Radicada en la gran manzana y con su octava colección a cuestas, Thomson, de un raciocinio y creatividad formidables, abre a través de la moda una vía de reflexión hacia otros parajes fuera de los circuitos tradicionales para llevar un trozo de lo suyo en piezas delicadas, sencillas y de clase descomunal. A las corridas entre Manhattan, París y Santiago de Chile, nos abre las puertas de su estudio a esta entrevista concedida en exclusiva para METAL sobre #08, su última colección, Chile y su mundo personal. MS Pola Thomson.
La colección tiene por referencia formal los paisajes de Chile, puntualmente los mas australes; Patagonia y Torres del Paine. La paleta de color evoca estas latitudes; las siluetas son amplias, libres y generosas, como el paisaje en aquellos lugares, donde hombre y naturaleza son uno solo.
Esta ligado a mis vivencias. Chile es un verdadero muestrario climático de norte a sur. Me resulta tan divertido cuando se piensa que Chile es un país de clima sin estaciones siendo justamente lo contrario. Con un invierno donde cae nieve en la zona central y de hielos eternos en el sur, mientras que el norte con su aridez y desiertos parece de otro planeta. La naturaleza remota de Chile es, si bien importante, una de las muchas influencias y valores contenidos en mis colecciones.
La primera marca la comencé cuando tenía veinte años. Recién entrada a la universidad solo quería hacer cosas, era el principio de los dos mil y el panorama estaba cambiando, se vivía una apertura importante; al menos yo lo experimentaba así y quería ser parte de este nuevo siglo creando. En ese tiempo tenía otras inquietudes aún cuando en esencia lo que me movilizaba sigue siendo lo mismo. Crear.
Claro que sí, soy una afortunada de vivir aquí, la ciudad que me ha dado oportunidades y una proyección que jamás habría imaginado. Ciertamente, nada sería lo que es sin el camino recorrido previamente en Santiago de Chile y el mérito personal de trabajar para alcanzar lo logrado.
Estoy de acuerdo, lo considero universal siendo que ello no es sinónimo de que a una gran masa crítica le resulta atractivo; sí a un grupo transversal en diversas regiones del globo. Mis clientes existen en diversos lugares del mundo, no le gusto sólo a un grupo específico en una región particular. Nueva York es un lugar óptimo para corroborarlo, aquí convergen y conviven muchísimas culturas.
Las historias serían muchas y el listado largo, pero sin duda la mayor dificultad para un creativo es siempre sobreponerse a las propias inseguridades.
Sí. Siempre pienso en llegar a una mayor audiencia. Ayer mismo leía en un blog con base en Reino Unido que nos dedicó un perfil, donde quien lo escribió cerraba la nota esperando poder acceder a nuestras piezas y que fuéramos mas democráticos en ese sentido.
La velocidad que ha alcanzado es vertiginosa, por lo mismo es un gran filtro, sólo prevalece lo que es original y quienes son capaces de entender el negocio de la moda.
Pues son un negocio de lujo y como tal pienso que tienen ciertas responsabilidades.
Volvemos a lo que te comentaba antes, el llegar a una mayor audiencia, y creo que los cambios en el sistema, el que sea, solo se pueden hacer desde dentro.
Comencé muy temprano relacionándome con la industria de la moda, y trabajando en ella por bastante tiempo en producción. Hoy existen mas herramientas y acceso; un mayor número de personas practicando oficios que antes sólo ejercían unos pocos. El resultado, especialización y más posibilidades de prueba y error. Hay trabajos fenomenales que hablan de una madurez en el medio editorial y de la industria. Por otra, como no existe un underground (todo es más bien overground) se está empujando a que procesos que toman tiempo estén inmediatamente visibles, corriendo el riesgo de resultar como gestos, intrascendentes.
Lo son; por lo mismo las convulsiones llegan a sus propias catarsis. La moda es un reflejo de los tiempos que se viven, difícil pronosticar tanto más; en mi que hacer lo hago con cada temporada, pensando en eso; el futuro como un lugar mas elevado.








