En una sesión de fotos pueden pasar muchas cosas, pero lo que está claro es que la comunicación, el entendimiento y la conexión entre el fotógrafo y la estilista es el principal requisito para conseguir historias que enamoren la retina. En moda no es extraño encontrar parejas creativas que además lo son también a nivel personal, ya sean hermanos, madre e hija o, como es el caso de Natalia Ferviú y Noel Quintela, algo más que compañeros de piso. Ella estilista y él fotógrafo, han sabido canalizar la química que hay entre ellos a nivel personal para extrapolarla al terreno profesional, con unos resultados propios de la generación cool y con talento a la que pertenecen.
Natalia: Recuerdo que estaba de vacaciones en Buenos Aires, año 2007, y de repente me entró un mensaje en Myspace de un tal León al revés. Era Noel contándome que le había llegado por error una revista a su casa que en realidad era para mí. Dos semanas después volví a Madrid, pero nunca quedamos porque conseguí la revista por otro lado. Años más tarde, empezamos a coincidir de noche, me parecía un chico muy mono, pero pensaba que le iban los titis así que sin más, hasta que me quedó claro que había tema y me dejé querer (risas).
Noel: Hace unos años enviaron a mi casa por error una revista desde México, Baby Baby Baby, a su nombre y como ella me sonaba pero no nos conocíamos, la investigué… Un par de años después de eso nos enrollamos y tal y cual.
Natalia: Vine a Madrid a estudiar Comunicación Audiovisual. Me licencié, empecé a trabajar aquí y así hasta hoy. Varias veces he estado a punto de mudarme a otro país, a otra ciudad, pero al final Madrid me atrapa.
Noel: Nací en México pero crecí en Galicia, dejé la universidad en Santiago para irme a conocer México y estudiar fisioterapia, y después de eso decidí venir a pasar un verano a Madrid que se acabó prolongando hasta hoy. Sigo aquí porque aún no ha llegado el momento de irme a otro lugar.
Natalia: Barcelona estaría bien para ir los domingos al Camp Nou y siempre que pudiese a la playa, pero quizá más adelante. Latinoamérica en general me fascina y Tokyo me llama mucho la atención, pero ahora mismo te diría París.
Noel: Últimamente la ciudad en la que nos gustaría vivir es París.
Natalia: Cuando no trabajamos aprovechamos para viajar, escaparnos a Ourense y Tenerife a ver a nuestras familias, o bien quedarnos en casa, hacer planes de juegos de mesa con amigos y engancharnos a una serie.
Noel: Compagino las fotos con mi trabajo en una discográfica, El Volcán Música, y también colaboro con MirandaforLydia de Lydia Delgado gestionando la nueva imagen e identidad de la marca.
Natalia:Por lo general tenemos procesos creativos diferentes, cada uno a su ritmo. Noel suele mandarme e-mails con referencias y cosas que le inspiran, yo por mi lado recopilo las mías. Espontáneamente surge una puesta en común, montamos el moodboard y tiramos para delante. No le damos mucha importancia a separar nuestra vida personal de la profesional, al fin y al cabo nuestro trabajo juntos es fruto de nuestra relación, y creo que ahí reside gran parte de la magia.
Noel: Pues es difícil de explicar, en realidad somos muy distintos en nuestros procesos, ella es del caos mágico y yo del orden espontáneo, por decirlo de algún modo. Yo soy más pesado con tener ideas y todo eso, y ella, que tiene más tablas, va mucho más relajada. No hacemos grandes distinciones, somos pareja y eso conlleva que todo se entremezcle, pero a mí personalmente me mola. Cuando estamos juntos nos salen cosas bonitas y creo que son producto de ese mix.
Natalia: Este vídeo.
Noel:Yo antes no conocía muchos fotógrafos y no estaba muy enterado, así que estoy conociendo un montón de cosas interesantes relacionadas con el arte, la fotografía o la moda. Como fotógrafos últimamente me gusta mucho Viviane Sassen.
Natalia: Pues la verdad es que creo que prácticamente todo se relaciona de algún modo con la moda. Me inspira muchísimo la música, la danza, el cine, el arte, la arquitectura, viajar, las redes sociales y la naturaleza en todas sus manifestaciones, ya sea en porcelana o en vivo y en directo. Para resetear: bailar.
Noel: La gente, lo desconocido, lo nuevo, todo eso me inspira. El talento o inquietudes de las personas que me rodean. Siempre veo algo que me llama la atención de cada persona, ese interés, curiosidad, morbo, deseo o como lo quieras llamar, me inspira muchísimo. Para resetear me va muy bien una ducha (risas).
Natalia: Pues dependiendo de si es un editorial libre, un encargo o una sesión con una “celebrity” cambio el método. Los editoriales libres parten de lo que me inspira, ya sea una canción, una película, una tendencia de la temporada o una colección en concreto. Si es un encargo tengo que adaptarme al tema y al libro de estilo de la publicación. Y cuando trabajo con celebrities estudio su imagen y su morfología e intento sacar el máximo partido. Por otro lado, todas las sesiones de por sí son diferentes, cada fotógrafo es un mundo y resulta muy enriquecedor trabajar con unos y con otros, pero obviamente lo que comparto con Noel es especial. Supongo que la confianza, la convivencia, la pasión e incluso la tensión sexual de alguna manera han de quedar plasmadas en nuestro trabajo.
Noel: Yo siempre empiezo un poco antes que Natalia, ella es de este tipo de personas mágicas que no necesitan tanto tiempo para meterse o incubar los proyectos. En relación a la segunda pregunta, sí, es distinto porque el vivir juntos y ser pareja hace que todo sea diferente, tanto en el proceso previo como durante las fotos.
Empecé como becaria en Vanidad en mi último año de carrera. Escribía notas de prensa, asistía en producciones de moda… Un día hizo falta un estilista para unas fotos y Lucas Arraut, entonces director, me encargó la sesión. Las fotos gustaron mucho y me empezaron a llegar más proyectos dentro y fuera de la revista. Comencé a colaborar con V Magazine, Vice, Rolling Stone o El País. Y más tarde llegarían Glamour y Cosmopolitan, además de campañas para Kling, Nike o Loewe. En cuanto conocí a Noel vi en él un talento especial, iba siempre con una cámara en el bolsillo así que le animé a que probara con la fotografía de moda. Al principio fue bastante reticente y me decía que no le interesaba ese lenguaje, pero poco a poco me lo fui camelando. Me encanta trabajar con él porque su ojo va más allá de la ropa. Actualmente, compagino las sesiones de fotos con consultoría para marcas desarrollando colecciones, como hago con Soloio. La dirección creativa me encanta.
¡Sin duda México! Entre 2004 y 2006 viví allí donde conocí a un grupo de amigos relacionados con el diseño, la música y la moda que me hicieron ver las cosas con otro prisma. Unos meses antes de volver a España, mi madre me envió una cámara para hacer fotos de Acapulco, que es donde ella creció, y a partir de ese momento me aficioné a la fotografía.
Como en cualquier disciplina hay gente que tiene un talento natural, pero el talento hay que cultivarlo.
Un día vi un fotograma de una película en la que sale Angelina Jolie diciendo esa frase. Me sentí identificado porque siempre me ha gustado camelarme con un desayuno a mis invitados después de haber salido la noche antes. Más tarde me enteré de que era de la película Gía y de que el argumento tiene mucho que ver con la temática de mi blog, aunque aún no la he visto.
A mí me resultó más fácil empezar por ahí porque apenas tenía conocimientos de fotografía, por eso disparaba con point & shot. Ahora empiezo a utilizar digital porque es más sencillo y barato para producir determinados trabajos, pero sin duda prefiero la sensación de hacer fotos con película aunque no estoy de acuerdo con que la fotografía analógica sea más honesta. Creo que eso depende más de la persona que dispara que del formato en sí.
No sé, ambas. Me gusta tener la sensación de que llevo todo bajo control y atado por eso pienso mucho los días antes, pero me pasa a menudo que después, cuando llega el momento, olvido todo lo que había preparado y surgen cosas nuevas.
Hay bloggers muy válidos, con un lenguaje y un discurso muy interesantes. Probablemente sean una minoría, pero será una cuestión de selección natural, donde sobrevivan los mejor adaptados que ojalá, sean los más válidos. Pero ojo, al igual que hay bloggers de más, hay editores y editoras con la silla ya caliente que aportan más bien poco.
No lo sé, no sigo una fórmula o al menos no soy consciente de ello, simplemente por intuición, me dejo llevar. Encargarme tan sólo de conseguir ropa, ponerla, quitarla y devolverla me sabe a poco. Me gusta proponer un concepto y poder desarrollarlo, que la ropa sea una parte de ese todo que me he montado en la cabeza.
Natalia: Dicen que tengo ojo para las fotos y el cocido madrileño me sale de rechupete, pero sin duda, sería una gran vedette (risas).
Noel: A mí me encanta esto, pero creo que hay otras cosas que también se me dan bien, como hacer desayunos a los amigos, por ejemplo (risas).
Natalia: Me ilusiona cada sesión de fotos, desarrollar colecciones, poner música y que alguien se acerque para decirme que se lo ha pasado pipa, es una sensación muy bonita. Me ilusiona despertarme al lado de Noel con Theo entre mis piernas. Me ilusionan los míos. Pero donde quiero estar no te lo voy a contar que si no no se cumple.
Noel: Me ilusiona que haya gente a la que le gusten mis fotos, eso me motiva. En unos años me gustaría estar por ahí haciendo #YOLO.