A su corta edad, Sofía Malamute va por el mundo tomando fotografías de las personalidades más relevantes del arte y la moda contemporáneos. Su trabajo es una mezcla de talento, ambición y esa estética acromática que la caracteriza. Conversamos con la talentosa argentina sobre su arte y aspiraciones de hoy, y un muy prometedor mañana.
Era muy pequeña, surgió de forma inconsciente. Al principio no entendía bien qué estaba pasando, pero con el tiempo y la experiencia se fueron aclarando las cosas. Sin lugar a dudas tuvo un gran peso el incentivo y el apoyo de mi madre.
Mi hermana, sobre todas las cosas.
Rimini de Andreas Gursky.
Fue algo puramente espontáneo. Recuerdo que comenzó a darse como una estética clara y delimitada desde la primera fotografía que expuse en mi vida. Era una serie de tres fotos que tomé de mi hermana estirada en la cama. La serie formó parte de un concurso en el que participé, se llamaba Currículum Cero, y se exhibió en la galería Ruth Benzacar, en el año 2008.
La verdad que nunca lo había considerado, fue más un “let it flow” y aquí estoy.
Con buena onda y ambición.
Me hace sentir satisfacción y vértigo a la vez.
Fue una muy linda propuesta de un buen grupo humano. Una experiencia que volvería a repetir sin ninguna duda.
Percibo mucho talento, a menudo desperdiciado.
La adrenalina.
Una temporada en el infierno de Arthur Rimbaud.
Me gustaría que mi fotografía transmita algo más allá de las imágenes. Lograr comprender, desde mi punto de vista, una situación objetiva desde un lugar subjetivo omnipresente.
¡Tantas cosas…! La vida misma te sorprende, nunca se sabe con qué te puedes cruzar en el camino.
Mi familia, mis amigos y mi perrita, Yoko.
Las publicidades anti-tabaco en las cajas de cigarrillos.
Coming soon…
The future is now.