¿Quién dijo que los canis y los pijos no podían llevarse bien? En su nueva propuesta, Alejandra nos lleva de vuelta a los años en los que el zumbido del Messenger y las sudaderas de El Niño o de Roxy estaban a la orden del día. Pero el punto de partida más importante es su amada Andalucía, esa en la que, aunque tengas que ir un domingo a misa en la Basílica de la Macarena, puedes ir de rave la noche anterior. Hablamos con ella sobre la importancia de la religión en su vida y la de presentar su marca a través de fashion films (el último, estrenado el pasado viernes), de cómo se atrevió a dejar Derecho para meterse en la moda, y cómo vive con su dualidad interior.