Ramiro e., uno de los fotógrafos más consilidados de street style, desempolva sus álbumes de finales de siglo y nos acerca a su visión del mundo, de la adolescencia y de esos años locos en los que nada importa y todo vale. La sede madrileña de Pelonio, acoge hasta el 7 de enero una muestra de sus fotografías más personales.
Antes de Facebook, antes de YouTube y de los blogs de moda estaba Ramiro e. Con su cámara a cuestas se plantaba en Benicàssim y lo fotografiaba todo; un solo de guitarra de Blur, la chica de la primera fila o las zapatillas desgastadas de un adolescente demasiado colocado. Los 90 llegaban a su fin y el mundo no estaba preparado para el cambio de siglo. Pero Ramiro sí. Su vista estaba ya en el milenio que entraba. Tenía perspectiva, tenía ganas y sobre todo, tenía talento. Una bomba de relojería que estallaría dando lugar a lo que hoy es un muestrario de imágenes crudas, reales y viscerales, capturadas con cámara analógica y tomadas con el corazón. Piezas de sus inicios que conforman el gran puzzle que hoy es su obra.
Eres todo un pionero en esto del street style. ¿Cómo surge la idea de capturar imágenes de la moda callejera?
Esto surgió en el contexto de los conciertos y festivales musicales, hablo de las primerísimas ediciones del festival de Benicàssim. Por aquel entonces yo me dedicaba a hacer fotos de conciertos y de repente, me di cuenta que me interesaba más el público que los artistas. Siempre me ha interesado la gente, las caras nuevas. Mis primeras motivaciones vinieron de aquí. Todo esto lo hacía intuitivamente cuando el concepto de streetstyle no existía. Por aquel entonces la palabra preferida era coolhunter.
Muchas veces han comparado tu trabajo con blogs de la talla de The Sartorialist. ¿Cómo sientan esta clase de comparaciones y, sobre todo, cómo es ser uno de los primeros fotógrafos españoles de street style?
Estas comparaciones me halagan, ya que respeto mucho el trabajo de Scott Schumann, pero creo que dichas comparaciones son tan bien intencionadas como imprecisas. El tipo de gente que yo fotografío se aleja mucho de los perfiles de The Sartorialist. Yo realmente me pateo la calle y busco encontrar looks y personajes que me transmitan algo, independientemente de si cumplen o no los requisitos mínimos para ser aceptados por los medios comerciales de moda. La mayoría de mis fotos son espontáneas, no están preparadas. No sé si soy el primer fotógrafo español de streetstyle, pero sí puedo afirmar que I Blog Ramiro e. fue el primer blog de este tipo publicado en este país.
¿Qué podemos ver en la expo de Pelonio?
La expo titulada One More Time recoge fotos de mis primeros años (1997-2004), aquellos años en los que comencé a desarrollar mi estilo y a centrarme en mis temáticas preferidas (girl photos, party photos, proto selfies). Eran tiempos anteriores a la eclosión de las redes sociales. Entre las fotos seleccionadas hay un retrato de Astrud del año 1997, unas fotos de Daft Punk pinchando en Madrid en ese mismo año (y sin máscaras), mis primeras fotos con La Casita de Wendy y una Mickey Mouse girl.
Entonces, ¿qué busca exactamente el objetivo de tu cámara? ¿Qué tratas mostrar al mundo a través de estas fotografías?
Durante muchos años he estado obsesionado con buscar, conocer y fotografiar unos perfiles muy determinados de gente que me fascinaban. Mediante mis fotografías he intentado transmitir y contagiar esa fascinación. Había un perfil muy cerrado y reconocible de gente que posaba delante de mi cámara. Últimamente he relajado este rigor, he abierto mi espectro de gentes a nuevas posibilidades.
¿Por qué Pelonio?
Comparto muchos intereses y tengo afinidad con buena parte del equipo de esta agencia, me gusta su forma de trabajar y su filosofía. Preparando la expo me sentí como en casa y no es la primera vez que colaboro con ellos. One More Time por otro lado alberga en su selección toda una serie de guiños generacionales, muchos de ellos compartidos con Pelonio y su equipo y además, la dirección artística, montaje y diseño de la exposición corrió a cargo del estudio Jotateam, que es un estrecho colaborador de esta casa.
Por último, pregunta obligada: ¿Qué proyectos veremos próximamente?
Mis proyectos más personales van a seguir saliendo a la luz en mi nuevo blog No Thanks. A través de esta web, que está online desde hace unos pocos meses, me gusta ir sacando a la luz a mis new faces favoritas y sobre todo, seguir encontrando nuevos fenómenos como el de los adolescentes swaggers que se juntan en la puerta de la Apple Store. Aprovecho para recordar y reivindicar que fue en No Thanks donde por primera vez apareció retratado este fenómeno, antes de la difusión viral de los vídeos y sus parodias que tanto están circulando por YouTube.
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