El protagonista de esta obra a caballo entre la ficción y el documental es El Coleta, un conocido rapero de la escena quinqui y macarra de la periferia de Madrid. Cuando Juan Vicente lo conoció y se enteró de que era todo un entendido del cine quinqui y que había estado intentando hacer un documental, decidió que debía convertirse en el hilo conductor de toda su historia. Así, El Coleta se convirtió en el alter ego de Juan Vicente en la película, en la que hace de director. A mi juicio, forman un buen tándem. Pero no hay que olvidar a todos los demás: José Sacristán, Daniel Guzmán, El Torete, Agnès Varda, Bea Pelea o Ira Rap son algunos de los nombres que también aparecen o resuenan en este largometraje.
El resultado es una mezcla explosiva, además de por sus temáticas, por todas las texturas formales que contiene. Las cámaras interactúan constantemente y vemos entrevistas, momentos más dramáticos o guionizados, y material de archivo. El propio director nos lo cuenta en esta entrevista: “Quería hacer algo que tuviera cierto riesgo”. Y definitivamente, lo ha conseguido. Así que, a partir del 30 de noviembre, ve al cine más cercano porque no te la puedes perder.
El resultado es una mezcla explosiva, además de por sus temáticas, por todas las texturas formales que contiene. Las cámaras interactúan constantemente y vemos entrevistas, momentos más dramáticos o guionizados, y material de archivo. El propio director nos lo cuenta en esta entrevista: “Quería hacer algo que tuviera cierto riesgo”. Y definitivamente, lo ha conseguido. Así que, a partir del 30 de noviembre, ve al cine más cercano porque no te la puedes perder.