se nos presentó la oportunidad de currar juntos. Hemos conseguido cerrar una idea que llevábamos tiempo persiguiendo sin éxito. Y sí, yo soy el cuerpo que está siendo devorado por la naturaleza. De alguna forma era una representación de cómo, a pesar de todos mis esfuerzos, terminaría siendo yo mismo en algún momento, natural, con luces y sombras. Las flores también pretenden ser una representación de cada persona, de cada historia, y este disco les pone palabras, es un diccionario. Explica toda esta fotosíntesis de la que hablábamos. Me flipa como ha quedado.
Ya has trabajado con el productor Thalamas en otras canciones tuyas como Lejos solos libres locos. ¿Cómo surgió esta unión?
A Thalamas lo conocí hace ya varios años a través de uno de mis mejores amigos. Él estaba entonces estudiando sonido en Barcelona, y coincidíamos un par de veces al año en alguna fiesta. Un poco más adelante empezamos a tontear con la idea de hacer música juntos y empezamos a currar en bocetos que nunca se materializaron. La idea, más o menos, la teníamos, pero no sabíamos ejecutarla. Ahora puedo decir orgulloso que este trabajo alcanza gran parte de esa ambición y que mantiene algo de aquella inocencia. Hemos aprendido y mejorado muchísimo, lo vemos cada día. Tenemos un montón de cosas a medio hacer que siempre alcanzan un nuevo nivel. Thalamas es el número uno y si no esperaros.
Este nuevo proyecto que acabas de lanzar es el fruto de replantearte y reflexionar todo lo establecido en tu vida hasta ahora, ¿a qué se debe esta necesidad de cambios trascendentales?
Porque es la primera vez que no sé cuál es el siguiente paso. He tenido que parar un poco y darme cuenta de que necesito cambiar algunas cosas, hábitos o incluso volver a irme de aquí. Necesito conocer gente nueva y relacionarme en nuevos ambientes, crear con otras personas… necesito un poco más de adrenalina. Todo este último año ha sido un agobio y un bucle súper pesado la mayoría de las veces. Cómo te decía antes, me flipa contar historias, pero tengo que vivirlas. Y aquí no ocurre nada. Me hacen falta nuevos estímulos y nuevos paisajes para escribir sobre ello. Y todo esto sin olvidarme de que necesito currar y ganarme la vida.
¿Qué opinas del autotune, un recurso básico de tus canciones? ¿Si no existiera seguirías haciendo música o es un elemento esencial? Es uno de los recursos básicos de tus canciones, ¿hay algún motivo?
El autotune es un instrumento más de los que utilizamos. Tiene tantos recursos que a día de hoy seguimos cambiándolo o añadiendo nuevas formas de uso. Ahí está para el que quiera utilizarlo y escucharlo. Criticarlo me parece un retraso.
Si no existiera… haría una música diferente, mucho más cercana al folk. Este último año he empezado a componer con guitarra y cuando canto las canciones solo en casa les encuentro muchísimo encanto. Sin embargo, creo que con el autotune lo único que conseguimos es ampliar el abanico de posibilidades y es absurdo no aprovecharlo. Además de todo esto, en este trabajo tan electrónico era necesario utilizarlo para fortalecer el discurso y darle un sentido.
La estética visual del tema S.O.L.O es muy atractiva y limpia, ¿con quién has trabajado para conseguirla?
La idea original surge de una reunión con Jon Lusa y Oihane Amurrio, mientras escuchábamos juntos el boceto de la canción por primera vez. Con ellos trabajo la dirección creativa de cada proyecto y es muy fácil generar ideas. Creo que nos complementamos muy bien porque somos tres perfiles súper diferentes. Hay que tener en cuenta que tenemos presupuestos que rondan los cien euros y que prácticamente todo lo que se realiza lo hace alguien del colectivo. Lander, ue hasta entonces solo llevaba los temas burocráticos de Suave, me vino un día y me dijo: “Soy yo tío, ¡esta canción habla de mí!”. Me flipó esta conexión y vi claro que tenía que salir él. Que era él el protagonista.
Después, como casi siempre, fueron torciéndose los planes y tuvimos que cancelar el rodaje previsto y cambiar los espacios que teníamos. Tuvimos la oportunidad de alquilar el estudio blanco que aparece y construir una historia en ese espacio. Todo fue muy rápido y era la primera vez que yo dirigía un vídeo completamente solo, que operaba la cámara y que tenía que estar en la dirección de foto y arte también.
Hubo mucho de improvisación ese día. Gran parte de la culpa del buen resultado la tiene Santi Martín, que es mi amigo y estilista, y se montó unos lookazos que me volaron la cabeza. Además, el maquillaje de Marta Santos era impecable y así, entre esto, el espacio y el vestuario, se generó una atmósfera muy limpia y colorida. En el videoclip también participaron Javier Zubiaga, en foto fija, y Carlos Seijo como jefe de producción.
El tema Qué difícil es hablar contigo a veces, tiene el estribillo con un nivel mucho mayor de autotune del que suele utilizar, complicando así tu dialogo con el oyente, como su propio nombre indica. Sin embargo, en las estrofas el mensaje que transmites es claro, conciso y profundo. ¿Por qué juegas con esta contradicción?
Es mi tema favorito del EP. Creo que dimos con la mezcla perfecta entre sonido y mensaje. Mientras escuchamos un ritmo súper bailable, como de estos temas que suenan cuando entras al Bershka, cuento una historia que para mí era realmente triste. Pero la música me ayudaba a darle ese enfoque irónico de “bueno, no pasa nada, ya lo arreglaremos”. Esa es la verdadera contradicción del tema. La verdadera pelea. Y sí, el estribillo está más filtrado y metalizado con un vocoder que, como dices, complica la comprensión acompañando a la propia frase, pero es más un recurso musical que conceptual.
La canción Sin título es la más trapera de todas las del EP a mi parecer, prácticamente estás hablando con una base de fondo en lugar de jugar con tu voz y hacer melodías como en tus otras canciones. La letra es agresiva, dura y rompe con la onda que lleva el resto del EP. ¿Es por esto por lo que no has sabido como titularla y se ha quedado con ese nombre? Al salirte tanto de tu zona de confort, ¿no has sabido ni qué título poner? ¿O hay una historia detrás de esto?
Joder, qué guapo esto, (risas). La verdad que desde el principio nos pasábamos los archivos y como no tenía título se quedó con eso, pero no había caído en esta reflexión. Tiene todo el sentido del mundo. De primeras, es una canción que no pretendía serlo, porque nació de que empezara a escribir un texto para un cortometraje. Me gustaron tanto los conceptos que se trataban que la reescribí para que encajara en un formato musical. Son un montón de pensamientos oscuros seguidos, sin ninguna estructura fija y super experimental. En ningún momento de todo este proceso supe cómo titularla, y eso que le dediqué un ratillo un par de veces.
¡Qué curioso! Esto es como en el colegio en Historia del Arte cuando te ponían un cuadro de Goya y explicaban que la marca que había en no sé qué esquina era por no sé qué historia rocambolesca que yo siempre pensaba: “¿pero Goya seguro que lo hizo por eso? ¿Cómo lo saben?”.
En el tema Azul, ¿estás hablando de tu propia muerte? ¿El mensaje que transmites en esa canción se podría decir que ese es tu legado?
Efectivamente, Azul son mis últimas palabras. El tema de la muerte me ha obsesionado desde pequeño, y la idea de qué hay después de ella. Hice un ejercicio mental de imaginarme cómo sería ese día, quién estaría y cuáles serían mis últimas palabras. Y respecto a la segunda pregunta, podemos decir que sí, que hasta la fecha es todo mi legado, algo que va a quedar siempre, aunque falte yo. Es mi primer trabajo serio. Espero que solo sea el primer proyecto que forme parte de mi obra y que se le sumen muchos más y, a poder ser, en otras disciplinas. Tengo muchas ganas de hacer cine.
¿Qué expectativas tienes respecto a El diccionario de las flores? ¿Estás trabajando ya en tu próximo proyecto?
Nunca tengo expectativas cuando publico algo. Las expectativas las tengo cuando surge una idea y se cumplen cuando la realizo. A lo que venga después no le dedico ni un segundo de mi pensamiento, para entonces ya estoy desarrollando otra cosa y tratando de materializarla. Todo es súper efímero en mi cabeza, siempre tengo nuevas ideas que se devoran a todas las anteriores. Este EP, de hecho, junta todas las canciones que con el tiempo sigo queriendo y de las que sigo estando muy orgulloso. Y eso ya es muy raro en mí.
Tengo varios proyectos, algunos en marcha y otros en mente que me gustaría ir puliendo y publicando los próximos meses. Entre otras cosas la idea lejana de un álbum completo, algunas colaboraciones, o el EP con Itchy y Buco que arrancamos hace unas semanas en Mallorca. Fuera de lo musical, tenemos un proyecto bastante grande para inicios del año siguiente que ojalá podamos llevar a cabo. Más gente del colectivo está con proyectos personales también, Thalamas con un EP de música electrónica y Lander con un poemario que publicaremos pronto. Y bueno, todas las movidas que se nos irán ocurriendo.
 
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