Responder a la pregunta ‘quién soy’ es una de las cosas que más me cuesta hacer, me considero bastante normal. Creo que son dos cosas las que me definen: mi carácter hedonista –me encanta comer, viajar, reír, bailar, dejarme llevar por la buena compañía y que el tiempo no exista– y mi carácter fuerte (a veces demasiado) en los ámbitos profesional, personal y para con la sociedad que me rodea. Soy muy luchadora y guerrera, feminista, defensora de los animales, estoy comprometida con conseguir un consumo sostenible, y se me hace un nudo en el cuerpo con las injusticias. Y creo que todo eso es Rughara: una unión de mis pasiones como la moda, la decoración y la cultura. La belleza y el compromiso están en cada centímetro de las dos plantas de la tienda.