Afirma que en un primer momento fue el arte el que salió en su búsqueda y ahora lo único que quiere hacer es pintar, pintar mañana y pintar todos los días – y rescatar galgos. El autodescubrimiento, la persistencia y el trabajo duro son valores que Reebok Classic resalta en su último brand film Find your court, y Rebeca los conoce a la perfección. Rebeca Khamlichi no solo es pintora también es una de las fundadoras de Las Muy Perras, un proyecto mediante el que rescatan galgos en situaciones conflictivas a través del arte. La suya, como la de muchos otros creativos, es una carrera de obstáculos más que de calles despejadas. Pero hay que aceptar el reto. Las Club C lo hacen, ¿y tú?
Rebeca, ¿de dónde vienes?
Vengo de una familia en la que el arte ha estado siempre presente, mi padre es pintor y mi madre ceramista – de hecho el aroma que más me recuerda a casa es el del barniz, los lienzos nuevos… Aun así, de pequeña el arte no era un camino que me interesara en absoluto así que decidí estudiar otras cosas. Al final ha resultado ser un rodeo muy largo para regresar al punto de salida, a justo eso que no quería ser de pequeña. Ahora puedo decir que es lo que más feliz me hace, sin duda.
Tu arte es una explosión de subversión pop, ¿cuál es tu mensaje?
Mis cuadros siempre habían prestado atención a los personajes secundarios, a los que aparecen en la segunda línea de las fotos, a los pequeños dramas cotidianos, pero nunca han pretendido lanzar profundos mensajes universales. Ahora creo que, sin pretenderlo, he incorporado cierta crítica a la violencia sin abandonar mi lenguaje visual, de manera quizás muy naif. También a la religión, aunque con mucho sentido del humor. Al final siempre intento convertir en cosas de colorines y alocadas todo lo que me molesta de la sociedad – aunque me gusta también que cada uno entienda lo que quiera. Una vez que he terminado un cuadro el mensaje que yo intentara mandar no es importante. El que cuenta es el que entienda cada uno que ve la obra.
Algunos temas recurrentes en tu obra son la guerra, la muerte o la religión. ¿Tienen algo que ver con tus motivaciones?
Mi padre creció como musulmán, mi madre es luterana y mis abuelos eran muy católicos. Cada uno intentó enseñarme la ‘fé verdadera’, y mi conclusión fue que todos estaban equivocados. Ese bombardeo de ‘religiones verdaderas’ hizo que yo creciera muy atea, pero también lo hice admirando la iconografía católica (las religiones de mi padre y la de mi madre no tienen imágenes). En cuanto a la muerte y la guerra van en ese paquete de injusticias que quisiera transformar: me devora por dentro el desamparo de todas esas personas que tienen que vivir, crecer e incluso morir en un entorno de violencia.
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El lema del último brand film de Reebok es ‘Find your court’, algo así como ‘Encuentra lo que se te da bien y hazlo tuyo’, ¿cuándo supiste que querías dedicarte al arte? ¿Ha sido difícil llegar hasta dónde estás ahora?
Yo creo que, en mi caso, el arte es el que ha salido en mi busca, el que se ha empeñado en tener una relación seria y formal conmigo. Como te decía, yo le huía desde pequeña, pero al final me he dado cuenta de que es mi amor verdadero: me gusta mezclar colores, mancharme las manos, me gusta, en definitiva, poner a trabajar la creatividad y ver qué sale. El camino ha sido tortuoso, intrincado, difícil, pero creo que como el de cualquiera que decide dedicarse a una profesión creativa: recibes muchas más coces que cariño, hay más obstáculos que calles despejadas, pero es parte de su magia también.
En tu actividad laboral combinas la ilustración con otra de tus pasiones, los galgos. Cuando conocimos el proyecto que coordinas junto a Mari Quiñonero, Las Muy Perras, descubrimos una iniciativa cargada de creatividad y amor por los animales. ¿Entiendes el arte como uno de los medios a través de los cuales educar a la sociedad?
Es lo único que se nos ocurrió para poder ayudar a estos perros de caza que sufren tantísimo. Pensamos: “¿Qué tenemos?” La respuesta era “repercusión y amigos artistas”. Así que nos lanzamos a ello, como un proyecto pequeño… Y se nos fue de las manos. Terminamos recogiendo galgos de las calles y liando a pintores, diseñadores, ceramistas, escritores y fotógrafos para que nos donaran algunas de sus obras con la idea de recaudar dinero y entregarlo a las protectoras que acogían a los perros que íbamos rescatando.
¿Cómo recibió el público una propuesta tan original?
Fue una sorpresa total, muchísima gente nos apoyó y donó su dinero. Conseguimos cerca de un centenar de obras originales por las que recaudamos más de 7.000 euros (que entregamos en su totalidad a dos protectoras). Además rescatamos una veintena de galgos que a día de hoy ya están casi todos adoptados y felices.
“La única forma de ser único es ser uno mismo. Yo soy fiel a lo que quiero pintar en cada momento, independientemente de si está o no de moda”.
¿Y los artistas con los que colaboráis, estaban familiarizados con la participación en causas similares?
Muchos de ellos sí, ya que son amigos. Además nuestras redes sociales están en un continuo taladro con el lema “Adopta, acoge, no compres”.
¿Qué te hace única?
¿Mi apellido? (Risas) Realmente creo que la única forma de ser único es ser uno mismo. Porque además sólo se puede ser uno mismo: ser ‘otro’ ya está cogido. Creo que si soy única – que lo has dicho tú, no yo – es por ser fiel a lo que en cada momento quiero pintar, independientemente de si está o no de moda.
¿Qué importancia tiene para ti ser fiel a uno mismo entonces? ¿Crees que es importante crear y perseguir tus propias metas independientemente de la trayectoria o la opinión de los demás?
Para mí ser uno mismo es perseguir tus propias metas independientemente de la trayectoria o la opinión de los demás. Es ir hacia adelante, por tu camino, sin mirar el retrovisor ni los coches que te adelantan por los lados. Para mí eso es lo vital, siempre defiendo que pinto para mí y que, luego, tengo la suerte de que hay gente a la que le gusta lo que hago y compran mis piezas.
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Hablando sobre objetivos, ¿tienes algún sueño a cumplir con el que te sentirías completamente realizada como artista?
Mi sueño es poder pintar hoy. Y mañana. Y pasado. Y así cada día hasta que ya no tenga nada más que contar. Pero también me haría muy feliz colaborar con el artista digital David O´Reilly.
¿Y una estrategia para conseguirlo? 
Para el primero de mis sueños, trabajar y trabajar. Pintar, experimentar, intentar ser mejor cada día. Para el segundo – David O’Reilly –, ¡no rendirme y escribirle de vez en cuando algún ‘tuit’!
¿Qué consejo le darías a un joven y ambicioso creativo?
Le diría: “Escúchame, joven y ambicioso creativo y hazme caso: no sigas ningún consejo”.
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