Los anhelos y descubrimientos de la infancia –como un libro de una tribu Sioux– y las herramientas que le proporcionó la formación como psicólogo le han servido a Martín para construir un universo diegético propio. A través de la cerámica y la pintura, el artista argentino ha creado una sociedad repleta de seres fantásticos con los que explora conceptos como la identidad, el rito, y el mito. Las preguntas y las inquietudes del autor se convierten en el punto de partida para inventar y crear historias protagonizadas por una civilización imaginaria, mediante la que revaloriza cualidades únicas de los animales y de la naturaleza.