La moda española está, en muchas ocasiones, menos valorada que la que emerge en París, Londres, Milán o Tokio. Muchos piensan que si no estás en alguna de estas ciudades no puedes ganarte la vida en esta industria. Muchos jóvenes lo intentan, y muchos de ellos con propuestas serias y trabajo duro; es el caso de Quique Vidal, que en 2013 crea su marca Becomely apostando por prendas versátiles y artesanales con origen en talleres españoles.
Quique Vidal es un joven valenciano que se acaba de mudar a Madrid y echa de menos la paella, esta es la definición que por ahora me atrevo a dar. Me encuentro en un momento creativo determinante para el inicio de la firma. Todavía estoy trazando tanto mi personalidad como la esencia de Becomely, y tengo muchas ganas de sacar la nueva colección ahora que la gente empieza a tomarme en serio.
Becomely empezó como un juego; desde que tenía 12 años jugaba con mi hermano a dibujar catálogos de ropa, hasta que a los 17 empecé a tomármelo en serio. Fue en 2013 cuando, durante un viaje a Londres, decidí el nombre de la firma, inspirándome en un letrero luminoso que contenía la palabra “Comely”. Dediqué todo ese verano a informarme sobre cómo hacer ropa, y de forma autodidacta presenté una pequeña colección con cuatro looks.
Por internet a veces encuentro firmas muy bonitas, me encanta descubrir cosas nuevas, tanto diseñadores como gente interesante que me transmita buen rollo con sus looks. Mudarse a capitales tan importantes como París o Milán puede ayudar a la carrera de un diseñador, pero a veces también puede ser un error. A mí, ahora, lo que me apetece es vivir en Madrid y seguir descubriendo todo lo que me pueda aportar la ciudad.
Las redes sociales tienen mucha fuerza hoy en día, dicen mucho de una firma y son fundamentales para que el cliente tome la decisión de comprar un producto a través de una pantalla sin habérselo probado o tocado antes. Por eso considero fundamental que marcas pequeñas como Becomely cuiden mucho su imagen en las rrss, pero sin llegar a obsesionarse. Los seguidores y los likes no son algo que me preocupen, mi firma no tiene más de 1.000 seguidores en Instagram pero ha hecho ventas a través de la tienda online. Al final lo que cuenta es el producto, no el número de seguidores.
Doy bastante importancia a las rrss, trabajamos con Instagram y Facebook, ya que son los dos canales principales a través de los cuales nos damos a conocer; también me gusta hacer fotos a personas especiales con las piezas, algo que he hecho muy a menudo con Be transparent, la última colección, y gracias a ello, amigos y clientes se animan a enviarnos fotos. Es una forma de enseñar al público que, por ejemplo, el vestido transparente puede convertirse en un complemento según cómo lo combines.
No existe estereotipo para definir a una persona Becomely, me interesa todo aquel que entienda la moda como un juego, como una herramienta de diversión y que utilice la ropa como medio de expresión artística.
Decidí que la última colección fuera toda transparente, con el mismo tejido, me parecía arriesgado. En cuanto a la próxima colección, también contará con transparencias, pero no en su totalidad. Me gusta inspirarme en la gente con la que trato día a día, así como en personas completamente desconocidas.
Esta pregunta me gusta mucho. Afortunadamente, la única celebrity que ha vestido alguna de mis prendas es la persona que siempre he tenido en mente como chica Becomely: la estilista Natalia Ferviú. En cuanto a modelos, sería muy guay una campaña con Magda Laguinge y luego ver alguna pieza de Becomely en el street style de la semana de la moda de cualquier ciudad.
No tengo ni la más remota idea de lo que nos deparará el futuro, pero lo que espero yo es felicidad y libertad creativa para hacer lo que me apetezca. También sería interesante contar con cierto apoyo económico, ya que a veces me veo limitado en cuanto a producción. El futuro más próximo son polos de la firma con el nuevo logotipo.