Saelia Aparicio entiende el cuerpo como un cúmulo de microorganismos interelacionados, como entes que se relacionan y responden a los estímulos que nos rodean. También atiende a la propia decadencia del cuerpo, produciendo obras en las que tiene que enfrentarse al moho y a la gravedad. Ha expuesto en solitario en ciudades como Madrid, Londres, Murcia, Valladolid o Salamanca; y las exposiciones colectivas la han llevado alrededor del globo, desde Hong Kong, a Bruselas o Portugal. Nosotros hemos conseguido que nos adelante cuáles serán sus proyectos para este año, en países como Reino Unido o Alemania. Nos seguiremos adentrando en el abismo, pero ella nos da la mano para que no caigamos en él.