La mejor forma de retratar una situación es vivirla, y
Martí Melcion es joven e ilustrador, por lo que tiene todos los números para ser el protagonista de sus viñetas. Humor, decadencia, precariedad, memes, gestión emocional, más humor, más precariedad; el punto álgido de la conexión entre el ilustrador y el público llegó durante el confinamiento, cuando, como cuenta el creativo barcelonés, era fácil conectar con la gente porque todos estábamos haciendo lo mismo, “Es que todo era muy pocho, tanto que hasta un punto se hacía entrañable”. Me atrevo a decir que con su particular y cínico universo se ha convertido en el ilustrador de la generación (late) millennial, y por lo que nos ha contado, tiene ganas de expandir su carrera y empezar nuevos proyectos con los que seguro que resultará muy fácil empatizar.