Esa luz cálida y tenue que baña la costa del Mediterráneo, el olor a pino y romero, las texturas y colores de la piedra caliza: así es el universo visual que precisamente respira la esencia de Shon Mott. Porque Kiko y Pep, sus creadores, forman parte de ese mundo. Ellos son hermanos, amigos, y ahora también comparten una línea de ropa caracterizada por la atemporalidad, los cortes minimal, y la funcionalidad de los materiales naturales de primera calidad. Ha pasado ya casi un año desde que la tienda de Barcelona abrió sus puertas, y tres meses desde la apertura de la primera en Madrid. Mirando atrás, los hermanos nos cuentan que, entre otras cosas, se trata de aprender a creer en tus ideas, saber escuchar, exigir la máxima calidad y, en lo que a la vida misma se refiere, desarrollar todas las pasiones que uno pueda llegar a tener, y lo más importante de todo, vivirlas.
La verdad es que es algo que siempre hemos tenido muy presente, es lo que vimos en casa durante nuestra infancia. Toda nuestra familia, tanto paterna como materna, se dedica a la industria textil. La creación de una nueva marca fue una idea que tuvo Pep al acabar los estudios. Él empezó a darle forma, a plasmar sueños y a poner ideas en común con el resto de la familia. El momento decisivo fue cuando nos surgió la oportunidad de conseguir nuestro primer local comercial, que además coincidió con la decisión de Kiko de regresar a vivir a Barcelona para involucrarse de pleno en Shon Mott, y así arrancar como socios.
Pep: Teníamos muy clara la visión de negocio, el estilo de vida, la línea de la marca y la imagen de las tiendas… Queríamos transmitir la corriente estética que reina en casa y proporcionar un buen producto de uso y calidad.
Kiko: Antes de Shon Mott pasé ocho años en Nueva York. Me mude allí en 2007 para estudiar Dirección de Arte y Diseño en Comunicación en la Parsons School of Design. Me formé profesionalmente trabajando con Stephen Gan (Vmagazine, Vman, Visionaire, CR Fashion Book…) y en la agencia de publicidad Lipman, especializada en marcas de moda y lujo.
Pep: Yo estudié Diseño de Producto en la Escuela EINA de Barcelona. Después de hacer un periodo de prácticas en la revista Hercules Universal, decidí cursar el Master G.E.I. en la universidad IQS de Barcelona, seguido por un periodo de prácticas para la editorial Taschen, en Milán.
Nuestro cliente habitual es aquella persona que sabe apreciar la calidad y la simpleza, que busca la elegancia en las líneas minimalistas o puras. Que sabe valorar una buena gama cromática e identificar un precio honesto y consecuente.
Se podría decir que lo que nos mueve son las sensaciones, las sensaciones cuando ves aquella pieza de arte que desprende perfección. Por ejemplo, la Rothko Chapel en Houston, la Casa Laberinto de Xavier Corberó, el Atelier Brancusi en París, o piezas como Blue Lines X de Georgia O’Keeffe, etc.
Buscamos la atemporalidad en nuestros diseños, la funcionalidad y la armonía. ¿Por qué no un jersey de cashmere 100% pero de una galga finísima para primavera/verano? ¿O un pantalón unisex? Queremos aportar conceptos nuevos a nuestras colecciones que mejoren nuestras vidas en el día a día.
¡Exactamente! Con nuestras primeras imágenes de campaña queríamos transmitir de una forma muy clara y fácil de comprender quiénes somos, de dónde venimos, los paisajes que nos atraen y nos inspiran, un estado de ánimo, nuestro cánon de elegancia… En definitiva, queríamos reflejar el lifestyle Shon Mott.
Pese a que somos malísimos… Sí, nos gusta coger olas. Normalmente en el Mediterráneo, ya que somos de Barcelona. Con suerte a veces nos escapamos al País Vasco… Pero lo que cada vez está cobrando más popularidad entre nuestros amigos es el wake surfing: surfear la estela de un barco, es una ola constante, perfecta ¡e interminable! (Risas).
Pep: Más que guiarnos por marcas o diseñadores, nos basamos en corrientes como el minimalismo, el Art Déco, o piezas de nuestro entorno que nos inspiran. Como el sello de nuestro abuelo, el culo de una bala, argollas industriales, etc.
Sí, ha sido un año muy ambicioso y estamos muy agradecidos con el resultado. Sobre todo, a trabajar mucho y muy duro para conseguir nuestra meta o sueño. Y hacerlo siempre intentando conseguir la máxima perfección en nuestro trabajo, exigiéndonos lo mejor para transmitir nuestra visión de producto y experiencia.
Por otro lado, también hemos aprendido a trabajar en familia que, con todas sus ventajas, tiene algunos inconvenientes… (Risas). Realmente nunca desconectas.
Está teniendo muy buena acogida, nos felicitan tanto por el espacio como por el producto. En general, los clientes se van contentos de haber encontrado una marca centrada en la simpleza y la calidad.
Sí, nos enorgullece poder decir que todo es made in Spain. Para nosotros, el proceso se basa en tener una muy estrecha relación con todos los fabricantes, mimar los diseños y pulir los prototipos de la forma mas cuidadosa posible, involucrándolos en nuestras ideas, escuchando las suyas y compartiendo nuestro proyecto con ellos.
Creamos nuestras piezas como en el diseño de producto. Buscamos funcionalidad, atemporalidad, comodidad…Huimos del fast fashion, de prendas volátiles de las que te olvidas fácilmente o se autodestruyen en la lavadora…
Nos gustaría pensar que nuestras prendas son las que te gusta redescubrir año tras año en tu armario y que disfrutas volviéndolas a llevar.
¡No! Viajes, cultura, riqueza visual, ideas e inspiraciones, amistades verdaderas y pasiones… ¡Cuanto más mejor!
Todo depende del presupuesto que nos des, claro… Desde la Costa Brava, uno de nuestros lugares favoritos y donde ya tenemos nuestros rincones secretos, a la costa de Portugal, los Pirineos… O también Patmos en Grecia, Tulum en México, La Jolla en California…