Tras terminar mi licenciatura de Comunicación Audiovisual me encontré ante el abismo de no saber qué hacer bien con mi vida. Creo que mi generación se ha sentido un poco decepcionada con las expectativas profesionales y personales que se nos habían prometido. La inestabilidad de ese momento desencadenó en mí una crisis de identidad que canalicé dibujando.
Cuando era más joven era bastante ingenua (y estúpida) en lo relacionado al amor y a la vida. La propia crisis de crecer y comenzar a ser adulto me hizo replantearme lo que es la vida. En ese momento retomé el dibujo como una forma de rebelarme. Como una forma de decir: nos han vendido una gran mentira y ahora lo único que nos queda es ser fieles a nosotros mismos.
Siempre me ha gustado el estilo minimalista y el trazo limpio en el dibujo. Cuando empecé a interesarme por la ilustración, devoré toda la colección de Valentina de Guido Crepax. Creo que fue uno de mis principales referentes y mi estilo bebe mucho de él.
Tengo predilección por el cuerpo femenino. Me parece estético y elegante. En general, me gusta pensar que dibujo a la mujer de la que me enamoraría: una femme fatale de andar por casa.
Ha sido un reto a nivel narrativo pero también he intentado ir un paso más a la hora de crear mis ilustraciones. Creo que me ha ayudado a crecer profesionalmente. Además ha sido una gran oportunidad para desarrollar mejor mis personajes y profundizar en mi universo.
Está basada en experiencias personales pero no es autobiográfico. Me gusta hablar de lo que he vivido porque creo que es la mejor forma de trasladar esas situaciones a la ficción. Escribo sobre mi universo y en ese sentido hay mucho de mí en mis historias, pero me parece muy divertido que la gente pueda jugar a descifrar qué es realidad y qué es ficción.
Mi libro habla sobre las primeras veces, sobre crecer. Como autora, yo solo espero que cada lector pueda quedarse alguna frase, con algún texto.
El libro habla de las primeras veces, los primeros amores y desamores. Habla de la intimidad y de crecer. Se mantienen los temas principales de mis ilustraciones, pero se cuenta una historia concreta, que podría sucederle a una chica cualquiera.
El amor y el desamor son sentimientos universales que todos hemos sufrido. Creo que son palabras que pueden estar en la vida de cualquier persona en algún momento.
No sé si ayudarán de alguna forma a digerir el desamor, pero sí que creo que demuestra que todos, de alguna forma u otra, vivimos experiencias similares y no estamos solas. Todos sufrimos por amor pero al final se supera y no pasa nada.
Comencé a ilustrar como una forma de rebelarme contra mi timidez, como si mi trabajo proyectase una especie de alter ego. Todas las mujeres que dibujo son parte de mí. Me gusta el contraste del trazo limpio y delicado de la ilustración con las propias citas mordaces que las acompañan. En cierto modo, es un reflejo de mi propia personalidad.
A veces surgen de repente, mientras estoy tomando algo con mis amigos, en el metro, al escuchar una canción, mientras leo en la cama... Otras veces la idea de la frase aparece, y tardo algunos días en construirla para que funcione.
He intentado trasladar el típico ambiente de un soleado domingo en el que quedas para tomar y picar algo a mediodía y se te acaba yendo de las manos. Muchos de los personajes están basados en personajes de mi propia vida, en mis amigos.
En este momento la ilustración está de moda y eso ha hecho que las marcas comiencen a realizar este tipo de colaboración. En mi caso, creo que mi trabajo tiene la capacidad de que el público empatice rápidamente con él y eso es algo que puede interesar a las marcas como una forma de fidelizar o conseguir nuevos clientes.
Las redes han sido para mí una especie de exposición permanente, una ventana real al público. Gracias a ellas he podido llegar a más gente y traspasar las fronteras geográficas. Hoy tengo la suerte de contar con seguidores en toda España, pero también en lugares como Argentina, México o Colombia.
Uno de mis proyectos soñados era publicar un libro. Tras el lanzamiento, me he tomado unas semanas para pensar en cuál será mi siguiente paso. Por otro lado tengo ganas de probar cosas nuevas, nuevas técnicas, y preparar una exposición.




