Es una buena pregunta. Me la hacen muy a menudo y aún me cuestas responder objetivamente. Por definición, raw reivindica la belleza del proceso, tal como también hicieron los japoneses a través del wabi sabi. Pone en duda la belleza socialmente establecida para explorar nuevas acepciones. Se trata de un momento de constante cambio que nunca se da por finalizado, ya que si lo hiciera dejaría de tener sentido.
En otras palabras, es el “paralelismo con un momento de transición, en que se cuestiona la belleza como la placentera reacción sensible que se puede generar en torno a cualquier idea. Cuando ser sensiblemente amable o poseer fealdad no son opuestos, sino que pueden ser sinónimos. Tiene que ver con la receptividad del psiquismo al verse afectado de una manera u otra, cuya solución pretende verse involucrada en el racionalismo y al no ser posible puede causar frustración.
Esta frustración puede llegar a caer en lo mediocre y esta es de las pocas cosas que uno no puede ser, mediocre. La mediocridad se debe a una falta de sensibilidad, debida a una obsesión por un final objetivo y probablemente convencido por una utópica perfección; ¿y si este final es una falacia? ¿No existe? Entonces deduciremos que la belleza está en el proceso, y el proceso puede no ser bello, pero sí amable. Lo definiría como arriesgado, ambiguo e incierto. Pero perseguir un imprevisible final es triste y utópico, hasta irreal; aunque por ahora vivimos en una realidad aun tangible, que puede llegar a ser sensiblemente bella y fea a la vez en todos sus estados.”
“Hay que reeducar los valores del consumidor, apreciar la calidad por encima de la cantidad, valorar el trabajo manual como la artesanía, y el valor cultural por encima del material.”