Recuerdo que en una clase de ilustración, cuando yo estudiaba moda, había que hacer collages. Yo los hice a mano, me gustó mucho el resultado, y pensé que si podía hacer eso mezclando papeles, qué podría llegar a hacer con mi carpeta de imágenes favoritas del ordenador y Photoshop. Entonces comencé a juguetear, y con el tiempo y la práctica vi que disfrutaba muchísimo con lo que hacía. Y en cuanto a ese empujón creo que me lo di yo solito, porque siempre había querido ser artista y desde pequeño siempre estaba dibujando ropas y haciendo manualidades y… ¡tachán!