Mariano siente una conexión con su forma de crear que roza el misticismo. “Cada vez que me dedico a crear me abro paso a un lugar desconocido que exploro en mí y del que tengo la posibilidad de hacer una imagen. Es una especie de sortilegio sin explicación, una atracción misteriosa e irresistible.” Y gracias a este conocimiento interior, combinado con una forma de trabajar meticulosa y perfeccionista, la vida parece sonreírle cada día más.