“Lo que no ha cambiado es que cada día echo más de menos la paella de mi abuela”, nos confiesa Quique Vidal, alma máter de Becomely. Originario de Valencia, esta joven promesa de la moda española decidió mudarse a Madrid hace ahora cuatro años. Fue precisamente durante su desembarco en la capital cuando hablamos con él por primera vez, en la vorágine del que supuso un punto de inflexión en su entonces emergente carrera. “Todavía estoy trazando mi personalidad, así como la esencia de Becomely” nos comentaba, a la vez que reconocía no haber definido al completo el concepto de su proyecto.
Desde que debutó en la pasarela Samsung Ego de Mercedes-Benz Fashion Week Madrid con su colección Cushame en 2018, Vidal ha experimentado un evidente proceso de madurez creativa –y empresarial– gracias al cual no ha caído en el olvido. Y es que, lamentablemente, la gran mayoría de propuestas presentadas en la jornada dedicada al talento joven tiende a desaparecer de la escena pública a los pocos meses. “Lo que sin duda se mantienen son las ganas con las que hace más de cuatro años empecé el proyecto”, manifiesta el valenciano, quien ha consolidado las bases de su imaginario en el último lustro, dotándolo de “una carga social mayor, tratando de aportar un granito de arena a la sostenibilidad, el uso de la tecnología y la apuesta por el comercio local”.
“Ilusión, constancia y trabajo, aunque suene a tópico” son las tres palabras que escoge el diseñador a la hora de describir su trayectoria en el sector de la moda. Tres elementos que, si echamos la vista atrás, ya hacían acto de presencia en su primera propuesta, Be Transparent, lanzada en 2015. No obstante, la de ahora es una marca mucho mejor definida, después de que Quique haya impreso sobre ella el ADN con el que siempre soñó. “Ahora sí me atrevo a decir que la esencia de Becomely está perfectamente forjada y es exactamente lo que siempre he querido transmitir”, comenta.