A nivel global creo que no hemos sacado aún las conclusiones que necesitamos porque siento que aún estamos arrastrando todo, no somos conscientes de las consecuencias sociales y personales que va a tener todo esto. He aprendido un montón de cosas, sobre todo he comprendido que aunque todo se pare, no te tienes que parar tú, ya que hay gente que no va a detenerse, y cuando todo pase, habrá gente que te va a llevar mucha ventaja. Debes picarte contigo misma, ser previsora para que luego no te pillen con las manos vacías. Ha sido una etapa muy frustrante a nivel creativo debido a los estímulos externos tan negativos. Me encantaría pensar que dentro de tres meses voy a tener una cascada de creatividad y voy a crear un disco en un mes, y me gustaría que pasara, ya que siento mucha frustración. Si algo me ha enseñado este año es que siempre puede hacerse algo al respecto, hay que tirar para adelante; de todo se aprende. Hay que intentar adaptase a lo que venga y sufrir lo que haya que sufrir pero, al mismo tiempo, pensar que va a venir algo mejor y que todo va a servir para algo. Más allá de mi bloqueo creativo, para mí este año ha sido increíble, he tenido la oportunidad de tocar, de lanzar música… Mi frustración se refiere más a ese símbolo gigante de interrogación que sentimos todos sobre nuestra cabeza.