El dibujo es la primera herramienta. Para los niños es la primera forma que tienen de intentar contar algo. Para mí es algo rápido, sencillo y que necesita poca infraestructura. Lo que me gusta es no tener que depender de nada, puedes contar tus historias en cualquier lugar. Durante la etapa de estudio experimenté con otro tipo de propuestas: fotografía, instalación, acciones, etc. La facultad te brinda muchas opciones, a pesar de que yo fui un estudiante bastante anárquico y de asistencia irregular.
Cuando terminé los estudios, el acceso a determinadas infraestructuras era más complicado –quizás para mí más caro–, así que cuando regresé de Japón retomé el dibujo. Todas las opciones han influido en mi propuesta artística, la narrativa, el tiempo y el registro de la acción. Los conceptos fundamentales dentro de la performance están muy presentes en la obra que realizo. Además, considero que aún estoy construyendo mi identidad.