Cuando Natalia Román se dio cuenta de que todo lo que hacía, veía o le importaba en la vida tenía una relación directa con la estética, decidió estudiar Bellas Artes. Ingredientes como la rebeldía, la fantasía o la inconsciencia fueron determinantes en su decisión, pero no menos que los personajes de Dragon Ball y otras series de anime japonés que la iniciaron en la ilustración. Hoy hablamos con ella sobre la importancia de la abstracción, de ganarse la vida como artista, y de sus proyectos de futuro fuera de la pintura.
¿Cómo y cuándo tuviste tu primer contacto con el arte? ¿Y en qué momento decidiste que se convirtiera en tu profesión?
Mi primer contacto con el arte fue un poco bizarro, teniendo en cuenta que vivía en un pueblo y en un contexto poco cultural. Sin embargo, en aquellos años, la tele catalana pasaba mucho anime y solo sé que me encantaba dibujar aquellos personajes. Recuerdo que entonces también estaba tomando algunas clases de violín y que lo dejé porque me coincidía con la emisión de Dragon Ball y no tenía video para grabar el capítulo.
No hubo ningún momento de lucidez en el que decidí que el arte sería mi profesión. De haber sido así posiblemente hubiera escogido otra cosa, pero de alguna manera, todo lo que me importaba y amaba estaba relacionado con la estética y con la búsqueda de otro tipo de lenguaje. Poco a poco, entre rebeldía, fantasía e inconsciencia decidí meterme en Bellas Artes sin saber muy bien qué me encontraría allí ni qué era el Arte.
No hubo ningún momento de lucidez en el que decidí que el arte sería mi profesión. De haber sido así posiblemente hubiera escogido otra cosa, pero de alguna manera, todo lo que me importaba y amaba estaba relacionado con la estética y con la búsqueda de otro tipo de lenguaje. Poco a poco, entre rebeldía, fantasía e inconsciencia decidí meterme en Bellas Artes sin saber muy bien qué me encontraría allí ni qué era el Arte.
¿Tienes algún ritual específico a la hora de pintar?
No sé si puedo hablar de rituales, pero aunque han ido cambiado con el tiempo, actualmente suelo necesitar preparar la paleta de colores y pinceles que tengo en mente usar (aunque después suelen cambiar por completo). También es muy importante para mí acompañar el tiempo de trabajo con un podcast. Mi selección es variopinta, pero sin duda mis favoritos son RadioLab y Cuarto Milenio.
Utilizas principalmente la pintura al óleo, sobre lienzo en las obras grandes, y sobre papel en las pequeñas. Pero también has trabajado con rotuladores y pan de oro. ¿Estás en proceso de experimentación con otros medios?
Estoy en proceso de cambiar los óleos por los acrílicos. Aunque aparentemente no parezca significativo, lo es. Es algo que altera toda tu experiencia con la pintura, desde el placer que experimentas en cada pincelada hasta la intensidad de los colores, tu paleta, etc. Hay otras cosas que quiero hacer, como pintar sobre tela con jugo de frutas y verduras.
Tu paleta de colores se caracteriza por los tonos suaves y pastel, pero también hay algún que otro toque de colores encendidos como el rosa, el amarillo o el rojo. ¿Qué significado tiene la gama cromática que utilizas?
Al principio trabajaba con la idea de llevar los colores al límite con ejercicios basados en la teoría del color. Con el tiempo, el discurso de la gama cromática y de las formas se ha ido acercando e identificando con en el Art Déco; no solo por referencias y placer estético, sino también como respuesta pomposa a la austeridad forzada que estamos viviendo.
Se ve que la abstracción es donde más cómoda te sientes. ¿Cómo fue el paso de lo figurativo a lo abstracto?
De alguna manera la abstracción me ayudó a situarme y a crear una identidad como artista. Sucedió dos años antes de terminar la universidad. Había decidido hacer el itinerario de pintura sin mucha determinación y se hacía duro en el taller. Sentía mucha presión por generar contenido y discurso y no sabía por dónde empezar. Era también un momento en el que la pintura estaba muy cuestionada (o al menos yo lo sentía así) y la obligación de hacer algo innovador me estaba sobrepasando. En ese momento tomé un respiro y empecé a consumir mucha pintura de los 50 y los 70 y a sentirme muy cómoda en ese lenguaje. Empecé a hacer lo que quería, que en realidad se parecía mucho a lo que ya se había hecho, y a generar confianza en mi trabajo. Empecé a pasar un poco más de lo que se tenía que hacer a hacer lo que me apetecía.
Imaginamos que entre tus influencias podemos encontrar figuras como Kandinsky y Cy Twombly. ¿Pero quién más inspira tu trabajo, tanto del mundo del arte como de otros campos creativos?
Me siento cerca del trabajo de Cy Twombly pero no me interesa demasiado la figura de Kandinsky. Me parece mucho más significativa en ese contexto Gabriele Münter, que tiene un trabajo flipante y es una lástima que no se la visibilice (como a la mayoría de mujeres). Los primeros años de mi trabajo intentaba buscar inspiraciones en personas que estuvieran trabajando en la pintura o en algo muy parecido. Con el tiempo he ido interesándome en la arquitectura, el diseño de producto (sobre todo lámparas) y en la decoración en general.
Además de otros artistas, ¿qué más te inspira a la hora de crear?
Intento tomar la pintura como un trabajo, así que muchas veces la inspiración no llega sino que la encuentras en todo lo que consumes a lo largo del día: revistas, arquitectura, diseño, publicidad, naturaleza, paisajes, etc.; incluso tus antiguos trabajos pueden servirte de inspiración.
¿Cómo han llegado tus pinturas al cine o a casa de algún que otro famoso? ¿Alguna anécdota digna de compartir?
Tengo un cliente que trabaja en la industria del cine. Aparentemente puede parecer muy cool aunque no han sido cosas que me hayan aportado un extra económico ni tampoco a nivel de networking. Él se ha encargado de todas esas gestiones con el famoseo de las que yo me he enterado a posteriori y muchas veces de casualidad. Lo más gracioso que he sacado de esto fue ganarme el respeto de mis alumnos a raíz de un spot de Cristiano Ronaldo donde aparecían algunas de mis pinturas.
¿Dónde podremos encontrar tu obra a lo largo del año? ¿Exposiciones a la vista?
Voy a barrer para casa y a decir que las puedes encontrar en mi estudio en Barcelona, y que a través de mi web puedes encontrarme y concertar visita.
¿Cuál es el lugar de lugares donde te encantaría exponer en algún momento de tu vida?
Aún a riesgo de parecer hater, donde en verdad me gustaría exponer sería en un sitio donde me garantizaran clientes y ventas. No estoy interesada en el prestigio de un espacio o institución determinada pero sí en vivir correctamente de mi trabajo.
¿Tienes algún proyecto artístico nuevo en marcha? ¿Alguno paralelo al arte, quizás?
Sí, y para terminar la entrevista con buen rollo diré que estoy entusiasmada. Tengo un proyecto artístico junto con mi pareja. Se llama Kind Of Cyan y es una vuelta de tuerca a la fotografía. Se trata de una tienda online donde vendemos cianotipias totalmente hechas a mano y también organizamos talleres. Estamos teniendo mucha aceptación y es súper guay poder vender arte a precios accesibles para todo el mundo. Invito a que os deis una vuelta por nuestra web y a que os apuntéis a nuestros talleres y, quién sabe, igual en la próxima entrevista en METAL ya no hable de pintura.