Lo que me inspira a crear es mi diálogo con el mundo que me rodea. Siempre que descubro algo nuevo me pregunto, ¿cómo nadie me había hablado de esto? Y ahí empiezo a buscar la manera de representarlo. Mis fuentes de inspiración incluyen los tratados de botánica, las iluminaciones medievales, los elementos antropomorfos, la pareidolia, lo arquetípico, libros de divulgación científica, paseos por el campo, conversaciones y cuentos clásicos.
En los tratados de botánica encuentro información sobre la riqueza y complejidad de la flora, y las iluminaciones medievales me interesan sobre todo por los detalles y el simbolismo. Estos elementos están muy relacionados también con lo antropomorfo y arquetípico, al igual que los cuentos clásicos, que me llevan a representar conceptos universales.
Últimamente incluyo siempre instalaciones cerámicas en todos los proyectos, me encanta dotar de tridimensionalidad los conceptos con los que trabajo, dándoles una escala mayor. Además, trabajar con el barro me parece el medio perfecto porque, al final, es un material que al convertirlo en cerámica se transforma en un material noble, duradero y universal, del cual hay restos antiquísimos.