Todo surgió el pasado verano, tras haber adoptado un gato abandonado en la perrera de Madrid con una úlcera en el ojo (Cebolla, podéis visitarlo en Instagram utilizando el hashtag #savecebolla); pasados dos meses de cuidados intensivos para salvarle el ojo, nos dimos cuenta de la gran cantidad de dinero que se dejan los voluntarios que trabajan en las protectoras y asociaciones para salvar a las mascotas abandonadas, porque como Cebolla hay muchísimos más. Fue entonces cuando decidimos llevar a cabo nuestro proyecto de PatasBox.
PatasBox es una marca 100% friendly. Cada día es una nueva aventura. Estamos muy contentas con la acogida que está teniendo, a veces es difícil lidiar con todo, pero merece la pena tener algo propio y poder sacarlo adelante.
Apostamos por productos naturales, artesanales, orgánicos y que sean diferentes, como juguetes reciclables. Trabajamos con muchas marcas de fuera de España. Nos gusta que cuando la gente abra la caja no se encuentre con las típicas cosas que puedes encontrar en el supermercado, y apoyamos a jóvenes diseñadores, a artesanos locales. Queremos ir más allá y dar un servicio de calidad premium, que sea único. En definitiva, nos gusta lo bonito, lo diferente y especial. Todos los productos los elegimos con mucho cariño.

Siempre aconsejamos adoptar antes que comprar, pero sobre todo pensándolo siempre muy bien. Es como quien tiene un hijo: no se puede cambiar ni abandonar. Conciénciate antes de tenerlo, supone mucho trabajo y esfuerzo.
Aida: Mi abuelo era veterinario, y siempre tuve una relación muy estrecha con los animales desde pequeña: en mi casa tuve gatos acogidos de la calle, tortugas, hámsteres… De todo. Actualmente tengo una gata, Patas, y, de vez en cuando, acojo perros o gatos abandonados como Cebolla que luego, como en este caso, adopta mi amiga y socia Cristina.
Sí, empezamos en abril del año pasado, con solo 65 suscripciones. Hemos crecido poco a poco, y ahora la verdad es que estamos muy, muy contentos porque crecemos a un ritmo muy bueno. Llevamos todo un año facturando y consolidando clientes con un alto grado de satisfacción, lo que nos permite poder decir que partimos de un modelo de negocio viable y que en un futuro va a ser muy rentable y escalable. Ahora mismo estamos buscando financiación para poder crecer todavía más.
Tenemos de todo un poco, pero sobre todo mucha gente joven, lo que llamamos pet parents: personas jóvenes que tienen perro o gato y no tienen hijos. Creo que es el nuevo modelo de familia en este país (risas).
Fue una campaña muy bonita: Brianda es amiga de Patasbox y le propusimos colaborar con la caja navideña, creando una ilustración en exclusiva para nosotros. Las bolsas que hicimos con ella fueron puramente solidarias. Queríamos crear un producto diferente para los dueños de mascotas que, además, fuera enteramente dedicado a las mascotas que lo necesitan. Las bolsas costaban 6 euros: 3 euros de producción y, los otros 3, para la fundación Benjamin Mehnhert. Agotamos todas las bolsas en una semana; las cajas en las que iba su ilustración, de las cuales donábamos 5 euros también, estuvieron fuera de stock al poco tiempo. Ha sido, sin lugar a duda, una de las mejores campañas de Patasbox.
Ahora en febrero haremos una nueva caja especial San Valentín amadrinada por la diseñadora Pakita Clamores, también con un componente solidario, ya que el dinero será destinado a la asociación La Madrileña.
Empezar por concienciar a la gente es un buen paso, en este país aún falta mucho por hacer. Desde las escuelas hasta la publicidad, creo que todo suma. La educación en los colegios es fundamental: es necesario que los niños sepan que una mascota es una responsabilidad, uno más de la familia.
Tenemos pensado conseguir financiación para poder internacionalizarnos y esperamos que haya novedades sobre esto muy, muy pronto.

